Xiaomi TV F2, análisis: el primer televisor con Fire TV
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Xiaomi TV F2, análisis: el primer televisor con Fire TV de Xiaomi es un campeón de la relación calidad/precio
El catálogo de televisores de Xiaomi sigue creciendo. Desde la llegada a finales de 2019 del modelo Mi TV 4S, que fue el primer televisor de esta marca que llegó a España, los responsables de esta compañía nos han asegurado en varias ocasiones que para ellos el mercado de las teles es crucial. Y no cabe duda de que los lanzamientos que han hecho durante los últimos dos años respaldan esta declaración.
El modelo que estamos a punto de poner a prueba acaba de llegar a las tiendas con un propósito muy claro: reforzar la gama media de esta marca. Y para hacerlo recurre a una estrategia que a Xiaomi le ha dado muy buenos resultados con otras propuestas de su inmenso porfolio, y que consiste, sencillamente, en entregarnos unas prestaciones interesantes a un precio rompedor. No obstante, esto no es todo. Además, el modelo TV F2 es el primero de esta compañía que apuesta por el sistema operativo Fire TV de Amazon.
Xiaomi TV F2: especificaciones técnicas
- PANEL LCD IPS 4K UHD de 8 bits + FRC, refresco de 60 Hz, 90% de cobertura del espacio de color DCI-P3 y relación de aspecto 16:9
- RESOLUCIÓN 3840 x 2160 puntos
- HDR HDR10 y HLG
- ÁNGULOS DE VISIÓN 178º / 178º
- PROCESADOR MediaTek MT9020
- RAM 2 GB
- ALMACENAMIENTO 16 GB
- SISTEMA OPERATIVO Fire OS 7
- CONECTIVIDAD 4 x HDMI 2.0 (1 x ARC), 2 x USB 2.0, 1 x vídeo compuesto, 1 x CI, 1 x Ethernet, 1 x salida audio digital óptica y 1 x jack de 3,5 mm
- CONECTIVIDAD INALÁMBRICA Wi-Fi de 2,4 y 5 GHz Bluetooth 5.0
- SONIDO 2 x 12 vatios Dolby Audio, DTS-HD y DTS Virtual:X
- MODOS DE IMAGEN Estándar, películas, deporte, juego y PC
- MODOS DE SONIDO Estándar, música, películas, voz nítida y graves mejorados
- CONSUMO TÍPICO 95 vatios
- ETIQUETA ENERGÉTICA Clase G
- DIMENSIONES 957,2 x 241,4 x 607,1 mm (con los pies incluidos)
- PESO 6,95 kg (con los pies incluidos)
- PRECIO 339 euros (399 euros sin promoción)
Su acabado es modesto, aunque, eso sí, su diseño está cuidado
Este televisor está disponible en tres tamaños diferentes: 43, 50 y 55 pulgadas. La versión que hemos analizado es la de 43 pulgadas, y, al igual que las otras dos, apuesta por un panel LCD de tipo IPS con retroiluminación LED periférica y resolución 4K UHD.
Las versiones de 50 y 55 pulgadas son compatibles con Dolby Vision y HDR10+, pero la de 43 pulgadas solo lidia con contenidos HDR10 y HLG
La diferencia más relevante entre estas tres versiones consiste en que las de 50 y 55 pulgadas son capaces de procesar metadatos dinámicos, lo que las hace compatibles con las tecnologías Dolby Vision y HDR10+, mientras que la de 43 pulgadas solo lidia con contenidos HDR10 y HLG.
Es inusual que un televisor con un precio tan contenido como el de este TV F2 tenga un diseño tan cuidado. La apuesta estética de este modelo funciona, y lo hace sobre todo gracias a lo finos que son sus marcos superior y laterales (miden 7 mm). Además, están tan bien integrados en el perfil del televisor que cuando está apagado pasan completamente desapercibidos. Parece que no tiene marcos y que el panel se extiende por todo el frontal del dispositivo.
Por otro lado, de garantizar que el panel mantendrá la estabilidad si por accidente le damos un empujón de cierta intensidad se responsabilizan unos pies laterales estilizados que cumplen su función sin problema. Cada uno de ellos se fija con tan solo dos tornillos, aunque no son metálicos; son de policarbonato. De hecho, este es el material que predomina en este televisor debido a que tanto los marcos como el recinto lo utilizan.
