Confesiones de amor y amistad en la fiesta de GH

Confesiones de amor y amistad en la fiesta de GH para despedir el verano

Confesiones de amor y amistad en la fiesta de GH para despedir el verano. Todos los miembros de la casa de GH expresaron en voz alta sus mejores deseos para las próximas semanas. Rodrigo y Bea amanecieron juntos en la cama, mientras que Pol fue el primero en dar los ‘buenos días’ a Adara

Los concursantes de la casa de Gran Hermano despertaron el día de la gala después de pasar una noche muy divertida, en la que disfrutaron de una fiesta para dar la bienvenida al otoño.

La celebración comenzó con música, baile y hasta coreografías grupales improvisadas. Adara y Bea aprovecharon un momento del inicio de la fiesta para charlar unos minutos a solas, donde la de Alcobendas confesó que le gusta Pol, pero que hasta ese momento no se lo había dicho a nadie.

Cuando llegó el momento de iniciar el juego principal por el que la organización del programa había preparado la fiesta, todos los concursantes se reunieron en un círculo y, uno por uno, expresaron sus deseos para las próximas semanas.

Álvaro fue el primero en hablar y, con su peculiar humor, dijo: “A mí no me gustaría conoceros más.

Estoy hasta los cojones de todos vosotros y no me gustaría llegar hasta la final”, siempre en tono irónica y provocando la sonrisa de sus compañeros.

Candelas, por su parte, prefirió sincerarse ante el resto diciendo: “Deseo no irme mañana. Deseo que la gente que no me ha dejado conocerla, me deje conocerla. Que soy muy buena gente».

El juego se detuvo de forma repentina cuando se escucharon gritos que provenían de fuera de la casa, por lo que el Súper volvió a subir la música para evitar que los concursantes escucharan cualquier mensaje del exterior.

Los ‘buenos días’ de Bea a Rodrigo y de Pol a Adara 

Nada más encenderse las luces de la casa, pudimos ver cómo Bea y Rodrigo estaban en camas juntas. ‘Naranjita la lía’, nada más despertarse, comenzó a masajear la espalda del madrileño, que se resistió a levantarse.

En otra cama dormía Adara, que también necesitó ayuda para despertar.

Pol lo intentó una vez, sin mucho éxito, regresando minutos después y metiéndose en la cama de la de Alcobendas para darle el ánimo suficiente para levantarse, con besos y arrumacos.

Ft: teleprograma