Xiaomi 12 análisis para luchar con gigantes

Xiaomi 12 análisis para luchar con gigantes

Xiaomi 12 análisis para luchar con gigantes. Compacto (o, al menos, no tan grande), potente y con un apartado fotográfico de primera línea. El plan de Xiaomi para conquistar la gama alta se compone de dos armas: los Xiaomi 12 Pro y Xiaomi 12. El 12 Pro llega con todo el arsenal de hardware, pero el Xiaomi 12 juega con la baza del tamaño, sin renunciar por ello a la potencia. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.

Analizamos a fondo el gama alta más compacto de Xiaomi. Un modelo que, a pesar de tener algún recorte respecto a la variante Pro, se plantea como una alternativa dentro del segmento premium. Cabe bien en el bolsillo y hace unas fotos espectaculares, aunque queda lejos de ser perfecto.

Ficha técnica del Xiaomi 12

XIAOMI 12

PANTALLA

6,28″ AMOLED 120 Hz
2.400 x 1.080 px (20:9), 419 ppp
Dolby Vision, HDR10+, 1.100 nits
Gorilla Glass Victus

PROCESADOR

Qualcomm Snapdragon 8 Gen1
GPU Adreno 730

MEMORIA RAM

8 / 12 GB LPDDR5

ALMACENAMIENTO

128 / 256 GB UFS 3.1

BATERÍA

4.500 mAh
Carga rápida 67W
Carga inalámbrica 50W
Carga reversible 10W

CÁMARAS TRASERAS

Principal: 50MP, f/1.88, 26mm, OIS
Gran angular: 13MP, f/2.4, 123º, 12 mm
Telefoto-macro: 5MP, OIS, zoom 5x

CÁMARA FRONTAL

20MP, f/2.2

SISTEMA OPERATIVO

Android 12
MIUI 13

DIMENSIONES Y PESO

152,7 x 69,9 x 8,16 mm
180 g

CONECTIVIDAD

WiFi 6/6E, Bluetooth 5.2, NFC, 5G

OTROS

Lector de huellas bajo pantalla, USB tipo C, Hi-Res Audio, altavoces estéreo Harman Kardon

PRECIO

Desde 799 euros

Diseño: ojalá más móviles así de compactos

xiaomi

Si te gustó el diseño del Xiaomi 12 Pro, te gustará el del Xiaomi 12, ya que es exactamente igual, aunque más pequeño. La parte trasera está acabada en un cristal mate que no resbala ni atrae suciedad, al menos en este color púrpura. Los biseles que recubren el teléfono son de aluminio, al igual que en su hermano mayor.

El Xiaomi 12 tiene los mismos materiales que su hermano mayor, grandes noticias para quienes se decanten por el pequeño de la familia

La sensación es la misma que en cualquier teléfono de primera línea. Xiaomi ha empleado los mismos materiales que en la versión Pro, buenas noticias para los que se decanten por el hermano pequeño atraídos por su tamaño. No por ser compacto se ha de tener menor calidad final.

El módulo metálico de cámara es protagonista en la parte trasera, sobresaliendo de forma notable del cuerpo del terminal. En él, el sensor principal capta todas las miradas, dejando a los sensores ultra gran angular y telemacro en un segundo plano a nivel de diseño.

La ligera curvatura de la parte trasera.

Ayuda a sostenerlo algo que, sumado a lo estrecho que es, lo convierte en uno de los móviles con mejor manejo a una mano. La botonera está muy bien acabada y, al ser un móvil compacto, es fácil llegar tanto a los botones de volumen como al botón de encendido. Es metálica, no baila lo más mínimo y la pulsación es bastante sólida.

En la parte superior encontramos algo bastante curioso: un altavoz independiente para el sonido estéreo. Lo habitual es encontrar tan solo un altavoz en la parte inferior al que le acompaña el altavoz de llamadas, pero Xiaomi ha querido incluir dos. El puerto infrarrojo también destaca en la parte superior, junto a la firma de Harman Kardon.

Si lo miramos por su parte inferior, encontramos el otro altavoz, la bandeja para la tarjeta nanoSIM y el puerto USB tipo C, misma configuración que ya vimos en el Xiaomi 12 Pro y que mantiene la inmensa mayoría de terminales en la gama alta, sin rastro del jack de auriculares.

