Xiaomi Smart Band 7, análisis: la Mi Band más grande y cara hasta la fecha quiere seguir siendo una superventas
La Mi Band es la reina de las pulseras inteligentes, y tras una Xiaomi Smart Band 6 algo conservadora, el nuevo salto es la Smart Band 7 (aunque, siendo realistas, casi todos la vamos a seguir llamando Mi Band 7). Es más grande y es más nueva pero, ¿es mejor?. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Hemos analizado en profundidad la nueva pulsera inteligente de Xiaomi, la más cara hasta la fecha, que llega con el reto de seguir siendo una alternativa interesante en calidad-precio. Tras pasar unos cuantos días con ella en la muñeca tenemos claro cómo se comporta, así que vamos a detallarte todo lo que conviene saber sobre esta Xiaomi Smart Band 7.
Ficha técnica de la Xiaomi Smart Band 7
Diseño: una vieja conocida con un mayor tamaño
A nivel de diseño no hay demasiados cambios en esta Smart Band 7. Seguimos teniendo una pulsera compuesta por una correa y una pastilla, siendo esta última el dispositivo en sí. Respecto a la generación anterior, estamos ante un dispositivo que pesa apenas 0,5 gramos más, y que no se nota mucho más grande. El material empleado sigue siendo un plástico gomoso que sienta bastante bien en la muñeca.
Al igual que en la Mi Band 6, la pastilla se puede extraer para cambiar la correa. Al ser modelos con ligeras diferencias en tamaño, las correas de la Band 6 no son compatibles con la Mi Band 7. Con este diseño prácticamente idéntico al del año pasado, tampoco es necesario sacar la pastilla de la correa para cargar el dispositivo, ya que tiene un acople magnético en la parte inferior para este propósito.
Pese a ser un poco más grande, la Mi Band 7 sigue siendo una pulsera ligera, muy cómoda en la mano y pensada para no molestar en el día a día
No es una pulsera premium, ni pretende serlo. Llevarla en la mano es muy cómodo, a los pocos minutos nos olvidamos de que la llevamos puesta, y el sistema de cierre (el mismo de la generación anterior) es sencillo y efectivo. Podemos ajustarla para cualquier tipo de muñeca, y recomendamos que quede bastante ajustada si queremos maximizar la precisión en la medición de valores de salud.
Si miramos la pastilla por detrás, encontramos los sensores del dispositivo y los mencionados pines magnéticos. No hay mucho más. La Mi Band 7 no tiene altavoz, botones de ningún tipo ni micrófonos. Sigue siendo un dispositivo simple por dentro y simple por fuera.
Pantalla: más grande, más brillante
El panel es una de las principales mejoras en esta Xiaomi Smart Band 7. Pasamos de las 1,56 a las 1,62 pulgadas, con un ligero salto en resolución que lleva a este panel OLED hasta los 192 x 490 píxeles (frente a 152 x 486 píxeles en la generación anterior). El brillo pasa de los 450 a los 500 nits, un salto prácticamente imperceptible, pero que siempre es de agradecer.
Una de las novedades en esta generación es que la pantalla cuenta con Always On Display. Este se activa a los pocos segundos y funciona bastante bien, basta con mover ligeramente la pulsera para que se active la esfera de nuevo. El consumo energético se disparará con este modo activo, algo que debemos tener en cuenta. Durante nuestra prueba lo hemos llevado desactivado.
Al igual que en la generación pasada, la pantalla es estupenda. Es muy nítida, se ve perfectamente bajo condiciones de luz solar bastante agresiva, y es todo lo que se le puede pedir a una pantalla de pulsera inteligente en este rango de precio.
Echamos en falta que Xiaomi incorpore brillo automático en sus Mi Band. Por lo demás, el panel es excelente en brillo máximo, contraste y nitidez
La única pega que arrastra es que no tiene brillo automático, por lo que hemos optado por dejarla tal y como viene por defecto: sobre la mitad del brillo máximo. En interiores deslumbra un poco y será necesario bajar de forma manual el brillo, procedimiento algo tedioso (hay que abrir los ajustes, ir a pantalla, brillo y ya bajarlo).
