Mario Canessa: José Francisco Cevallos se equivoca; no es marca política Barcelona

Aunque justifica José Francisco Cevallos su precandidatura a la Prefectura del Guayas en la teoría propia de que está “totalmente consciente de que Barcelona –club que preside– es una marca política dentro del país”, a las varias voces que reprochan esa aseveración se unió la de Mario Canessa.

“Ahí hay una gran confusión conceptual”, dijo el exfutbolista de Patria y Guayaquil Sport en entrevista en el programa City Noticias, de Radio City. Ayer el ahora comentarista se refirió a la deuda de los canarios, cuyo monto real no es revelado por la dirigencia y formuló, además, una hipótesis sobre porqué Cevallos pretende adelantar las elecciones toreras si gana la Prefectura, en lugar de ser sucedido en el cargo por uno de los dos vicepresidentes (Carlos Alfaro Moreno y Juan Cuentas).

¿Cree que Barcelona “es una marca política en el país”, como dijo Cevallos?

José Francisco se equivoca de plano; Barcelona nunca puede ser una marca política. Hay muchos personajes que lo han utilizado como plataforma política y se han lanzado al ‘estrellato’. Algunos se han dado contra el pavimento y otros supieron aprovechar lo que significa Barcelona y su popularidad. Siempre critiqué como algo de mal gusto para el barcelonismo que él acepte la Gobernación del Guayas. Combinó (ese cargo con el que ostenta en Barcelona) y eso estuvo muy mal. Tiene que decidir: política o presidencia de Barcelona. Cevallos está en libertad de hacer política, pero que renuncie porque no puede haber un proceso: si gano o pierdo, llamo a elecciones. Está creando una gran dificultad para el aficionado barcelonista al tomar en cuenta sus aspiraciones personales. Hay una gran confusión conceptual en relación con los intereses que priman sobre un club tan popular como Barcelona.

¿Cevallos antepone su interés personal al decir que planea adelantar las elecciones del club si él gana la Prefectura?

Es una posición totalmente equivocada. El nivel que él tiene de apreciación sobre la importancia de lo que es político o deportivo debe estar dentro de dimensiones iguales. No puede estar una encima de la otra. Y si quiere combinarlas está en un error terrible. Se lo he dicho personalmente y también públicamente. Pero estas incertidumbres y estas ambiciones políticas pueden trastornar. También está la vanidad, porque la política tiene que ver mucho con eso. Hay una confusión.

¿Por qué cree que no podría sucederlo uno de los dos vicepresidentes, en vez de anticipar los comicios?

Me da la impresión de que se juega con las sensaciones. Una cosa es llamar a elecciones (anticipadas) con un equipo que no participe en una final y otra es que también –y puede suceder, pero no estoy seguro– haya diferencias internas. Lo de la cantidad de la deuda ha complicado un poco (lo que hay) entre los vicepresidentes, porque no queda bien parada la institución si se confirma que la deuda pasa de los $ 40 millones. Ahí hay mucho que contestar. Me parece que hay diferencias creadas por eso. También está la aspiración de los miembros del actual directorio de continuar este proceso, como le llaman ellos, de tener mucho tiempo a Barcelona en sus manos.

En junio del 2017, Cevallos dijo en EL UNIVERSO: “Nunca voy a utilizar a Barcelona para la política”, pero hoy va por la Prefectura y ve al club como “una marca política”. ¿A qué atribuye esa contradicción?

Eso (que dijo) lo ha afectado. Cevallos lo sabe y se dio cuenta de que se equivocó de lleno en el momento en que identificó a Barcelona como una marca política. Y todavía dio ejemplos de quienes han tenido derecho a utilizar (al club políticamente); es decir, ‘si ellos lo han hecho, ¿por qué yo no?’. Es un error terrible. Él lo ha querido aclarar, pero fue tan contundente en el momento que lo dijo que la explicación que dio le ha costado muchísimo y han venido las críticas por eso.

¿Cree que ser precandidato a prefecto lo ha distraído a tal punto de decir que los medios inventaron la cifra de $ 40 millones, cuando quien lo dijo fue Cuentas?

Yo pienso que ahí hay una diferencia más. Discúlpeme, pero creo que no va tanto por ‘por qué lo dijiste o no’. Lo importante es determinar si existe semejante cantidad de dinero adeudado, así sea por contingencias, porque eso termina siendo un pasivo. Todas esas cuentas deben ser entregadas a la LigaPro como un requisito sine qua non para poder arrancar el próximo año y tener la famosa licencia. Barcelona, si se confirma ese valor, estaría en grandes dificultades para poder endeudarse al comprometer los valores que vaya a recibir para pagar pasivos anteriores. El futuro de Barcelona incluiría una reestructuración de la deuda y una falta de inversión en el equipo para el futuro. Esto considerando que está repleto de futbolistas que no rinden, de refuerzos que no han rendido. Va a entrar en una dificultad financiera –que puede ser que después de tres años la solucione– o va a tener grandes dificultades deportivas. Creo que por ahí debe ir la explicación, para que así la LigaPro la descargue ante la comunidad deportiva diciendo ‘Barcelona se somete’. Esto para poder transparentar y limpiar en el club su futuro deportivo o institucional.

¿Puede aclarar si Barcelona debe informar a la LigaPro la real cifra de la deuda para poder competir?

Aquí hay una explicación que debe dar Miguel Ángel Loor (presidente de la LigaPro). Él dijo que están buscando una reestructuración de pasivos de todos los clubes, que sumaban $ 60 o $ 70 millones. Esto significa que se someten a una reestructuración de los pasivos con base en avales, garantías o fideicomisos que dé la LigaPro. Es decir, si el club se somete a eso, y Barcelona debería estar muy interesado en que sea así, la LigaPro podría poner un interventor para conseguir regular gastos, traspasos o nuevas adquisiciones en lo que sería un Fair Play financiero. De ninguna manera hay prohibición de participar. Eso solo se daría por violaciones a las normas o convenios que se establezcan en estos nuevos procesos de reestructuración y de sanear los pasivos. No hay, en estos momentos, riesgo de que Barcelona no pueda participar.

(…)Tiene que decidir: la política o la presidencia de Barcelona. Hay una gran confusión conceptual en relación a los intereses del club.

Mario Canessa, analista de Caravana

(D)