En la siguiente fotografía de detalle veremos con más claridad que los conectores de este televisor residen en el perfil lateral de la sección abultada que se extiende en el centro del panel posterior. Su profundidad no es exagerada, aunque el recinto mide unos contundentes 79,7 mm (esta cifra no tiene en cuenta los centímetros que añaden los pies). El panel posterior del recinto es íntegramente de policarbonato, aunque, eso sí, se trata de un plástico rígido de cierta calidad.
Las cuatro entradas HDMI que incorpora este televisor implementan la norma 2.0, aunque, curiosamente, habilitan el modo ALLM (modo automático de baja latencia). Y me parece un acierto porque a pesar de contar con un panel de 60 Hz y no proponernos conectividad HDMI 2.1 la implementación de esta tecnología puede provocar que este televisor encaje a los entusiastas de los videojuegos que tienen un presupuesto comedido. Un apunte más: el conector HDMI 4 es el que implementa el protocolo ARC (Audio Return Channel o canal de retorno de sonido).
Fire OS 7 nos ha sorprendido gratamente
En las primeras líneas de este artículo he desvelado la que sin duda es una de las principales señas de identidad de este televisor: es el primero de Xiaomi que nos propone la plataforma Fire TV. De ejecutar la revisión 7 de Fire OS se responsabiliza un procesador MT9020 de MediaTek con cuatro núcleos ARM Cortex-A55 y lógica gráfica Mali G52 MP2 que trabaja codo con codo con 2 GB de memoria principal.
Durante mis pruebas me ha sorprendido gratamente la fluidez con la que corre esta plataforma sobre este hardware. De hecho, si nos ceñimos al tiempo que invierte en ejecutar y cerrar las aplicaciones y a la agilidad con la que nos permite desplazarnos a través de la interfaz no tiene nada que envidiar a la última versión de Google TV que he probado en un televisor tan ambicioso como el estupendo A95K MASTER Series de Sony.
Incluso la interfaz de Fire OS 7 es razonablemente similar a la de la última revisión de Google TV. En ella los contenidos de las distintas plataformas a las que tenemos acceso acaparan todo el protagonismo, y me parece que es lo ideal. Además es posible personalizar la interfaz con mucha sencillez y decidir qué apps preferimos tener en primer plano para invertir el mínimo tiempo posible en lanzarlas. Nada que objetar hasta aquí.
Los contenidos acaparan todo el protagonismo. Además es posible personalizar la interfaz con mucha sencillez y decidir qué apps preferimos tener en primer plano
Por otro lado, al igual que las últimas revisiones de los sistemas operativos para televisores con los que compite, Fire OS 7 unifica los contenidos que estamos reproduciendo en una única sección de la interfaz aunque procedan de distintas plataformas. E implementa una sección con recomendaciones que se nutre de los contenidos que estamos reproduciendo para sugerirnos con bastante acierto otros de una temática similar.
Otras características de Fire OS 7 que merece la pena que no pasemos por alto consisten en que el asistente de voz que nos propone, como podemos intuir, es Alexa; incorpora un centro de control desde el que podemos actuar sobre el comportamiento de los dispositivos compatibles con este asistente que tengamos en nuestra casa; y, por último, es compatible con AirPlay de Apple.
La sección de Fire OS 7 que aglutina los parámetros de ajuste del televisor es intuitiva. Cada opción está donde debe estar para que podamos localizarla sin esfuerzo
En la siguiente fotografía podemos ver la sección del sistema operativo de Amazon que aglutina todas las opciones de ajuste, y, honestamente, me gusta más que la forma en que resuelve este apartado Google TV porque me parece que los parámetros están mejor organizados. De hecho, incluso las personas que no han utilizado Fire OS antes encontrarán sin dificultad la opción de ajuste que buscan.
La calibración inicial que nos propone Xiaomi en este televisor tiene margen de mejora, aunque su rendimiento tal y como sale de la fábrica no está nada mal. Lo ideal si queremos sacarle el máximo partido posible es calibrarlo con una sonda y una herramienta profesional, pero también es posible afinarlo sin demasiada dificultad si estamos acostumbrados a lidiar con los parámetros de imagen de los televisores. Un punto notable a su favor es que no he echado de menos ningún parámetro de ajuste de la calidad de imagen relevante.
