
Conocer la caducidad de la tarjeta es clave para evitar sorpresas
Conocer la caducidad de la tarjeta es clave para evitar sorpresas. Las tarjetas de prepago son una excelente opción para que los más pequeños de la casa estén bien comunicados y puedan ponerse en contacto con nosotros en cualquier momento. No obstante, tienen algunas condiciones que debemos cumplir si no queremos tener imprevistos, aunque no siempre se conozcan. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
Muchos de nosotros tenemos la línea móvil contratada con alguna de las diferentes tarifas de contrato que nos ofrecen nuestros operadores. Se trata de una alternativa mucho más cómoda a las clásicas tarjetas de prepago, ya que no tenemos que estar preocupados del saldo que tenemos para hacer llamadas, enviar mensajes o conectarnos a internet.
Sin embargo, es posible que tengas niños en casa y durante el verano te plantees darles un móvil para que estén comunicados en cualquier momento. En este tipo de situaciones, una tarjeta de prepago suele ser mucho más cómoda y, además, se puede comprar en cualquier distribuidor en unos pocos minutos y comenzar a utilizarlas poco después. Sin embargo, existe un factor a tener en cuenta que no todos conocen y que pueden suponer un hándicap: la caducidad de la tarjeta. Y cada operador tiene su propia política.
Conocer la caducidad de la tarjeta es clave para evitar sorpresas
Como ya hemos anticipado, cada una de las diferentes operadoras que ofrecen este tipo de servicios cuentan con su propia política de caducidad. Conocerlas es muy importante, puesto que es probable que queramos conservar la línea de un verano a otro o, ya que la hemos comprado, no queremos que caduque y perdamos el número por si en algún momento queremos hacer uso de ella como segundo número.
Orange tiene una caducidad de tres meses que cuentan desde la última recarga, no desde el último día que tenemos saldo en nuestra tarjeta. Si superamos este plazo, tendremos un mes extra en el que podremos recibir llamadas o conectarnos a internet, pero si no hacemos ninguna recarga durante este cuarto mes, la tarjeta se desactivará y ya no podremos volver a utilizarla.
Vodafone tiene una política bastante similar. Las tarjetas de prepago de la compañía se activan después de la primera recarga y caducan cuando transcurren seis meses desde esta fecha, incluso si no hemos agotado la totalidad del saldo. En este caso, el consumidor tiene derecho a solicitar la devolución del saldo que queda pendiente. Si transcurridos siete meses continuamos sin recargar, la línea quedará inoperativa y perderemos el número.
Movistar, por su parte, también tiene una caducidad de seis meses en sus tarjetas prepago. Estos seis meses se renuevan cada vez que hacemos una nueva recarga. Si no hacemos ninguna recarga y superamos este plazo, tendremos un plazo de 54 días para recargar y volver a tener validez. Superado este plazo, perderemos el acceso a nuestro número.
La importancia de informarse bien con el operador
Actualmente, la mayoría de nosotros usamos las líneas de prepago como un segundo número o una línea que tiene un uso muy esporádico, por lo que no es de extrañar que en algún momento estemos cerca de cumplir algunos de los plazos anteriores. Especialmente si somos clientes de Orange, que es la que da un plazo inferior.
Si estás pensando en comprar una tarjeta de prepago, lo mejor que puedes hacer es ponerte en contacto con tu operador para informarte no solo de las tarifas y promociones a las que te puedes acoger para calcular el precio final, también de las políticas que tengan relativas a la caducidad de la tarjeta. De este modo, podrás planificar las recargas que tengas que hacer en el caso de que no vayas a darle uso a tu SIM, pero no quieras perder el número.