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Cómo evitar la meningitis enfermedad que puede causar la muerte

México enfrentó recientemente un brote de meningitis que provocó preocupación en el sector salud debido a que se registraron varias muertes atribuidas a esta enfermedad. Por ello los esfuerzos de las autoridades sanitarias se centraron en contener la propagación y en tratar a los afectados. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

La Secretaría de Salud federal recalcó este día que las campañas de vacunación son claves en la respuesta ante este brote.

En el contexto del Día Mundial contra la Meningitis, celebrado este 24 de abril, se reveló que, en 2019, aproximadamente 236 mil personas fallecieron a causa de esta enfermedad a nivel global, con un impacto considerable en niños menores de cinco años.

La meningitis, una enfermedad que acarrea una inflamación significativa de las capas que resguardan el cerebro y la médula espinal, se identifica principalmente por ser combatida efectivamente mediante la inmunización con vacunas contra Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae, de acuerdo con especialistas del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velazco Suárez” (INNNMVS) y del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”.

Personas con sistemas inmunológicos comprometidos o expuestas a factores de riesgo como el tabaquismo son particularmente susceptibles a desarrollar formas graves de meningitis.

La sintomatología de la meningitis, que incluye fiebre, dolor de cabeza, y rigidez en el cuello, puede variar considerablemente y empeorar rápidamente. La detección temprana y el tratamiento adecuado son cruciales para evitar complicaciones graves o incluso la muerte.

Esta condición afecta a individuos en todas las etapas de la vida, siendo especialmente vulnerables los recién nacidos, niños, niñas y personas de edad avanzada.

Las variantes bacterianas de la enfermedad se destacan por ser las más perjudiciales, provocando una reacción inflamatoria severa en el sistema nervioso central, lo que puede comprometer funciones críticas como la respiración y la presión arterial.

La transmisión de las bacterias causantes de meningitis ocurre principalmente de persona a persona a través de la expulsión de fluidos por la nariz y boca durante actividades como toser o estornudar.

Además de las meningitis infecciosas, existen formas no infecciosas provocadas por condiciones inflamatorias o autoinmunes y neoplásicas, vinculadas con la presencia de tumores.

¿La meningitis es contagiosa?

La meningitis fúngica, una enfermedad provocada por la infección de hongos que afecta las membranas cerebrales y de la médula espinal, ha encendido alertas en el sector salud debido a su periodo de incubación extenso y variante, según indicaron especialistas.

Este tipo de meningitis, que no se trasmite de persona a persona, podría poner en riesgo a individuos expuestos a ciertos ambientes o mediante el uso de equipo médico contaminado. Es esencial que aquellos que pudieran estar expuestos consulten a su médico para evaluaciones pertinentes.

La enfermedad se caracteriza por síntomas que pueden demorar semanas en manifestarse o ser inicialmente leves, tales como fiebre, náuseas y rigidez en el cuello, pudiendo agravarse rápidamente.

La infección generalmente se adquiere por la inhalación de esporas fúngicas que, al propagarse al cerebro o la médula espinal desde los pulmones, provocan la enfermedad.

Aunque no se transmite entre humanos, la contaminación de material médico, como jeringas o agujas durante procedimientos médicos, representa una vía de contagio, destacando incidentes en clínicas de México como ejemplo de riesgos asociados a prácticas inseguras.

Expertos en salud, como Scott Roberts de Yale, subrayan la importancia de adherirse a protocolos de seguridad estrictos para prevenir la meningitis fúngica, especialmente en contextos médicos donde la esterilización del equipo es crucial.

Este tipo de contaminación no es exclusivo de ninguna región, pero variaciones en las medidas de control pueden incrementar el riesgo de infección para pacientes sometidos a intervenciones quirúrgicas o tratamientos que requieren inyectables.

En este contexto, Skinner enfatiza la imperiosa necesidad de buscar a quienes pudieran estar en riesgo, para instruirlos sobre la importancia de realizarse pruebas diagnósticas y acudir a consultas médicas preventivas. Este llamado a la acción refleja la urgencia de implementar medidas preventivas y educativas frente a un riesgo sanitario de consecuencias potencialmente graves.