Xiaomi Redmi Note 11, análisis
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Xiaomi Redmi Note 11, análisis: el que no arriesga también puede ganar
El Xiaomi Redmi Note 11 es uno de los teléfonos que suena como candidato al rey de la calidad-precio en 2022. Su diseño es llamativo, sus especificaciones pueden resultar suficientes, pero si por algo puede resultar atractivo este teléfono es por su precio más asequible. En Xataka, llevamos una semana utilizando uno de los teléfonos más importantes para la gama media de este año, y en este análisis vamos a contaros nuestra experiencia con él.
El Redmi Note 11 es la última evolución de esta familia de teléfonos de Xiaomi que llega con una propuesta bastante continuista a lo que habíamos visto en la generación anterior, en todos los niveles, con sutiles mejoras. Eso sí, en su corazón late MIUI 13 por los cuatro costados, algo positivo… pero también negativo como veremos más adelante.
Ficha técnica del Xiaomi Redmi Note 11
PANTALLA
- AMOLED 6,43″
- Full HD+
- 90 Hz
- Respuesta táctil 180 Hz
DIMENSIONES Y PESO
- 159,87 x 73,87 x 8,09 mm
- 179 g.
PROCESADOR
- Snapdragon 680
RAM
- 4 / 6 GB
ALMACENAMIENTO
- 64 / 128 GB
- MicroSD hasta 1 TB
CÁMARA FRONTAL
- 13 MP f/2.4
CÁMARA TRASERA
- 50 MP f/1.8
- 8 MP f/2.2 UGA
- 2 MP f/2.4 macro
- 2 MP f/2.4 bokeh
BATERÍA
- 5.000 mAh
- Carga rápida 33W
SISTEMA OPERATIVO
- Android 11
- MIUI 13
CONECTIVIDAD
- 4G LTE
- Wi-Fi ac
- Bluetooth 5.0
- NFC
- IR Blaster
- Minijack
OTROS
- IP53
- Lector de huellas en un lateral
- Altavoces estéreo
PRECIO
- 4/64GB: 199,99 euros
- 4/128GB: 229,99 euros
- 6/128GB: 259,99 euros
Diseño: manteniendo la fórmula de la trasera mate
El Redmi Note 11 sigue la línea de diseño marcada por la anterior generación de esta familia, y este año volvemos a tener un teléfono sencillo, ligero, y sin muchas pretensiones de ser especialmente llamativo. La trasera ha dejado los efectos reflectantes a un lado que teníamos el año pasado, y en esta generación presenta un diseño mate a lo largo de toda su superficie.
Este sector trasero vuelve a destacar por un módulo de cámaras rectangular compuesto, de nuevo, por cuatro sensores que se distribuyen de forma vertical a lo largo de ese espacio. Si le damos la vuelta, la pantalla del Redmi Note 11 es un calco a nivel de diseño de sus antecesores, mostrando un panel que se distribuye a lo largo de la superficie del teléfono, con un agujero en pantalla superior donde se aloja la cámara frontal. En la pantalla, vuelve a llamar la atención la barbilla inferior, que resulta más llamativa que el resto de los márgenes.
En mano, el teléfono se siente muy bien, transmitiendo un tacto suave y agradable. Además de esto, es un dispositivo ligero, que cuenta con un buen agarre, y sus agradecidos 179 gramos de peso hacen que no resulte un terminal muy pesado, por lo que podemos utilizarlo sin problema durante periodos prolongados de tiempo.
Pantalla: gran formato y fluidez (aunque no adaptativa)
La pantalla del Redmi Note 11 vuelve a presumir de un panel AMOLED de 6’43 pulgadas con una resolución FullHD+. La mejora que notamos este año, si lo comparamos con el modelo base del año pasado, es que ahora la pantalla cuenta con 90Hz, de tasa de refresco, un añadido que mejora la experiencia que nos ofrecen las pantallas de 60Hz, pero que no alcanza la fluidez de los 120Hz a la que ya estamos más que acostumbrados. Hay que tener en cuenta que para que su precio sea lo más ajustado, los teléfonos de gama media deben hacer ciertas concesiones, y esta es una de ellas.
A nivel de brillo, la pantalla del Redmi Note 11 va sobrada en cualquier situación, y gracias a su ajuste automático se adapta a la mayoría de situaciones, con una capacidad de sobra para ofrecer más luminosidad, siempre que resulte necesario.
Si hablamos de la configuración, la pantalla viene con los 60Hz activados de fábrica, y con la configuración de color ‘vívido’. Con estos parámetros, en un principio hemos notado una falta de intensidad en los colores, algo que hemos solucionado fácilmente ajustando los parámetros de color en ‘saturado’. También recomendamos activar los 90Hz para dar ese extra de fluidez al teléfono, ya que los 60Hz de fábrica nos han resultado insuficientes, haciendo la experiencia algo más torpe.
La calidad de la pantalla del Redmi Note 11 tiene un comportamiento similar a lo que ya experimentamos con el Redmi Note 10: buena experiencia en la reproducción de contenidos, navegación y fluidez. Sus 6’43 pulgadas son más que suficientes para el visionado de vídeos series y películas, además de para disfrutar de nuestros videojuegos favoritos, y no hemos echado en falta más resolución o nitidez en ningún momento.
