Bastión Popular, la ‘capital del encebollado’
CRECIERON LOS CEVICHEROS
Tres de los cinco hermanos Villamar pusieron sus negocios de encebollados. Danny Villamar Meza abrió su local en la parroquia La Aurora, junto a la estación de buses Panorama. Con su esposa Andreína Matamoros, con quien ha procreado tres hijos, y tres amigos que lo ayudan en la preparación de la yuca y el pescado, se abrieron paso hace diez años y hasta ahora les va bien, cuentan con su propia clientela.
Igual ocurre con sus ñaños Ángel Iván, quien tiene un local en la ciudadela La Alborada, y Yuliana con su esposo Wilmer Meza en Samborondón.
Hace aproximadamente ocho años emigraron desde Manabí sus primos, sobrinos y algunos vecinos, para meter mano en la preparación de encebollados.
Todos llegaron al mismo lugar: la manzana 1.094 del bloque 8 de BastiónPopular que ahora huele a ceviche y encebollado, porque allí elaboran todo, para luego salir a los diversos puntos de la ciudad donde tienen sus locales para atender a la clientela.
“Somos alrededor de 30 personas que nos dedicamos a este negocio, ya sea vendiendo o ayudando a preparar, porque unos pelan las yucas, las pican, otros hacen los chifles. Esto es una cadena, aquí todos ganamos”, dice Danny Villamar, quien ha logrado prosperar con este negocio que le ha permitido tener su casita propia y su camioneta para ir a comprar los ingredientes al Mercado de Transferencias en Montebello.
El trabajo en la cocina culmina a las 05:30 cuando agarran sus ollas, las suben a los carros y se trasladan a diferentes sitios, donde están ubicados sus establecimientos.
“Mi puesto de venta está en Las Orquídeas, ya tengo dos años en el negocio y hasta ahora me va bien. También soy parte del grupo de los cevicheros del bloque 8 de BastiónPopular”, dice con orgullo el comerciante Lauro Macías, mientras descansa junto a sus panas de la zona, luego de una ardua jornada entre mariscos y yuca.
“Al mediodía ya estamos de regreso a casa para descansar o conversar con los amigos”, dice Lauro, otro de los manabitas que llegó a esta ciudad para conquistarla con su sazón.
Y así viven en este rincón guayaco donde los Villamar y vecinos, preparan ceviches y encebollados, para aproximadamente 3 mil clientes en toda la ciudad.