El mando a distancia que nos entrega Xiaomi junto a este televisor actúa sobre una conexión Bluetooth, y no vía infrarrojos, por lo que no es necesario que cuando lo utilicemos apuntemos hacia la tele. Es estilizado, sólido, y, además, incorpora tres botones de acceso directo a algunas de las apps más utilizadas (Prime Video, Netflix y Disney+), así que no le pongo ninguna pega. Eso sí, a los usuarios nos interesa tener en cuenta que actualmente esta plataforma no incorpora la app de HBO Max.
En su segmento de precio va a ser un rival duro de pelar
Para poner a prueba su calidad de imagen recurrí a algunas de las películas en Blu-ray Disc y Blu-ray 4K que suelo utilizar, entre las que merece la pena destacar ‘El renacido’, ‘La llegada’, ‘Interstellar’, ‘Blade Runner 2049’ o ‘Spider-Man: Lejos de casa’, entre otras. También utilicé contenido de Netflix y YouTube que conozco muy bien.
Para reproducir estas películas recurrí a un lector OPPO UDP-205, un dispositivo que ya está descatalogado, pero que sigue destacando por la gran calidad de su mecánica de transporte y su lógica de procesado de audio y vídeo.
La siguiente fotografía del panel la tomé utilizando mi microscopio digital, y en ella podemos ver con claridad la distribución de los subpíxeles RGB de la matriz inorgánica. Los paneles IPS proyectan la luz con un ángulo mayor que los de tipo VA, por lo que no necesitan recurrir a una cobertura de difusión de la luz relativamente agresiva. Esta es la razón por la que el color apenas se degrada cuando miramos la pantalla desde una posición escorada.
Uno de los puntos débiles de las matrices IPS es su moderada relación de contraste estático. En las especificaciones de este televisor Xiaomi no ha reflejado cuál es su contraste nativo, aunque su rendimiento en un espacio con baja luminosidad ambiental es muy convincente. Sus negros no tienen la profundidad de los que nos entrega un televisor con panel LCD VA y retroiluminación FALD, pero no están nada mal.
Por otro lado, en lo que se refiere a su capacidad máxima de entrega de brillo la retroiluminación LED de este televisor da la talla, aunque sin despuntar. Las regiones más iluminadas de los fotogramas que forman parte de los contenidos HDR10 tienen intensidad, pero en circunstancias desfavorables este televisor adolece de cierto nivel de blooming y ghosting.
El blooming es ese defecto que se manifiesta bajo la forma de unos halos que rodean las zonas más iluminadas de cada fotograma, y el ghosting provoca la aparición de una leve estela cuando un objeto muy luminoso se desplaza sobre un fondo oscuro. No obstante, la presencia de estos defectos es sutil, por lo que habitualmente apenas tendrán un impacto perceptible en nuestra experiencia.
Otro de los puntos débiles que suelen tener los paneles LCD de tipo IPS consiste en que son propensos a adolecer de fugas de luz en las esquinas y los márgenes. En la siguiente fotografía podemos intuir con cierta claridad (cuando tienes delante el televisor se aprecia mucho mejor) que, efectivamente, esta matriz deja escapar algo de luz en los bordes y las esquinas, pero no es nada grave. De hecho, ha conseguido superar la prueba de homogeneidad de la retroiluminación con más solvencia que otros televisores de su segmento de precio.
Hasta ahora hemos indagado en varios de los puntos débiles de este televisor, pero también resuelve de una forma notable algunos apartados. Su panel no es de 10 bits; es de 8 bits + FRC (Frame Rate Control). Esta técnica ayuda a las matrices de 8 bits a ofrecer una reproducción del color un poco más precisa recurriendo a un truco: generan un espacio de color más amplio utilizando píxeles adyacentes de colores diferentes que nos brindan la sensación de que estamos viendo un tercer color que, en realidad, no forma parte del espacio de color original del panel de 8 bits.
Lo curioso es que cuando se implementa bien esta técnica funciona. De hecho, según Xiaomi este televisor es capaz de entregarnos una cobertura del 90% del espacio de color DCI-P3, y en la práctica, más allá de las cifras, lo cierto es que resuelve la colorimetría con una solvencia notable. Me gusta mucho la textura que da a la piel de los actores por su credibilidad cuando la señal de vídeo tiene la calidad necesaria.
