Alonso exprime Singapur

Alonso exprime Singapur

Alonso exprime Singapur. Logra un meritorio séptimo puesto en su pista talismán. Triunfo de Rosberg con Ricciardo pisándole los talones. Fue un final vibrante en Singapur con el resultado de siempre. Venció un Mercedes, Nico Rosberg esta vez, solo que exigido al máximo por Ricciardo en una resolución casi al sprint.

Rosberg recupera el liderato del Mundial ante Hamilton en un día fantástico para él. También fue bueno para Fernando Alonso, autor de una estupenda séptima posición gracias a la salida y a las manos del piloto. Esta vez el circuito favorecía al McLaren y Alonso lo puso en valor.

Una magnífica salida de Alonso lo catapultó hacia ese paraje conocido: los cinco primeros, la adrenalina del éxito, el podio a la vista. El McLaren sale muy bien, lo ha demostrado este curso, y el español aprovechó los recursos a su disposición para exprimir su voluntad competitiva.

Una vez se colocó en esas plazas que dan derecho a salir permanentemente en la televisión, el asturiano gestionó su botín con eficacia.

En Singapur es bastante normal besar las vallas, tocar los muros, salir de los raíles en los que se supone viajan los fórmulas. Pero no lo hizo Alonso. Condujo con solvencia, siempre en esa franja, peleando con protagonistas del año: Verstappen, Vettel, Sergio Pérez.

Vettel protagonizó una remontada colosal, desde la última plaza, en un día sin embargo amargo para Ferrari. Raikkonen, que había adelantado a Hamilton en una pista medio imposible como Singapur.
Perdió el podio por un ataque de pánico de Ferrari. Quiso proteger su posición, entró a cambiar ruedas cuando lo hizo Hamilton y regaló la tercera plaza. Hizo un Abu Dabi, aquel desdichado episodio que privó a Alonso del tercer Mundial.

Nico Rosberg ganó la carrera con Daniel Ricciardo soplando en su oreja, merced al riesgo estratégico que tomó Red Bull para favorecer a su piloto. El alemán tuvo que enseñar carácter por fin.

Mandó a paseo a su ingeniero, cuando éste le daba referencias sobre distancias y demás. «Para, para, no digas más», le soltó al matemático por la radio.

Ft: abc