El conjunto multimedia del Redmi Note 11 se completa con el apartado de sonido, que un año más vuelve a destacar en esta familia de teléfonos. La pegada de los altavoces estéreo del terminal es muy alta, y ofrece un volumen de lo más potente, aunque en los registros más altos llega a saturar el sonido.
Rendimiento: el punto débil
La familia Redmi Note de Xiaomi ha estado marcada por un rendimiento mejorable en las últimas generaciones. Gran parte de la culpa la tiene MIUI, la famosa capa de personalización de Xiaomi, que a pesar de resultar completa, y cargada de opciones y ajustes, se le queda un poco grande a estos teléfonos de gama media.
El Redmi Note 11 es uno de los teléfonos que han adoptado el procesador Snapdragon 680 de Qualcomm, un chip ideado para la gama media de teléfonos, que se presentó en octubre de 2021, y que dota de potencia a esta nueva remesa de teléfonos de Xiaomi.
Estamos hablando de un chip con una construcción en 6nm, que apuesta por diversas mejoras pensadas para los juegos y un ISP triple con funciones de IA para la toma de fotos nocturnas. Pero lo más sorprendente de todo, es que el Snapdragon 680 no lleva 5G.
El comportamiento del Redmi Note 11 es bueno a nivel general, pero no es capaz de ofrecer la mejor experiencia que podíamos esperar, o al menos la más fluida. El uso normal y diario se hace sin más problemas; podemos navegar por Internet, usar redes sociales, utilizar servicios de mensajería, y hasta incluso jugar a videojuegos.
Sin embargo, en cuanto exigimos más potencia, el Redmi Note 11 se resiente sutilmente y aparece el lag, aperturas de aplicaciones algo más lentas de lo habitual, tirones en videojuegos exigentes y tiempos de espera largos en algunas funciones (sobre todo en la aplicación de cámara). También encontramos lentitud a la hora de cargar las fotos que hemos realizado con el propio teléfono, a la hora de ampliar la imagen, algo que cuesta más cuando la foto se ha realizado con el modo de los 50MP activados. Esto no llega a ser grave, pero sí que entorpece la experiencia. Parece ser que MIUI sigue siendo una capa enorme para estos teléfonos de gama media de Xiaomi, y la optimización de sus recursos por parte del procesador sigue siendo una asignatura pendiente para la compañía.
La unidad que hemos estado probando viene acompañada de 4GB de memoria RAM con la posibilidad de ampliar un giga más de forma virtual, siempre que el almacenamiento lo permita. Y también cuenta con 64GB de almacenamiento ampliables hasta 1TB de capacidad con tarjetas micro SD. Como veis, se trata del modelo base de esta gama de teléfonos, y su configuración no parece mejorar el rendimiento del dispositivo, por lo que se queda algo corto en cuestión de recursos.
Donde este teléfono va sobrado es en el apartado de seguridad y biometría, ofreciendo un lector de huellas integrado en el botón lateral y un sistema de reconocimiento facial. Tanto uno como otro, desarrollan un comportamiento excelente a la hora de desbloquear el dispositivo, algo que funciona tal y como podíamos esperar, y como ya llevamos varios años experimentando.
Software: MIUI 13 a los mandos
Los Redmi Note 11 vienen actualizados a la última, con MIUI 13 basado sobre Android 11, la última versión de la capa de personalización de Xiaomi, que llega con una gran carga de novedades.
A nivel de diseño llegan algunos cambios como la integración de los widgets de una forma mucho más protagonista que antes, y que permiten tener accesos directos a aplicaciones, información del tiempo, notas o ajustes rápidos entre otros, algo que todavía no hemos podido probar. Esto se debe a que, en el momento en el que hemos probado el teléfono (febrero de 2022), la versión global de MIUI es la 13.0.4.0, y los Widgets oficiales se integran a partir de la versión 13.1, por lo que todavía queda esperar unas semanas.
Según prometía Xiaomi en su presentación, MIUI 13 favorecería un incremento en la fluidez del sistema de entre el 20 y el 26% en comparación con MIUI 12.5, pero personalmente no me ha parecido que esto haya sucedido. La experiencia con esta generación es muy parecida a la que tuvimos con la familia de los Redmi Note 10 hace un año con MIUI 12.5. Quizá esos cambios tengan más presencia en la gama alta de teléfonos de Xiaomi, pero de momento la gama media parece quedarse como estaba.
La experiencia de esta capa de personalización de Xiaomi sigue siendo “tan MIUI” como siempre, y en la versión que hemos probado nosotros no hemos notado una gran diferencia con respecto a MIUI 12.5. Habrá que esperar unos meses a que todos los cambios lleguen a las versiones globales de la capa para poder notar novedades más tangibles.
