Es gracias a la luz solar que podemos observar la luna. A lo largo de cada mes, el satélite natural completa una órbita alrededor de la Tierra, cambiando la porción de su cara iluminada que es visible desde nuestro planeta. Estos cambios son conocidos como fases lunares. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

“La cantidad de luna que vemos cambia a lo largo del mes porque la luna orbita alrededor de la tierra y la tierra gira alrededor del sol”, según la NASA.

Las fases lunares son ocho: luna nueva, cuarto creciente, cuarto menguante, gibosa creciente o creciente convexa, luna llena, gibosa menguante, cuarto menguante y cuarto creciente.

Según National Geographic, la palabra «gibosa» tiene su origen en el latín y significa «joroba», usándose durante siglos para describir formas redondeadas o convexas.

Algunos nombres de las fases lunares se repiten debido a que la sombra de la Tierra sobre la Luna puede alterar la apariencia de ciertas fases. Por ejemplo, el ‘cuarto menguante’ puede parecer desplazado hacia la derecha o la izquierda, dependiendo del momento del ciclo lunar en que nos encontremos.

Esta variación en la posición de la sombra terrestre hace que, aunque el nombre de la fase sea el mismo, su aspecto visual pueda cambiar día a día a lo largo del mes, según el artículo Fases lunares de National Geographic.

Esta etapa se da cuando la porción iluminada de la Luna se orienta principalmente opuesta a la Tierra, permitiendo que sólo una fracción sea visible desde nuestro planeta. Conforme la órbita lunar expone el lado diurno de la Luna, la parte iluminada por el sol parece aumentar.

Una media luna creciente surge poco después del amanecer y se oculta poco después del atardecer, saliendo cada día un poco más tarde. Es más fácil de observar en la noche, cuando el cielo ya está oscuro.

La Luna está transitando la cuarta parte de su recorrido mensual, permitiéndonos observar la mitad de su superficie iluminada. El cuarto creciente emerge cerca del mediodía y se oculta alrededor de la medianoche.

La página de la NASA menciona que durante la noche, la luna se encuentra alta en el cielo, ofreciendo una vista clara.

Casi la mitad de este satélite natural está compuesto por oxígeno, un 42%, pero no en forma gaseosa respirable; se encuentra en las formaciones rocosas, de acuerdo con la revista espacial mexicana MX Space.

El oxígeno se combina fácilmente con otros elementos, como el hierro para formar óxido de hierro, óxidos de silicio y con el aluminio, que se oxida rápidamente, resultando raro encontrar aluminio puro. Los siguientes elementos más abundantes en la Luna son el silicio con 21% y el hierro con 13%. En el quinto lugar está el aluminio con 7%.

La razón por la que la luna tiene tanto oxígeno se debe a que proviene de la Tierra.

“Se ha demostrado que existen vientos que vienen desde la Tierra hasta la Luna que cargan iones de oxígeno, y esto ha pasado por millones de años, por lo que no es de sorprenderse que casi la mitad de la Luna esté hecha del comburente universal”, menciona la revista.

El cuarto elemento más abundante en la Luna es el calcio, con un 8%. Luego el magnesio con 6% y finalmente el titanio con una proporción entre 2% y 1%. El titanio es particularmente más abundante en la Luna que en la Tierra, donde representa solo un 0.63% de la corteza terrestre y es el séptimo metal más común.

El 1-2% restante de la composición lunar incluye elementos como sodio, potasio, cromo, manganeso, azufre, fósforo y torio.

“Así como en la Tierra, no es fácil estimar con exactitud de qué está hecha la Luna, sobre todo si el último viaje que ha hecho la humanidad fue el 7 de diciembre de 1972 por medio de la misión Apolo 17. Hasta que volvamos a la Luna podremos hacer estimaciones y teorías sobre los secretos que esconde bajo su corteza” concluye el artículo.