Sorín conoció la historia indígena de Pilahuín y Chibuleo en Tungurahua
‘Alli punchata chaskipay mashi Juan Pablo Sorín’ fue el saludo en kichwa que conmovió a la gloria del deporte argentino que está de visita en Ambato, provincia de Tungurahua, invitado de honor del club deportivo MushucRuna.
A las 10:30 llegó a su primer destino previsto en las comunidades indígenas. Alrededor de 50 niños y adolescentes del Colegio del Milenio de Chibuleo fueron los primeros en darles la bienvenida. Le dijeron en su lengua madre: ‘muy buenos días, bienvenido compañero Juan Pablo Sorín’ y seguido aplaudieron.
Lo recibieron con la música y vestimentanativa. El clima acompañó, los 15 grados de la zona alta no obligaron a Sorín a cubrirse tanto. Llevaba una camisetanegra y yin y su larga cabellera recogida. “Estoy muy contento de conocer la esencia de los pueblosancestrales y que haya ese apoyo en temassociales. Empecé a jugar desde muy chiquito y siempre estaba en busca del gol. Ustedes son muy pequeños pero sus sueños deben ser muy grandes. Nunca dejen de estudiar, porque los estudios van más allá que los dones y en el futuro todo nos ayudará. No pierdan su esencia que es lo principal”, aconsejó la gloria deportiva.
Mientras hablaba, los niños miraban atentos. JhonGuallco de 11 años de edad, había consultado en Internet sobre la importancia del jugador que los iba a visitar. “Soy delantero y de grande quiero jugar como Sorín”, dijo.
El mundialista no solo aconsejó a los pequeños, también se dio tiempo para jugar, fotografiarse, firmar autógrafos y danzar. Andrés Espín de siete años fue el más emotivo. Cuando se sentaron a la fotografía del recuerdo, se puso cerca y no paraba de sonreír. Su rostro emocionado resaltaba entre todos los pequeños. Luego corrió y lo abrazó. Karina Paucar de 17 años de edad, le enseñó a danzar. “Nosotros mostramos lo que somos y mediante la danza también damos a conocer nuestras raíces ancestrales, es bueno que una persona tan famosa como el jugador nos conozca”, expresó la adolescente.