Audi Q8 e-tron, primeras impresiones

Audi Q8 e-tron, primeras impresiones

Audi Q8 e-tron, primeras impresiones – Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.

Audi Q8 e-tron, primeras impresiones: el SUV eléctrico de lujo elimina su mayor inconveniente olvidándose del enchufe

El primer eléctrico de Audi, el que comenzara allá por 2018 la andadura de la marca en el camino de los vehículos cero emisiones, se renueva. Y lo hace con una profunda actualización que se ha llevado por delante su nombre, algunos de sus motores, la autonomía que conocíamos hasta ahora…

“Normalmente, las actualizaciones se basan en algunos cambios estéticos y ninguno mecánico. Esta vez es justo lo contrario, hemos cambiado algunos detalles de diseño pero, sobre todo, la actualización más profunda es la mecánica”, resumían desde la marca para que entendiéramos qué teníamos entre manos. Así es el Audi Q8 e-tron.

Ficha técnica del Audi Q8 e-tron

1

Un entorno propiamente Audi

Como decíamos, poco ha cambiado estéticamente el Audi A8. Tanto por fuera como por dentro, donde mantiene un habitáculo con tres enormes pantallas: una para el cuadro de mandos, otra para el ifoentretenimiento y una última bajo esta en la que se controla la climatización o se configura los tiempos de carga.

Los cambios por fuera son más evidentes en aquello que afecta directamente a la aerodinámica del vehículo. Las tomas de aire delanteras redirigen el aire para enfriar los frenos y mejorar la eficiencia de sus ruedas. También con unos pequeños alerones delante de las ruedas traseras, que desvían el aire de las mismas. La parrilla delantera y otras tomas repartidas por el frontal son dinámicas para abrirse y cerrarse en función de la refrigeración necesaria en el conjunto mecánico.

Por dentro, todo se mantiene igual. Y que se mantenga igual quiere decir que el interior se sostiene sobre un diseño limpio y sencillo que caracteriza a la marca de los cuatro aros. Formas planas y angulosas para un interior que ofrece la sensación de estar ante uno de los coches más avanzados de su oferta. Las firmas lumínicas o los retrovisores digitales ayudan a mantener esta percepción.

Además

El diseño del software tiene una “capa Audi” realmente marcada. El cuadro de mandos ofrece una enorme cantidad de información, pero en todo momento sabemos donde está qué y las opciones son enormes. La pantalla de la climatización también es clara y tiene unos botones grandes y fáciles de pulsar.

Sí tengo más problemas con su navegador, en ocasiones puede ser confuso cómo muestra la información y en las carreteras de Bilbao (donde hemos estado haciendo los recorridos de la presentación) con constantes entradas y salidas en sus autopistas, puede ser algo lioso seguir la ruta en algunos puntos muy concretos.

Y, parece mentira, hay tanta información en la pantalla central con la navegación activa que la pantalla de 10,1 pulgadas puede llegar a parecer pequeña. Han crecido tanto estos espacios y se ha ido optando por enormes tabletas (tanto en horizontal como en vertical) que una pantalla bien integrada en el salpicadero da la sensación ya da la sensación de ser más pequeña de lo que es. En el caso del cuadro de instrumentos, la pantalla es de 12,3 pulgadas y la del climatizador es de 8,6 pulgadas.

Además

En nuestra unidad de pruebas, el vehículo contaba con la opción de los mandos hápticos en la pantalla. Hay que ejercer cierta presión para cambiar de menú y no es suficiente con una mera pulsación sencilla en el entorno digital. ¿Preferible? Sí. ¿Mejor que unos mandos físicos para el climatizador? No. Eso sí, con esa tercera pantalla, Audi gana un enorme espacio para dividir información referente al estado del vehículo y ayuda a esquematizar mejor la estructura de los menús, que en una sola pantalla podría llegar a agobiar.

Con todo, desde Audi señalan que sólo el 10% del desarrollo del software es, de momento, responsabilidad suya. Señalan que la marca irá ganando conocimientos e invertirá en este sector en los próximos años y apuestan a desarrollar el 60% de sus sistemas a partir de 2030.

Los verdaderos cambios

Donde más cambia este nuevo Audi Q8 e-tron es en su apartado técnico. La capacidad de las baterías es más grande, pese a que su tamaño es igual. La química cambia y se consiguen meter más celdas en el mismo espacio, lo que permite crecer en energía disponible y, por tanto, en autonomía.

