¡India ya no sabe qué hacer con sus vacas sagradas!

Comen zapatos, plásticos, madera…

Hace un año, el gobierno destinó unos cien millones de euros para construir albergues que acaben con las “vacas errantes”, pero hay demasiadas reses y su número no para de crecer.

“Todos rezan a la vaca, pero existe muy poca protección. La vaca es el animal más maltratado de la India”, asegura Ambika Shukla, gerente del centro de acogida de animales Sanjay Gandhi, en Nueva Delhi, considerado el más antiguo y de mayor tamaño del país.

En ese lugar, varios veterinarios se afanan en extraer kilos de plásticos del estómago de las vacas. Un animal que luce gordo, tumbado en el suelo en una esquina del recinto, es primero sedado y después los veterinarios, tras depilar la zona de la escisión, comienzan a extraer con esfuerzo, durante tres horas, todo tipo de basura. Hasta 78 kilogramos de su estómago: zapatos, madera, pelotas y fundas de plástico, corcho, cristales…

El problema es tal que cuando el estómago de estas vacas queda taponado por desechos plásticos, el animal deja de comer y de defecar, su cuerpo se hincha y comienza una agonía que solo acabará cuando fallezca por inanición o atropellada.

¿Por qué son sagradas las vacas en India?

En la religión hinduista se permite la adoración de los animales aunque se crea en un solo Dios, y las vacas simbolizan el fundamento de la maternidad y la vida. También representan otros valores como la generosidad y la caridad por la forma en que reparten su leche.

En sí, la vaca no es un animal sagrado al que alabar todos los días, sino un tabú para los locales que respetan a este animal cuyo simbolismo cabe encontrarlo 3 mil años en el pasado, concretamente en los textos védicos, los más antiguos de la literatura hindú.

Estos cuatro textos, escritos por el místico Viasa, se referían a la vaca como Devi (Diosa) o Aditi (Madre de Dioses), cuya leche alimentaba el mundo y la privaba de ser sacrificada a los dioses, a diferencia de otros animales como el toro o el buey. La vaca sagrada (surabhi) era la enviada del dios Krishna a la Tierra para alimentar con su néctar a los hijos de la India y establecer una conexión entre ambos mundos.