“Hice algo extraordinario”

A una semana de haber llegado a tierra tras trece horas nadando en el Canal de la Mancha (que une a Francia con Gran Bretaña), la quiteña SaraPalacios confiesa que todavía no termina de aterrizar. “Jamás me hubiera imaginado tanta acogida. Es raro verme en el periódico, que me llamen los medios. Parece que sí hice algo extraordinario”, dice a EXTRA la nadadora, que se convirtió en la primera mujer y segunda compatriota en realizar el emblemático cruce.

Su travesía fue un completo éxito, no solo por haberlo logrado en menos tiempo de lo previsto, sino porque Sara quedó perfecta. Solo siente “el cansancio normal tras un esfuerzo así”, pero no sufrió ninguna lesión y tampoco las heridas que suelen resultar en la piel de los nadadores tras muchas brazadas. El secreto: “un súper ungüento”. “Mi papá es dermatólogo, entonces preparamos una crema que me puse en todo el cuerpo. Me lastimé levemente en el cuello, pero además de esa pequeña llaga, nada más”, cuenta.

Así, con fuerzas, llegó a Quito la noche del pasado domingo y tras un emotivo reencuentro con su hijaManuela, de ocho años, su teléfono no ha parado de sonar. “He recibido solo cosas buenas, palabras muy bonitas de mi familia, conocidos y desconocidos”, dice.

Apenas ahora, al notar tanto reconocimiento, ha logrado dimensionar la importancia de su hazaña y confiesa que le ha costado lidiar con la atención de la prensa: “Yo sé nadar, pero el resto de cosas me ha tocado aprender. El manejo con los medios es un tema que desconocía”.

Pero está agradecida porque este primer paso ha sido muy valorado y eso le ha motivado a seguir adelante con su proyecto, SieteMares, en el que pretende seis cruces más alrededor del mundo.

De hecho solo está esperando acabar de desempacar, descansar en serio y volver a ordenar su rutina en la capital, para poner en marcha la planificación del próximo año, donde intentará cruzar el Estrecho de Gibraltar, entre España y Marruecos y el Canal de Catalina, en California.