No son pocos los hogares en los que, por costumbre, se apaga el televisor directamente desde la regleta. Muchos de ellos lo hacen para tratar de reducir el consumo eléctrico o evitar que los dispositivos queden en modo reposo, pero puede terminar saliendo más caro.

A primera vista parece un buen método para ahorrar, pero puede provocar daños internos en el televisor y afectar a su funcionamiento a largo plazo. Sigue leyendo y descubre por qué debes evitar esta práctica si no quieres arruinar su vida útil.

Las regletas son muy cómodas, sobre todo si tenemos varios dispositivos conectados a ellas, como la propia televisión, un móvil cargando, la videoconsola, los altavoces o incluso el router. Son cómodas porque con solo pulsar un botón, estarás cortando la energía de todo el conjunto, pero, ¿a qué precio?

¿Es malo apagar el televisor desde la regleta?

Las televisiones actuales, especialmente las Smart TV, están diseñadas para apagarse de manera controlada, gestionando procesos internos que se interrumpen si la energía se corta de forma brusca. Al desconectarlas desde la regleta, este proceso natural no llega a completarse y se expone el dispositivo a picos eléctricos o fallos en su sistema de alimentación.

Cada vez que encendemos o apagamos una televisión, su electrónica realiza una secuencia de arranque y cierre controlada. Los circuitos y condensadores se cargan y descargan de manera gradual para evitar sobrecargas. Pero si el corte de corriente es repentino, como ocurre al hacerlo desde la regleta, se rompe por completo ese equilibrio. Y estos cortes eléctricos, con el tiempo, pueden derivar en un mayor deterioro de los componentes internos del aparato, sobre todo con daños en la fuente de alimentación y en las placas principales que hacen que funcione.

Pero no se queda ahí, ya que el rendimiento general del televisor también se verá afectado. Cuando se le corta la energía de repente, se interrumpen los procesos que se están realizando en segundo plano, entre los que se incluye la gestión del sistema operativo o la sincronización de los servicios en la nube. Esto hará que, cuando se vuelve a conectar a la corriente, tarde más en arrancar y mostrar los menús. Incluso, hasta se puede quedar pillado durante la carga del software.

También hay que valorar el desgaste prematuro que se provoca con este para nada recomendable hábito. Hay que tener en cuenta que la electrónica moderna, a pesar de ser resistente, no está hecha para aguantar cortes de corriente constantes.

El consumo en reposo es mínimo

Ocasionalmente puede con ello, pero si se hace con frecuencia, despídete del televisor. Los fabricantes hacen especial hincapié en que el sistema de apagado proteja sus circuitos y el consumo mínimo en reposo sea mínimo. Por tanto, si usas la regleta para apagarlo, estarás eliminando esa protección y obligando a los componentes a reiniciarse desde cero cada vez. De esta manera, se potenciará el envejecimiento de la placa base y también de otros elementos de vital importancia.

Y por último, las actualizaciones de firmware. Estas mejoran el rendimiento, añaden funciones y corrigen errores, y suelen realizarse cuando el televisor está en reposo o conectado a la red. Si cortaste la corriente con la regleta, no se instalarán estas nuevas versiones, lo que también podría poner en riesgo la seguridad de tu televisor.