Corbeta Loja mostró potencial antes de ejercicios en Chile

Salinas –

A 70 millas de la costa de Salinas, luego de tres horas y media de navegación, la corbeta misilera Loja está alineada con otras naves artilladas de sus mismas características y bautizadas con otros nombres de provincias ecuatorianas: Manabí, Los Ríos y Esmeraldas.

En mar abierto, donde es prácticamente improbable que avance alguna flota de buques pesqueros, la Armada del Ecuador cumple su décimo día de entrenamiento, con énfasis en el desempeño de la corbeta Loja, la representante ecuatoriana en las maniobras Unitas 2019, a efectuarse en Chile, del lunes 24 al jueves 4 de julio.

Nueve evaluadores de la Armada entrenados en el exterior, siguen las acciones de 52 tripulantes, que la mañana del miércoles 5 salen con trajes y equipos de bomberos a apagar un incendio simulado, incluida la evacuación de un falso herido.

Pasadas las 13:30, los inspectores están al tanto de los procedimientos para eliminar un objetivo, visible a lo lejos como una franja naranja y diminuta.

Tres tiros de cañón ensordecen y dejan una bola de polvo con olor a pólvora. Un minuto después, tres disparos más y luego cuatro descargas finales.

El sargento Cristian Romero, tripulante, asegura que el arma tiene un alcance de 7 km si el objetivo es aéreo y de 12 km si está en la superficie marina; y destaca que la corbeta Loja ataca con torpedos y además con ametralladora. Esta última registra 700 tiros por minuto, 350 en cada tubo, dice.

En el entrenamiento, la ráfaga fue de 40 tiros.

El contraalmirante Darwin Jarrín, comandante general de la Armada del Ecuador, quien llegó en helicóptero en compañía del general Roque Moreira, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, menciona que en esos ejercicios la fuerza naval ha desplegado toda su fuerza operativa: el Comando de Superficie (al que pertenece la Loja), la Aviación Naval, Infantería de Marina y el Comando de Submarinos, remarcando que los entrenamientos permiten estar preparados frente a amenazas externas.

«Nuestra corbeta fue repotenciada, tiene tecnología de punta y estamos a la par de la región. Nuestro entrenamiento debe ser permanente en tiempo de paz para estar preparados frente a amenazas externas, pero también para contribuir en la lucha contra el tráfico…”, declara.

La corbeta Loja, al mando del capitán de fragata Jimmy Pozo, partirá de Guayaquil a Valparaíso, Chile, el lunes 17. Será la segunda travesía en aguas internacionales del cabo segundo Víctor Hidalgo, guayaquileño de 29 años. “Nueve días tenemos para estar con la familia, que queda triste”, reflexiona.

Pero en el caso del suboficial Wellington Moreira, jefe de la Sala de Máquinas, el viaje marcará su despedida casi al cumplir 30 años de servicio, de meses navegando y de consecuente separación de la familia, pero también de enseñar a las nuevas generaciones que “el mar es de respeto”.

“Soy el Rey Neptuno, el que bautiza a los jóvenes y que les dice y les dirá ‘Buen viento y buena mar’”, expone el manabita de 50 años, nativo de Flavio Alfaro, que recuerda con orgullo que seis meses a bordo de la fragata Morán Valverde cuidó el límite marítimo durante el conflicto del Cenepa, en 1995.

“Cuando podíamos, íbamos a Manta (Manabí) y ahí había camiones de comida, así nos respaldó el pueblo”, evoca como anécdota, en la plática con sus compañeros de promoción, el guayaquileño Víctor Pichucho y el riobambeño Iván Villa, ambos de la Aviación Naval.

Flota naval

Darwin Jarrín, comandante general de la Armada, señaló que la institución cuenta con un plan de desarrollo al 2030, que incluye contar con unidades con tecnología moderna y mejoras en otros ámbitos, pero sostuvo que de la instancia superior depende comprar nuevas fragatas u otras naves de combate, incluso habló de la posibilidad de recibirlas en donación de parte de gobiernos extranjeros. Al sostener que las corbetas datan de la década del ochenta, sostuvo que ha expuesto el requerimiento. (I)