A los lugares donde existan o se conozca de la existencia de brotes de inseguridad o que no se garantice la integridad no entrarán los censistas y coordinadores del censo tanto el experimental como el que se hará en el 2020.

El censo experimental se efectuará este 24 de noviembre en cuatro cantones del país y el próximo año en todo el territorio nacional, según la planificación del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Roberto Castillo, director ejecutivo del INEC, señaló que dentro de la planificación que necesita este organismo se debe contar con la versión de la Policía nacional y del Ministerio de Gobierno para que indiquen en qué sector no podrán acceder los estudiantes que en el 2020 se encuentren en segundo y tercero de bachillerato de colegio a efectuar el censo.

Esa información, según Castillo, la conocerán los integrantes de la Junta Promotora o puestos de mandos unificados que se crearán en cada uno de los 221 cantones del país y en donde se conocerá esa realidad.

“Ejemplo muy concreto podríamos hablar de (provincia) Esmeraldas, por ejemplo, en Mataje o en San Lorenzo, potencialmente nos dirán este territorio no puedes ingresar, así que el INEC tendrá que utilizar otro tipo de estrategias para poder capturar esa información”, puntualizó Castillo.

Y ese primer ensayo se lo contemplará en el censo experimental que se realizará el domingo 24 de noviembre en Cumandá (Chimborazo), Celica (Loja), Pedro Vicente Maldonado (Pichincha) y Puerto López (Manabí).

Desde ayer en mesas de trabajo se evalúan diferentes zonas y las estrategias por seguir en caso de encontrar zonas con problemas de seguridad.

El promedio de inversión para el censo del próximo año será de cuatro dólares por cada habitante que se proyecta en el Ecuador (el INEC maneja la posibilidad de 17,5 millones de habitantes). Todo el proceso se estima que demandará unos $70 millones.

La tarde del pasado miércoles, en Puerto López, los representantes del INEC anunciaron que para el censo del 2020 a desarrollarse en todo el país se necesitarán aproximadamente medio millón de censistas, estudiantes de segundo y tercero de bachillerato. (I)