Otra baza a su favor: el procesado de la imagen que han puesto a punto los ingenieros de Xiaomi consigue inhibir con mucha eficacia el ruido de alta frecuencia. El nivel de detalle que logra recuperar en las regiones en sombra y las más iluminadas no está a la altura del que nos proponen los televisores LCD con retroiluminación miniLED o los OLED más refinados, pero, de nuevo, es convincente.
La siguiente fotografía delata algo que si nos fijamos bien podemos intuir en algunas de las imágenes que publicamos en este análisis: este televisor es muy sensible a los reflejos. De hecho, para que no estropeen las fotografías que necesitaba tomar para ilustrar este artículo me he visto obligado a reducir notablemente la luz ambiental y mimar la ubicación del televisor. Es importante que los usuarios lo tengamos en cuenta, y Xiaomi acertará si cuida más la cobertura antirreflejos de sus televisores de gama media.
Por último, los picos de consumo más altos que he medido durante mis pruebas quedaron por debajo de los 80 vatios, una cifra algo más comedida que los 95 vatios de consumo típico que indica el fabricante en las especificaciones de este televisor.
Este televisor no es la mejor opción para jugar, pero cumple
Para evaluar el rendimiento de este televisor con videojuegos recurrí a nuestra Xbox Series X y a varios títulos que son muy sensibles a la latencia, como ‘Mortal Kombat X’, ‘Forza Horizon 4’, ‘Gears 5’ y ‘Ori and the Will of the Wisps’.
Durante mis pruebas al activar el modo para juegos he medido una latencia de entrada que oscila entre 22 y 24 ms. No es una cifra despampanante, pero no está nada mal. La ausencia de la conectividad HDMI 2.1 completa y de un panel de 120 Hz puede desanimar a los entusiastas de los videojuegos más exigentes, pero la solvente calidad de imagen global de este televisor y su moderada latencia encajarán a quien juega ocasionalmente o no es demasiado exigente con el control.
Su sonido es inusualmente convincente
La mayor parte de los fabricantes de televisores suele sacrificar las prestaciones sonoras de sus propuestas de las gamas de entrada y media, por lo que me ha sorprendido gratamente comprobar que este televisor suena mejor que algunos de los modelos de Xiaomi que he analizado, como el Mi TV 4S o el Mi TV P1, que también son de gama media.
Un punto más a su favor: este televisor procesa contenidos Dolby Audio, DTS-HD y DTS Virtual:X
Su dinámica no está nada mal, tiene un extremo grave resultón y si no se nos va la mano con el volumen y no excedemos el 70% del valor máximo consigue mantener la distorsión bajo control. Aun así, con una barra de sonido de cierta calidad o, mejor todavía, con un equipo multicanal dedicado, conseguiremos un sonido más impactante y envolvente. Un punto más a su favor: este televisor procesa contenidos Dolby Audio, DTS-HD y DTS Virtual:X (aunque no Dolby Atmos).
Xiaomi TV F2: la opinión y nota de Xataka
Este no es un televisor para entusiastas. No nos propone la calidad de imagen más alta, el sonido más impactante y el acabado más cuidado. De hecho, si cumpliese estas condiciones pelearía en la gama alta, y no lo hace; compite en la gama media. Eso sí, sus prestaciones globales son convincentes, y, además, por un desembolso moderado nos permite acceder a un dispositivo 4K UHD con un tamaño respetable.
Es una opción que merece la pena considerar si nuestro presupuesto es comedido y no queremos renunciar a un televisor 4K UHD con un tamaño respetable
La versión que hemos analizado tiene 43 pulgadas, pero, como he mencionado más arriba, también está disponible con 50 y 55 pulgadas (cuestan 449 y 499 euros respectivamente sin tener en cuenta el descuento promocional). Sus puntos a favor más evidentes son una apuesta estética muy bien ejecutada; un sistema operativo, Fire OS 7, rápido, bonito e intuitivo; y, por último, una calidad de imagen y sonido suficiente para conseguir que algunos de sus competidores de precio similar se sonrojen.
Por otra parte, los apartados en los que tiene margen de mejora son un acabado modesto en el que el policarbonato adquiere todo el protagonismo; una calibración de fábrica con margen de mejora; una cobertura antirreflejos poco eficaz; y por último y si nos ponemos quisquillosos, un cierto nivel de blooming y ghosting en circunstancias exigentes. Aun así, es una opción que merece la pena considerar si nuestro presupuesto es comedido y no queremos renunciar a un televisor 4K UHD con un tamaño respetable.