Rubén Israel, técnico de Barcelona, no pudo ocultar su tristeza por la caída en la final de ayer de 3-0 ante Emelec, sin embargo, el adiestrador charrúa encontró consuelo en el apoyo que le brindaron los hinchas toreros.
“Siento una gran tristeza de no ver este estadio lleno (el Monumental), de no gritar Barcelona campeón, esto nos invade el alma a todos, junto con los directivos, pero sabemos que estamos en buen camino”, comentó el DT.