Como es característico en las Smart Band de Xiaomi, podemos personalizar la esfera desde la propia aplicación de Mi Fitness. Además, hay una buena cantidad de apps en Play Store para personalizar del dispositivo. A más elementos tenga la esfera, mayor consumo energético. En nuestro caso, hemos optado por una de las esferas por defecto de la Smart Band 7 que, además, casan bastante con el negro puro de las pantallas AMOLED.
Rendimiento y experiencia: notable, aunque sin salto hacia delante
Las pulseras de Xiaomi siguen creciendo en tamaño generación tras generación, pero la experiencia sigue siendo prácticamente idéntica. En primer lugar, destacar que hay una consideración importante con la app para vincularla. En el manual Xiaomi nos lleva a descargar Mi Fitness, esta es la app oficial para vincular y usar nuestra pulsera de Xiaomi.
No obstante, si quieres llevar la Mi Band al máximo, recomendamos realizar el proceso de vinculación con Zepp Life, aplicación que se usa en los dispositivos Amazfit/Zepp. Esta es la verdadera evolución de la clásica ‘Mi Fit’, ofrece métricas mucho más completas y funciona mejor. Para este análisis nos hemos ceñido a Mi Fitness, al ser la app recomendada por el fabricante, pero con Zepp Life tendremos una experiencia mucho mejor.
Al abrir Xiaomi Fitness nos encontramos con una pantalla principal que resume prácticamente todos los puntos que monitoriza la app: sueño, pulsaciones, pasos, calorías quemadas, tiempo levantados… Podemos configurar estos elementos de la pantalla principal, para dejar tan solo los que nos interesen.
Podemos escoger, del mismo modo, cada cuánto tiempo va a realizar las mediciones. En nuestro caso lo hemos dejado todo o bien en permanente o bien en automático (si detecta que estamos haciendo deporte, medirá con mayor frecuencia las pulsaciones). Si queremos priorizar autonomía, podemos darle algo de tregua con las mediciones.
Respecto a las analíticas de la app, son bastante completas. En los entrenamientos, muestra las calorías quemadas, tiempo de entrenamiento, pulsaciones medias y una gráfica del comportamiento respiratorio.
La medición del sueño tampoco está falta de información, dándonos el tiempo total, distribución del sueño por fases e incluso una puntuación sobre nuestra respiración. No faltan mediciones como la de oxígeno en sangre o estrés, en la cuales podemos activar notificaciones cuando los valores sean anómalos, para así despreocuparnos de tener que estar consultando estos datos manualmente.
El resumen sobre lo bien (o mal) que estamos a nivel de salud se resume en lo que Xiaomi llama PAI (Personal Activity Intelligence). En un valor de 0 a 100 la Band nos dice si tenemos un PAI alto o bajo. El objetivo es tener el PAI lo más alto posible, un pequeño reto para quedarnos cerca del 100 cada semana, aunque no tiene mayor relevancia.
Si nos olvidamos de la aplicación, la Mi Band 7 también puede hacer unas cuantas cosas por sí misma. Desde su menú podemos acceder al resumen deportivo del día, medición de ritmo cardíaco, métrica PAI (así llama Xiaomi a la puntuación personal que resume cómo estamos de salud), oxígeno en sangre, modos de entrenamiento, tiempo, etc. No es necesario usar el teléfono para prácticamente nada, aunque siempre tendremos que tenerlo cerca para que esta funcione correctamente.
Lo que más penaliza a la pulsera es no contar con segundo plano. Esto quiere decir que si, por ejemplo, estamos entrenando, no podemos salir del menú de entrenamiento para ver las notificaciones. Tampoco podremos usar la pulsera si hemos puesto un cronómetro, o si hemos activado cualquier otra función básica.
