(3-1) Con doblete de Mena, Emelec derrotó a Liga de Quito y tiene medio boleto en la final

En el estadio Reales Tamarindos de la ciudad de Portoviejo midieron fuerzas Emelec y Liga Deportiva Universitaria de Quito en la primera final del fútbol ecuatoriano.  El plantel de Omar de Felippe formó con: Dreer, Narváez, Achilier, Pinillo, Bagüí, Quiñónez P., Gaibor, Mena, Bolaños, Mondaini. La escuadra de Luis Zubeldía estuvo conformada por: Domínguez, Madrid, Araujo, Romero, Estupiñán, Cevallos, Hidalgo, Castillo, Matamoros, Morales y Alvez. 

El partido fue parejo en los primero minutos, Liga de Quito pisaba con peligro el área rival, pero en un contragolpe fue sorprendido por Fernando Gaibor, quien recibió el pase de Mena y sacó un potente remate para derrotar a Domínguez que poco o nada pudo hacer para evitar que caiga su arco, esto al minuto 8. Tras el gol, los “albos” intentaron organizarse y atacar, pero el error en el último pase fue una constante durante la primera etapa. 

En el segundo tiempo, Emelec se volcó al ataque y aprovechaba de la desesperación de los “albos”, quienes en su propósito de marcar el descuento descuidaron la defensa. Emelec le apostó al contragolpe y Ángel Mena fue el encargado de sumar al marcador con un tiro imposible para el guardameta “albo”.

Miler Castillo pisó con peligro el área de Dreer, solo frente al arco se dejó madrugar de Achilier y perdió la oportunidad. “Cachete” Morales no logró el descuento mediante la vía penal, pues frente a Dreer envió el esférico sin potencia hacia la mano izquierda del portero que se estiró y abrazó el esférico. Al minuto 65, nuevamente Ángel Mena aprovechó el pase de Herrera y fusiló a Alexander Domínguez. Tras el tercer tanto el “bombillo” tuvo la oportunidad de sumar al marcador, Miler Bolaños desde los 12 pasos intentó en dos ocasiones anotar, pero la acción oportuna de Domínguez salvó los muebles “albos” en dos ocasiones.

Cuando agoniba el partido, Jose Francisco Cevallos reavivó la esperanza «azucena» con un gol, pues aprovechó el rebote que dio el arquero Dreer y embocó el esférico en el fondo de la red, nada que hacer para el portero rival.