Acompaña su motor trasero, que también ha sido rediseñado para ofrecer la misma potencia con menor consumo. Con esta renovación, el Audi Q8 e-tron debería ser sensiblemente más eficiente. De hecho, sus cifras de homologación bajo ciclo WLTP apuestan por ello:

2

En esta presentación, la toma de contacto ha consistido en un recorrido de más de un centenar de kilómetros, con gran presencia de carreteras secundarias sinuosas, con mucha subida pero, también mucho espacio para jugar con la frenada regenerativa y, por tanto, recuperar kilómetros. La autopista ha quedado relegada a un segundo plano.

Con una conducción en la que no hemos buscado consumos pero tampoco hemos sacado todo el partido a las prestaciones más deportivas del SUV eléctrico de Audi, el consumo ha quedado en una media de 23,2 kWh/100 km con la versión de Sportback del Audi Q8 e-tron 55, lo que nos permitiría hacer casi 470 kilómetros sin parar a recargar.

Con un coche que pesa 2.585 kg, es de esperar que en carretera abierta este consumo sea sensiblemente más alto. Pese a ello, el Audi Q8 e-tron se acercará mucho en esta versión a los 400 kilómetros disponibles de autonomía, lo que debería servir a la mayor parte de los conductores. El salto en este aspecto es diferencial.

Además

Se ha aumentado la potencia pico en las cargas rápidas hasta 170 kW (antes era de 150 kW) pero, además, desde la marca germana destacan que son capaces de mantener potencias superiores a 100 kW hasta casi el 80% de la capacidad total de la batería, lo que reduce el tiempo de carga. En corriente alterna, el coche carga a 11 kW de potencia de serie y puede admitir 22 kW si se elige en opción.

Dinámicamente, el Audi Q8 e-tron vuelve a destacar por una muy buena pisada y un aislamiento a la altura. Los mayores problemas los encuentra cuando la carretera es muy revirada y se opta por una conducción más agresiva. No hay problema en llevar el coche allí por donde se le requiere pero sí es cierto que su peso se deja notar a la hora de trasladar las masas.

El freno, eso sí, lo noto más conseguido que en otros coches eléctricos, donde existe cierto punto muerto en la primera fase del recorrido para luego frenar con mayor brusquedad. En este caso, tiene un tacto más natural. Pero, sobre todo, sorprende su frenada regenerativa. Tiene tres niveles manuales (a seleccionar con las levas) y una opción automática que gestiona su implicación en función de qué tiene delante. Por ejemplo, utiliza una mayor frenada regenerativa cuando se acerca a una rotonda. En estos casos, cumple a la perfección.

Además

Es muy bueno el funcionamiento de su control de crucero adaptativo. Con todas las ayudas activadas, mantiene el vehículo en el centro del carril y no peca de acelerones o frenzaso bruscos. Además, se adapta a la señalización de la vía pero también al tipo de obstáculos que tiene por delante. Así, ante una curva cerrada, frenará hasta tomarla a una velocidad baja.

Su comportamiento ha sido tan bueno que nos hemos animado a ponerlo a prueba en situaciones realmente complicadas. Si bien en una autopista puede exasperar al resto de conductores por su infatigable cumplimiento de los límites máximos de velocidad, en carretera secundaria ha llegado a comportarse realmente bien, tomando curvas a muy baja velocidad cuando así lo requería la situación. Sólo en un caso nos vimos sorprendidos por tomar demasiado rápido el giro pero, como digo, fue en una situación extrema que raramente un conductor utilizará.

En resumidas cuentas, lo más interesante de esta profunda actualización es el enorme salto que se da en autonomía con este Audi Q8 e-tron. Un nuevo nombre para el SUV de lujo que también sirve como declaración de intenciones. El e-tron ya no es una excepción en la gama de Audi, los eléctricos ya forman parte de su catálogo habitual y este modelo simplemente se reposiciona como el Audi Q8 eléctrico, normalizando su presencia.

Desde la marca aseguran que nada ha cambiado en su hoja de ruta con la puerta abierta de la Unión Europea a los combustibles sintéticos. Esperan que a partir de 2026 todos los coches que se presenten sean puramente eléctricos y, a partir de 2033, dejarán de producir motores de combustión.

En cuanto a su precio y lanzamiento, el Audi Q8 e-tron ya está disponible en nuestro país en sus versiones 50 y 55 pero tendremos que esperar para conocer estos detalles de la gama S.

3