
Cómo trabajar en la vendimia de Nueva Zelanda
Si alguna vez has soñado con viajar a Nueva Zelanda y, al mismo tiempo, ganar dinero para financiar tu aventura, hacer la vendimia en este país es una de las oportunidades más buscadas. Cada año, miles de jóvenes de todo el mundo se lanzan a vivir esta experiencia: largas jornadas entre viñedos, un ambiente internacional y la posibilidad de ahorrar rápido en pocas semanas, muy similar a la vendimia de Francia.
¿Cuándo es la vendimia en Nueva Zelanda?
La temporada de vendimia en Nueva Zelanda coincide con el final del verano en el hemisferio sur. Se desarrolla entre finales de febrero y finales de abril, aunque la duración exacta depende de la región y de la bodega.
- Duración de los contratos: entre 3 y 6 semanas.
- Horas de trabajo: mínimo de 30–40 horas semanales.
- Turnos intensos: en plena vendimia, se pueden trabajar hasta 12 horas al día y 6 días por semana.
Es una experiencia exigente físicamente, pero también muy rentable, porque en pocas semanas puedes acumular buenos ingresos.
Visados para trabajar en la vendimia
Para trabajar en la vendimia en Nueva Zelanda necesitas un visado válido. Las opciones más comunes son:
1. Working Holiday Visa (WHV)
Es la más popular entre jóvenes de 18 a 30 años (hasta 35 en algunos países).
- Permite trabajar y viajar en Nueva Zelanda durante un año.
- Tiene cupos limitados que se abren cada año entre septiembre y noviembre, y suelen agotarse rápido.
- Es perfecta para combinar la vendimia con otros trabajos temporales o viajes dentro del país.
2. Visa temporal de trabajo
Si no consigues la WHV, también puedes aplicar a una visa de trabajo temporal con una oferta concreta de una bodega. Requiere un contrato previo, pero es posible conseguirla si aplicas directamente a empresas vitivinícolas.
Empresas que contratan para la vendimia
En Nueva Zelanda hay grandes bodegas que cada año buscan personal, muchas veces sin experiencia previa:
- Indevin
- Villa María
- Pernod Ricard
- Delegat
- Yealands
- Constellation
La mayoría abre convocatorias en sus páginas web o en portales especializados como:
Nuestro consejo: no te limites a estos portales. Contacta también con bodegas directamente; hay cientos de ellas en Marlborough, Hawke’s Bay, Central Otago y otras regiones.
Sueldo y condiciones de trabajo
El atractivo de la vendimia está también en lo económico:
- Salario mínimo: alrededor de 23,5 NZD por hora (aprox. 13 €).
- Extras: turnos de noche suelen pagarse más.
- Experiencia: si ya has trabajado en vendimia y repites, es habitual que suban la paga.
Con las largas jornadas, es posible superar fácilmente las 50–60 horas semanales durante el pico de la vendimia. Eso significa que, en pocas semanas, puedes ahorrar lo suficiente para financiar viajes largos por el país o incluso por Oceanía o incluso continuar tu aventura por el Sudeste Asiático.
Beneficios adicionales
Muchas bodegas ofrecen beneficios extra para facilitar la vida de los trabajadores:
- Comida: algunas siempre, otras a partir de jornadas de 12 horas.
- Alojamiento: gratis, más barato de lo habitual, o te ayudan a conseguirlo.
- Transporte: en ciertos casos, bus de empresa (por ejemplo, en Indevin).
- Equipo de seguridad: zapatos con punta de acero, casco, guantes, ropa de trabajo y abrigo.
Conviene preguntar en la entrevista qué beneficios incluye cada bodega.
Inglés y ambiente de trabajo
¿Hace falta tener un buen nivel de inglés? La respuesta corta es no.
- En muchas bodegas, hasta el 95% de los trabajadores son latinos.
- La entrevista puede ser en inglés, pero los trabajos suelen ser simples y repetitivos.
- Las tareas se explican con “work orders” fáciles de leer.
El inglés no es un impedimento para trabajar, aunque sí es recomendable aprovechar la experiencia para practicar y mejorar.
Consejos clave para postular
- No mientas en la entrevista: si descubren que inventaste experiencia, no te contratarán.
- No necesitas experiencia previa: te enseñan todo, solo hace falta actitud.
- El puesto base es cellar hand, pero si tienes conocimientos en áreas como laboratorio, puedes aplicar a roles más técnicos.
Alternativas y recursos útiles
Trabajar en la vendimia es una gran oportunidad, pero conviene ir preparado y conocer opciones complementarias:
Cuidar casas en Nueva Zelanda
El alojamiento puede ser caro en Nueva Zelanda. Una alternativa es el housesitting, es decir, cuidar una casa y sus mascotas mientras los dueños están de viaje.
Seguro de viaje
Es fundamental viajar con un seguro de viaje que te cubra desde el primer día. Además, en muchas ocasiones es requisito para obtener el visado.
Otros trabajos en Nueva Zelanda
Muchos trabajadores enlazan la vendimia con otros empleos agrícolas: recolección de kiwis, manzanas o cerezas. Esto permite alargar la estancia y seguir generando ingresos.
Seamos claros.
La vendimia en Nueva Zelanda es una experiencia intensa, bien pagada y única. En pocas semanas puedes trabajar duro, ahorrar dinero, mejorar tu inglés y rodearte de gente de todo el mundo. Además, con la Working Holiday Visa tendrás la libertad de combinar la vendimia con viajes o con otros trabajos temporales en el país.
Es la puerta de entrada para mochileros que quieren algo más que ser turistas, para quienes buscan vivir un país desde dentro y no solo mirarlo a través del cristal de un autobús o de un hostal. La vendimia te obliga a integrarte en un ritmo distinto: madrugar, trabajar codo a codo con personas de todo el mundo, aprender palabras en inglés que no están en los manuales y descubrir que un salario bien trabajado en pocas semanas puede financiar meses de libertad.
También está pensada para quienes desean combinar la aventura con el aprendizaje. No hablamos solo de mejorar el idioma: hablamos de aprender a convivir con realidades diferentes, de probar la vida comunitaria en un hostal de mochileros o en una casa de campo, de pasar de la rutina urbana a estar rodeado de montañas, viñedos y noches estrelladas.
Y está, sobre todo, para quienes entienden que trabajar en el extranjero no es solo una forma de ganar dinero, sino un ejercicio de independencia y de adaptación. Porque en esas semanas de vendimia aprendes a moverte en un país nuevo, a gestionar tu tiempo, a buscar soluciones cuando las cosas no salen como esperas, y a valorar el esfuerzo que hay detrás de cada copa de vino.
En definitiva, la vendimia en Nueva Zelanda es mucho más que un trabajo estacional: es un trampolín vital. Para unos será el inicio de un viaje más largo por Oceanía; para otros, una oportunidad de mejorar su inglés o sumar experiencia internacional; y para muchos, un recuerdo imborrable de una etapa en la que decidieron salirse del guion y vivir el mundo de otra manera.