Cómo instalar un cargador para mi coche en casa
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A la hora de dirigirnos hacia el que es coche eléctrico, es importante contar un cargador en casa. En distintas ocasiones son los propios fabricantes los que hacen por incluirlo a la hora de su compra, pero no todos lo ejemplifican de la misma manera. Tanto es así que los hay (cada vez menos) porque se pueda adquirir aparte, así como realizar la instalación por tu cuenta. Pero, ¿cómo podemos hacerlo?
Tener un cargador en casa sí vale la pena
Ha llegado el momento: somos propietarios de un coche eléctrico, pero más allá de todo lo que vendrá con él, lo primero que tenemos que prever es que deberás tener acceso a tu propio cargador, el punto de recarga. Hacia ello, es normal hacernos diversas preguntas, como puede ser si es necesario, si vale la pena y, llegado el caso, cuánto cuesta realizar su instalación.
Y es que sí. Para disfrutar de uno de estos coches es imprescindible poder cargar el coche eléctrico en casa. Este, como tal, es uno de los grandes alicientes que propone la electromovilidad a los usuarios de este tipo de vehículos. Porque eso de tener que ir a la gasolinera a repostar es cosa del pasado, o debería serlo.
Aunque la instalación de estos puntos, también conocidos como wallbox, no es exactamente necesaria porque todo coche eléctrico se puede cargar a través de un enchufe doméstico tipo Schuko, sí es recomendable porque se hace a baja potencia (tardando más tiempo) y es menos segura. De ahí que sea tan interesante instalar un cargador para nuestro coche en nuestra vivienda.
Dónde ubicarlo
En la actualidad, y gracias la cada vez mayor ubicación de este tipo de vehículos en nuestras calles y ciudades, existen numerosas redes que pueden facilitarnos mucho el acceso a puntos de recarga, incluso, plataformas colaborativas que permiten a los usuarios compartir su cargador cuando no lo están usando.
Todo ello nos lleva al mismo punto: antes o después necesitaremos contar con un punto de recarga en casa. Y para hacerlo, podemos realizar su instalación tanto al aire libre como en interior, aunque si contamos con un garaje cubierto puede ser hasta más gratificante. Básicamente, las opciones se resumen en disponer una plaza de aparcamiento propia.
Disponible para hacerlo tanto al aire libre como en interior (tipo garaje comunitario), el equipo instalado debe poder soportar las inclemencias del tiempo. La toma de corriente o el cargador deben estar conectadas al cuadro eléctrico de la vivienda con protecciones eléctricas dedicadas al dispositivo de carga instalado. Esto se traduce en la potencia que podemos tener contratada en nuestra casa.
Cuando la carga convencional se realiza en el hogar, se emplea la intensidad y el voltaje eléctrico que la propia vivienda tenga contratados, por ejemplo, 16 amperios y 230 voltios. Sólo se necesitará autorización por parte de la comunidad si al realizar la instalación se necesita realizar la conexión de la derivación a un contador comunitario o si implicara realizar una preinstalación en el edificio.
Cómo podemos hacerlo y sus precios
Una vez lo tengamos ubicado, el planteamiento nos referirá las obras de instalación, la cual recomienda realizar una preinstalación común para todo el garaje que garantice el suministro cuando la demanda sea mayor. Aquí tenemos dos opciones: o bien consultar a nuestro fabricante para que sean ellos los que nos monten la instalación del cargador del coche en casa, u optar por el que puede ser un instalador especializado. Actualmente, gran parte de los concesionarios están en disposición de hacernos la instalación.
En una vivienda unifamiliar, el proceso será sencillo. El especialista (siempre profesionales) primero hará un estudio para planificar la instalación. El informe incluirá la ubicación, la ruta de canalización que conectará el cuadro eléctrico y el cargador, y la calidad de carga. Una vez esté disponible el estudio, se hará todo el cableado con un circuito exclusivo desde el equipo de medida hasta el lugar donde se ubique el punto de recarga.
Para el precio, no hay uno único estipulado. Esto dependerá de factores cómo el instalador, el tipo de vivienda o el punto de carga. Para el caso de las que pueden ser comunidades de vecinos, éste puede oscilar los 1200 euros en total, mientras que para las viviendas unifamiliares se suelen tener cifras menores, alrededor de los 850 euros. Igualmente, mediante los planes de ayudas del Gobierno, como el Moves, se concede a particulares -y empresas- ayudas del 70 al 80 % del precio total de la compra e instalación de cargadores privados.