Cámaras: mucha lente, pero pocas nueces
La cámara del Redmi Note 11 ha mejorado ligeramente el sensor principal de su conjunto, o eso es lo que refleja su hoja de especificaciones. Del sensor principal de 48MP del año pasado, damos el pequeño salto a un sensor principal de 50MP. Los otros tres sensores se mantienen igual, presentando un sensor de 8MP con lente gran angular, y el pack habitual de la gama media de un sensor de 2MP para el macro, y otros 2MP para el sensor de profundidad. Recordemos que estos dos últimos sensores son testimoniales, y no resultan especialmente útiles, pero es un añadido recurrente en la mayoría de teléfonos de este rango de precios.
Echando un vistazo a las fotografías, y si disparamos con el sensor principal en modo automático, los resultados obtenidos son, por lo general, discretos. La falta de definición en las imágenes, incluso en condiciones de iluminación favorables, es una constante que se repite en la mayoría de fotos, incluso en las que disparamos con el modo de 50MP.
A nivel de colorimetría, el Redmi Note 11 sí consigue captar bastante bien los colores en la mayoría de situaciones y la temperatura de las imágenes está equilibrada, acercándose bastante a la realidad.
Al Redmi Note 11 le cuesta corregir la intensidad de la luz, y muchas de las imágenes que hemos obtenido, tanto con la cámara trasera como con la cámara principal están ligeramente sobreexpuestas, destrozando la mayoría de cielos que podemos capturar. Además, para intentar corregir esto, se suelen contrastar las fotos de forma algo exagerada, y hay contornos que salen más oscuros de lo normal.
La falta de definición y la sobreexposición se agravan todavía más cuando disparamos imágenes con la lente gran angular. Las imágenes se aclaran mucho más con este sensor y la calidad decrece en la mayoría de ocasiones.
La cámara frontal parece hacer un trabajo bastante estable en base a las imágenes que hemos ido capturando. No son un gran ejemplo de definición, pero para hacer selfies de forma puntual es una cámara más que correcta. Además, el modo retrato funciona bastante bien, aunque el recorte no termina de ser del todo preciso. A pesar de eso, la cámara selfie y su sensor de 13MP nos ha dejado un buen sabor de boca en la mayoría de ocasiones.
La cámara nos deja algo fríos, aunque no hay que olvidar que el precio de este terminal ronda los 200 euros y en este sentido no se le puede exigir demasiado. Eso sí, los resultados se parecen muchísimo a los que ya tuvimos el año pasado con los Redmi Note 10, y siendo sinceros, esperábamos una mejora algo más destacada en este apartado.
Autonomía: así sí
Como todo buen teléfono de gama media que se precie, la autonomía es uno de los puntos fuertes del Redmi Note 11 y la combinación de los 5.000 mAh de capacidad de batería, junto con los 33W de carga rápida, forman un tándem perfecto, que Xiaomi ha decidido reciclar del modelo del año pasado. Porque si algo funciona bien… para qué cambiarlo.
Además, otro punto positivo de este apartado, es que en reposo, el Redmi Note 11 de Xiaomi no reduce prácticamente su batería, por lo que podemos dejarlo por la noche sin cargar, sin miedo de que vayamos a amanecer con el teléfono apagado o casi sin batería.
Cuando utilizas el Redmi Note 11 tienes la tranquilidad de que la batería va a aguantar el tipo durante todo el día. En este sentido, se vuelve a parecer a la generación anterior. Quizá si tenemos activados los 90Hz de forma continuada la batería se pueda resentir algo más, pero aun así no nos parece un factor que afecte negativamente al uso del dispositivo.
Con un uso normal, la batería puede ser capaz de durar un día y medio sin despeinarse. En nuestras pruebas hemos obtenido una media de 28 horas de autonomía con unas 8 horas de pantalla activa, unos datos muy positivos, aunque algo inferiores a los del Redmi Note 10. Muy probablemente el incremento de la tasa de refresco hasta los 90Hz haya tenido algo que ver en esto.
A nivel de carga los 33W de carga rápida por cable vuelven a ser suficientes para poder rellenar la batería del Redmi Note 11, aunque no es la carga más rápida de la gama media (otra concesión más para ajustar su precio). En este sentido, hemos hecho varios ciclos de carga con el terminal, y hemos obtenido unos resultados de media de unos 80 o 90 minutos aproximadamente, del 0 al 100%.
La opinión y nota de Xataka
El Redmi Note 11 de Xiaomi llega al mercado para seguir manteniendo el estándar de la relación calidad-precio de una de las compañías de móviles más vendidas en nuestro país. Esta nueva propuesta no arriesga en ningún apartado y ha resultado ser de las más continuistas que recordamos en la gama Redmi Note de Xiaomi, manteniendo la mayoría de cosas que han funcionado en el pasado, y mejorando ligeramente la fluidez de la pantalla.
Por otro lado, la cámara se mantiene muy similar, manteniendo lo bueno, y lo no tan bueno. Lo que hay es lo que ves (y lo que ya vimos el año pasado), y lo que ves tiene un precio recomendado de 229 euros. Poco más se puede pedir por ese precio.
El Redmi Note 11, se convierte así en un teléfono, que un año más seguirá llenando estanterías de teléfonos marcados a un precio muy competitivo. Una pieza más en el amplio puzle que compone la gama media anual de Xiaomi y que al final compite más consigo misma que con el resto de marcas.