El argentino Lionel Messi, rey del Barça, y el brasileño Neymar, su príncipe heredero, se han repartido armónicamente el poder en su club en el inicio de esta temporada, pero cada uno defenderá sus intereses hoy en el amistoso entre sus selecciones en Pekín.
Messi, que ha sido galardonado cuatro veces consecutivas con el Balón de Oro, está convencido: Neymar, la otra estrella del Barcelona, es capaz de, algún día, conseguir la mayor distinción individual del fútbol mundial.