Cómo sacar una boleta de auxilio en Ecuador

Cómo sacar una boleta de auxilio en Ecuador

Cómo sacar una boleta de auxilio en Ecuador. La boleta de auxilio es una de las 12 medidas de protección. Es un trámite gratuito y lo puede solicitar cualquier persona que se sienta en situación de riesgo. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.

La boleta de auxilio es un recurso legal que busca proteger a víctimas de violencia física, verbal, psicológica y sexual. Este documento debería servir para impedir que el agresor se acerque a la persona que lo ha denunciado. En Ecuador, esta medida de protección se puede solicitar en diferentes instituciones.

En el artículo 558 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) existen 12 medidas de protección para quienes se sientan en situación de riesgo, y eso incluye a las víctimas de violencia. Entre las 12 está la boleta de auxilio. En la Ley Orgánica para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres también se detalla cómo se debe pedir y en qué momentos se puede otorgar.

Te explicamos para qué sirve y cómo sacar una boleta de auxilio.

Dónde solicitar una boleta de auxilio en Ecuador

Este documento, que es gratuito, se puede solicitar en:

  • Una Unidad Judicial de violencia contra la mujer y miembros del núcleo familiar
  • Una Junta de Protección de Derechos
  • Una Junta Metropolitana de Protección de Derechos de la Mujer y el Adulto Mayor
  • Una Tenencia política
  • La Fiscalía General del Estado
  • Estos cinco tipos de lugares están autorizados para dar una boleta porque la idea es evitar que el sistema se sature y la respuesta sea muy tardía. Si la respuesta tarda, la boleta pierde todo su sentido de auxiliar.

Una ex miembro de una Junta de Protección de Derechos que pidió no ser identificada dice que la entidad o institución que recibe el pedido es responsable de determinar cuál medida de protección es pertinente para cada caso. Es decir, no todas las personas que van a pedir auxilio recibirán una boleta porque podrían recibir otra medida. Por ejemplo, si el agresor vive en el mismo domicilio, la medida de protección puede ser una orden de salida de la vivienda, o una prohibición de concurrir a ciertos espacios.

Para que el proceso de obtener una boleta de auxilio sea más rápido, lo más efectivo que puede hacer una víctima es determinar qué tipo de violencia o vulneración está sufriendo y cuál es el mejor lugar para buscar asistencia:

  • Si se trata de un delito como violación sexual o agresiones que generen incapacidad por un tiempo mayor a tres días, es mejor acudir a la Fiscalía.
  • Para contravenciones, como una agresión física que deje lesiones menores, insultos, o retención de documentos (cuando el agresor le quita a la víctima sus documentos de identificación u objetos personales como billetera) las Juntas pueden atender el caso y seguir el proceso.
  • Dependiendo del tipo de vulneración y el nivel de riesgo, la entidad que expide la boleta de auxilio puede entregar también un botón de pánico como parte de la medida de protección.

El botón se instala en el celular de la víctima y para hacerlo, ella debe acudir a una Unidad de Policía Comunitaria donde un agente registra el número y dirección de la persona que lo solicita para saber dónde acudir al momento que ella pida la ayuda. El botón no es portátil, es decir no se puede registrar más de una dirección. Por eso, si lo llegase a activar y los policías reciben la alerta, irán al lugar registrado por ella.

Cómo saber si puedo sacar una boleta de auxilio

No todos los casos de violencia requieren de una boleta de auxilio. La abogada Mayra Tirira, de la organización que brinda apoyo legal a mujeres Surkuna, explica que “el ánimo de las medidas de protección es que se ajusten a cada circunstancia en concreto”. Para explicarlo, pone un ejemplo: “si tienes un caso de violencia de género en el ámbito digital, ¿para qué te sirve la boleta de auxilio?”. O por ejemplo, si el agresor es alguien que vive en otra ciudad la boleta tampoco es la medida más efectiva.

Otro dato importante para pedir una boleta de auxilio es que no necesitas haber iniciado un proceso legal formalmente.

Es decir, puedes solicitar una boleta de auxilio sin haber puesto una denuncia en la Fiscalía. Pero si el motivo por el que se solicita la medida de protección involucra un delito, la entidad que recibe el caso sí debería notificarlo a la Fiscalía e iniciar un proceso en contra del presunto agresor.

Cómo sacar una boleta de auxilio

El proceso comienza cuando la víctima se acerca a una de las instituciones mencionadas que están autorizadas a expedir este documento. Ahí ella describe su situación y puede solicitar las medidas de protección.

Para hacerlo, debe entregar su datos completos (nombre, cédula, dirección) y los del agresor.

Idealmente, la boleta debería expedirse 24 horas después de la solicitud, pero por la cantidad de requerimientos en las instituciones, este proceso puede demorar más. Una vez que se entrega la boleta a quien la solicita, la institución debe notificar al señalado para que la boleta tenga efecto. Este proceso puede tardar, en condiciones normales, entre 10 y 15 días, pero a veces puede ser más, y en muchas ocasiones las autoridades no pueden localizar al presunto agresor.

Esta puede considerarse una falencia del sistema, de acuerdo con las dos expertas consultadas, porque muchas veces los agresores se esconden o no responden a los llamados de los notificadores. Entonces mientras no existe la notificación, la boleta no tendría validez.

Cómo funciona una boleta de auxilio

El objetivo de las boletas de auxilio es que, en caso de que la víctima se sienta en una situación de riesgo, pueda acudir a una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) más cercana o llamar a la policía, decir que tiene una boleta de auxilio, que su agresor está cerca o la está amenazando y, precisamente, pedir auxilio. El resultado de ese pedido de ayuda no es el mismo que el de una mujer que no tiene boleta. Tener una boleta de auxilio deja un precedente en el sistema y supone que la atención debería ser inmediata.

Mayra Tirira explica por qué: “si es que el agresor se acerca y tú tienes una boleta de auxilio y llamas al 9-1-1 podrían detener a la persona por incumplimiento de orden de autoridad legítima y eso sería otro proceso judicial”. Esto ocurriría solo si la boleta está activa.

Pero si la boleta no está activa, coinciden las dos expertas, igual sirve para “ahuyentar” al agresor. Porque cuando llega la policía, aunque no se lo puedan llevar en caso de que no haya sido notificado y la boleta no tenga validez, por lo menos hubo presencia de la policía y esto tiene un efecto en el agresor.

Consejos para que las boletas de auxilio funcionen mejor

Para que la boleta de auxilio sea más efectiva, expertas que trabajan en temas de violencia contra las mujeres recomiendan:

  • Llevar la boleta siempre: Si el agresor se te acerca en la calle puedes rápidamente buscar ayuda y activar la boleta, mostrándola.
  • Sacarle copias certificadas y entregarlas a familiares o vecinos: En caso de que la agresión suceda, un tercero —como un vecino o un familiar— puede activarla llamando a la policía y diciendo que tiene una boleta de auxilio de una persona que está en riesgo.
  • No esperar que las agresiones comiencen para activar la boleta. Intentar siempre mantener distancia del agresor y si se acerca o hay riesgo de que se acerque, activarla inmediatamente.
  • Establecer contacto con la UPC más cercana: Ubicar la UPC más cercana de tu domicilio o trabajo y contarles tu caso, para que puedan estar alertas y así brindar ayuda más rápido.
  • Verificar que el botón de pánico esté activado y que la policía ya tenga ubicada tu dirección para que puedan llegar más rápido.