Respecto a las notificaciones, sigue sin mostrar emojis, por lo que muchos de los mensajes que nos envíen estarán incompletos. No podemos responder notificaciones desde la pulsera y tampoco recibir llamadas, al no contar con micrófono ni altavoz. Si nos llaman, aparecerá en la pantalla, pero solo podremos rechazarla.
Haciendo deporte con la Smart Band 7
Hemos probado esta Band 7 durante una semana, haciendo deporte prácticamente todos los días con ella. El año pasado teníamos 30 modos deportivos, subiendo hasta los 120 modos en esta generación. Cuatro veces más, ni más ni menos.
Los deportes están agrupados dentro de distintas categorías. Por ejemplo, dentro de ‘natación’ tenemos natación con aletas, natación en piscina y natación artística. Dentro de ‘deportes de pelota’ hay hasta 25 deportes, y así con cada categoría. Cuando seleccionemos un deporte, la próxima vez que accedamos al menú de entrenamientos, este estará en la parte superior de la pantalla, por lo que no tendremos que buscarlo cada vez que entrenemos.
Durante estos días de uso, no hemos notado apenas inconsistencias en las mediciones. La Smart Band 7 no es el medidor más preciso, pero es un buen acompañante para conocer, de forma aproximada, cómo hemos entrenado. No hemos notado demasiados pasos falsos (curioso que aquí, referentes como el Apple Watch, fallan incluso más), las cifras durante los entrenamientos son coherentes y, para usuarios básicos, no hace falta mucho más.
La Mi Band tiene que estar algo apretada para medir bien. Si dejamos un poco de juego puede dejar de ofrecernos mediciones precisas
Lo único que hemos notado es que hay que ajustar bastante la pulsera. Si no la llevamos apretada puede dejar de medir las pulsaciones. Algunos de sus rivales no requieren de tanto ajuste, algo que puede depender de los sensores ópticos que incorporan este tipo de dispositivos.
Los corredores echarán de falta, un año más, el GPS. Si queremos registrar rutas tendremos que llevar el teléfono encima para que la guarde. En este rango de precio empezamos a encontrar alternativas con este chip, así que la Mi Band 8 ya tiene deberes pendientes.
Batería: una semana de uso intenso
Xiaomi nos habla de 9 días de uso intensivo en este dispositivo, hasta 14 en el caso de uso ligero. En nuestro caso, hemos llevado activo todo menos el Always On Display: medición de ritmo cardíaco, estrés, oxígeno en sangre, sueño, etc. Hemos entrenado con ella casi todos los días durante dos horas, y ha recibido una buena cantidad de notificaciones a lo largo del día.
Es fácil llegar a la semana de uso con esta Mi Band 7. Con uso muy intensivo no baja de seis días
Con este uso hemos logrado seis días de autonomía, lo cual es suficiente para un uso tan intenso. Si desactivamos alguna que otra función, podemos llegar a la semana completa de uso sin menor problema. La carga demora algo menos de dos horas, por lo que basta un rato de carga para disfrutarla durante días.
Xiaomi Smart Band 7, la opinión de Xataka
La Smart Band 7 es una Smartt Band 6 con más pantalla, más modos deportivos y Always On Display. Es una evolución digna, que se consolida como una de las mejores pulseras inteligentes por debajo de los 100 euros, y con la esencia que se espera en un dispositivo de este tipo.
Esperábamos quizás algún avance en batería, una mejor experiencia de uso o algún punto realmente diferencial respecto al modelo anterior. Sigue teniendo los mismos puntos fuertes, pero también débiles. Le falta GPS, chip básico con el que cuentan algunos de sus hermanos en la familia Amazfit/Zepp. Las mediciones siguen siendo mejorables y, quizás, al contar con más pantalla, empezamos a echar en falta una interfaz algo más completa.
La Xiaomi Smart Band 7 sigue siendo una genial pulsera inteligente para recomendar, aunque los 59,99 euros de su precio de partida nos hacen mirar con buenos ojos al modelo anterior.