Ahora que se acerca el verano, cada vez son más altas las temperaturas que indica el termómetro y, por lo tanto, podemos empezar a sentir los efectos tan molestos del calor. Para sortearlos, mucha gente instala aparatos de aire acondicionado en su casa, una herramienta muy válida, siempre y cuando quienes hagan uso de ella sean conscientes del gasto y el mantenimiento que ello implica. Respecto a esto último, es bien sabido que limpiar los filtros de dicho aparato es una parte fundamental de su cuidado, ya que así se asegura su correcto funcionamiento y se evita que acumule gérmenes y suciedad. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

De este modo, cuanto más uso hagamos de nuestro aparato de aire acondicionado, con mayor frecuencia deberemos limpiar sus filtros, que es donde se juntan partículas de polvo y polen, por no hablar de bacterias y hongos. Además, si se trata de un aparato con bomba de calor que se ha utilizado también durante el invierno requerirá también de una mayor atención que si solo se usa durante los meses con las temperaturas en su punto álgido. De cumplirse esta última alternativa, la limpieza debería realizarse, como mínimo, dos veces al año, cuatro si también lo hemos usado para calentar la casa durante el invierno.

El lugar en el que se tiene que concentrar la limpieza son los filtros del aparato, es decir, esas rejillas responsables de filtrar el aire que nos llega de todos esos gérmenes e impurezas. Para acceder a ellos, lo primero que habrá que hacer es desconectar el aparato de la red eléctrica, para asegurarnos de que no existe posibilidad de sufrir un accidente con la corriente que lo mantiene activo. Una vez esté desconectado, se podrá proceder a desmontar el aparato, un proceso que inicia levantando la tapa delantera de la máquina, que protege el frontal del sistema.

Una vez quitada la cubierta, se podrán localizar los filtros: una red con agujeros muy pequeños y varios marcos para su fijación en el aparato que habrá que retirar con cuidado. Cuando los tengamos, el siguiente paso será lavarlos, primero con un trapo, para quitar la primera capa de suciedad, y luego con agua fría -en ningún caso hay que usar otros productos como el jabón-. Cuando ya estén del todo limpios, habrá que dejar que se sequen para luego volver a colocarlos en la máquina, que luego cubriremos de nuevo con la tapa delantera. Con esto, solo faltará volver a enchufarla a la corriente y comprobar que funciona adecuadamente.

Aunque los filtros es una parte del aire acondicionado que, por cuestiones tanto de salud como del funcionamiento de la máquina, conviene limpiar con regularidad, hay otras partes del sistema que conviene atender, como el desagüe del split o las unidades exteriores e interiores. Además, siempre es recomendable contar con la atención de un profesional que, cada pocos años, se asegure de que nuestro aire acondicionado funciona adecuadamente.

Por último, sería óptimo estar pendientes del condensador exterior, en caso de que lo tenga, y limpiar su interior con ayuda de un cepillo o un soplador, así como asegurándonos de que a su alrededor el área permanece despejada y no obstruye el flujo de aire. Este tipo de cuestiones ayudarán a que tu aparato siga funcionando con el paso de los años, algo en lo que también ayudaría reducir la carga de trabajo del mismo, ya sea evitando cambios bruscos de temperatura o programándolo para que se ajuste a los diferentes momentos del día.