¿Posponer o no posponer la alarma? He ahí la cuestión

Durante el transcurso del sueño el cuerpo se prepara una hora antes para volver a despertarse, lo que provocaría que si te levantas y te vuelves a dormir consecuentemente no se prepararía para cerrar el ciclo normal sino para volverlo a comenzar, es por ello que en muchos casos las personas se vuelven a quedar dormidas profundamente y esos cinco minutos se convierten en horas.

“El sueño que conseguimos entre los despertares no es nada reparador”, dice el especialista en medicina del sueño Eduard Estivill, citado por BBC. Esto significa que —aunque parezca lo contrario— interrumpir nuestro sueño así, no representa una ayuda sino que empeora nuestro descanso.

Las posibles consecuencias de no levantarse a la primera alerta de alarma como lo explica el portal El Mundo, pueden ser las siguientes: pérdida de memoria, menor capacidad de reacción y disminución del rendimiento durante la jornada.

Estas consecuencias implicarían que si postergas tu alarma, tu estado anímico no permitirá que te desarrolles tus habilidades de la misma forma que antes, y lo peor de todo: pasarás con sueño durante tu jornada.