Caso contrario, consideró que significará una perdida para ciertos partidos políticos más aún cuando Álvaro Noboa podría captar los votos blandos en los próximos comicios.

Marcela Aguiñaga, asambleísta por la Revolución Ciudadana, destacó que el contexto electoral es un factor importante para alcanzar los 91 votos que se necesitan en el Legislativo para censurar y destituir a la ministra de Gobierno, María Paula Romo.

“Es claro que todas las fuerzas políticas están calculando (…) Qué ganan defendiendo a un personaje que tiene muy poca credibilidad”.

La legisladora señaló que las fuerzas políticas deberán analizar lo que ganan o pierden con esa votación, más aún que ahora en la contienda electoral se sumó Álvaro Noboa que podría captar los votos blandos: “CREO se la debe estar pensando bien”

“Una fuerza política que quiera tener resultados, protagonismo, buenos escaños en la Asamblea, ¿qué le puede favorecer no dar los votos en este juicio político? A una funcionaria que tiene números bajos y con una ciudadanía esperando que este Gobierno termine pronto”.

En cuanto a la actuación del Partido Social Cristiano (PSC), Aguiñaga mencionó que ya ha definido su posición por lo que dijo esperar que actúen de forma orgánica; a ello se suman los votos de los ex Creo, ex Suma e independientes: “Pachakutik también se la juega de por medio. Estamos cerca de poder alcanzar la censura de la ministra”.

Respecto a la posición de la Revolución Ciudadana, puntualizó que una de las interpelantes del juicio político es Amapola Naranjo, que pertenece a su bancada, razón por la cual la votación será coherente: “Sin embargo es claro que algunos miembros del Badi calcularán su voto por estas investigaciones del reparto, más la bancada de PAIS que caerá en una suerte de negociación (…) y ojalá esto no sea un toma y daca para salvar a este personaje nefasto”.

Sin embargo indicó que de no darse la censura, será una raya más al tigre pues la Asamblea ya está desacreditada con un presidente como César Litardo que mantuvo el pedido de juicio político durante un año en su despacho.