Cicpc investiga el entorno del capellán

Funcionarios del Cicpc investigan el entorno social del capellán de la Marina, Reinaldo Herrera, de 50 años de edad, desaparecido desde el jueves y hallado muerto con cinco tiros el sábado en el distribuidor Mampote, con acceso a la Gran Mariscal de Ayacucho, en sentido a Caracas, ante la presunción de que algún allegado habría dado pistas para que lo plagiaran.

El hermano de la víctima, Israel Herrera, dijo que han mantenido contacto con los pesquisas desde que les informaron que en el distribuidor Mampote hallaron el cadáver de un hombre sin identificación con las características de su familiar.

«A él lo encontraron sin identificación porque nunca apareció su cartera y por eso nos pidieron que fuéramos a verlo. Tampoco aparecen las llaves de su vehículo Aveo de dos puertas que logró estacionar en las Residencias Caurimare. Nos han explicado que están haciendo las investigaciones del caso». El Ministerio Público designó al fiscal 30º del estado Miranda, Carlos Hurtado, para investigar el caso.

Herrera explicó que desde que supo que su hermano estaba desaparecido, realizaron la denuncia en la División de Personas Desaparecidas del Cicpc: “Mi hermana y una sobrina identificaron el cadáver en el distribuidor Mampote, que fue donde lo hallaron y a mí me tocó identificarlo en la morgue de Los Teques. Esto es muy fuerte. Desde el jueves no he dormido y he perdido la noción de los días», manifestó.

Félix Regalado, amigo de la familia del sacerdote y dueño del apartamento ubicado en las Residencias Caurimare, en donde el capellán tenía planificado dormir el jueves por la noche, informó que una comisión del Cicpc halló en el distribuidor Mampote un implante dental con seis dientes que pertenecía a la víctima y que es una de las evidencias de interés criminalístico que analizan los pesquisas.

“Lo que se maneja es que cuando abordaron a Reinaldo para que subiera al apartamento, se resistió. Él se sacrificó porque no quería subir con esos maleantes que lo interceptaron cuando bajó a estacionar el carro en el garaje”, dijo Regalado.

Adiós. Acceder en vehículo a la parcela 27 del Cementerio del Este ayer en la tarde era casi imposible, debido a la cantidad de autos estacionados en el lugar donde fueron sepultados los restos del padre.

Al camposanto llegaron funcionarios de la GNB en un metrobús. También asistieron conocidos del capellán en una camioneta de la Ruta Popular de Pdvsa. En autobuses alquilados llegaron amigos del presbítero que vinieron a la ciudad desde La Guaira y profesores del colegio Belén de Los Magallanes de Catia, que como en el colegio Champagnat, no hubo clases por luto.