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Al mirar el móvil por delante, encontramos un frontal bastante aprovechado, rozando el 89% según GSMarena. Es un móvil con pantalla curva, por lo que los biseles laterales se hacen prácticamente imperceptibles y la sensación al verlo es de todo-pantalla. Hay una pequeña perforación frontal que no distrae en exceso, ya que nos acostumbramos a los pocos minutos de uso.

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Respecto al ejercicio de compactación, estamos ante uno de los pocos gama alta del mercado que ronda los 15 centímetros de alto, brillando también por su ancho, que lo hace bastante ergonómico al uso con una mano. El peso es de 180 gramos, algo pesado para lo compacto que es, aunque todo un alivio frente a competencia que supera los 200 gramos.

En resumidas cuentas: exactamente el mismo diseño que vimos en el Xiaomi 12 Pro, pero más pequeño y ligero. Todo un alivio para el bolsillo y bastante agradable de usar a una mano, algo no muy común en los tiempos que corren.

Pantalla: muy buena, con un pequeño detalle

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La pantalla es el mayor recorte del Xiaomi 12 respecto a su variante Pro. En este caso tenemos un panel de 6,28 pulgadas con tecnología AMOLED, resolución Full HD+ y tasa de refresco de 120Hz, pero alejada de los actuales paneles LTPO 2K con frecuencia adaptativa. En términos generales, la calidad de la pantalla es excelente, pero hay ciertos problemas en cuanto empezamos a inclinarlo.

El único punto a mejorar de este panel son sus ángulos de visión.

Si lo inclinamos más de la cuenta empieza a tintarse de verde
Los ángulos de visión, cuando el panel está calibrado en el modo más preciso (color original), tienden demasiado al verde a medida que lo vamos inclinando un poco. Es algo incómodo si lo tenemos con un fondo blanco, aunque si somos de llevar el móvil con modo oscuro apenas notaremos este problema. Sí que echamos en falta algo de brillo en exteriores, y es que el pico máximo de nits no es demasiado alto.

Pese a esto, hay dos claros puntos a favor con el panel. El comportamiento del brillo automático es perfecto, y la calibración está al nivel de los mejores. En el modo de color original la precisión del color es prácticamente perfecta, sin sobresaturar ni matar tonos. Si no nos convence el extra de calidez que se gana al activar este modo, podemos configurar el balance de blancos, tonos, contraste y demás valores del modo, una gran opción de MIUI

Al ser un panel curvo, podemos tener algún problema con los bordes y, de hecho, los hemos tenido con la configuración por defecto del móvil. Al ser un móvil tan «pequeño» hemos encontrado algunos problemas de sensibilidad en la curvas, ya que la mano rodea fácilmente el terminal y, cuando detecta que rozamos la curva, es como si la estuviésemos pulsando.

Por suerte, Xiaomi incluye una opción en los ajustes que permite ajustar la zona de respuesta de la curva. Una solución que se agradece, pero que no sería necesaria con una pantalla plana de alta resolución.

Rendimiento: bien, aunque un poco a ratos

La configuración de hardware del Xiaomi 12 invita a pensar que el rendimiento será de categoría. Qualcomm Snapdragon 8 Gen 1, 8 GB de RAM y memoria de tipo UFS 3.1, la fórmula perfecta para rendir al máximo. Pese a esto, hemos tenido los mismos problemas que vimos en el Xiaomi 12 Pro.

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El Xiaomi 12 sufre bastante en rendimiento sostenido, y es que la CPU empieza a perder fuelle conforme le exigimos. Esto se traduce en que, en una partida de cualquier entrega exigente, la tasa de FPS irá cayendo más de lo habitual a partir de los 10/15 minutos.

Cuando la batería empieza a bajar, el rendimiento del Xiaomi 12 cae

Del mismo modo, cuando la batería empieza a bajar del 30%, el rendimiento cae. No es una cifra de batería lo suficientemente baja como para que el procesador decaiga, pero Xiaomi limita bastante la CPU. La única forma de saltarse estos límites es activar el modo ‘rendimiento’, que fuerza a la CPU a trabajar al máximo bajo cualquier circunstancia, a cambio de que se nos dispare el consumo energético y la temperatura.

También encontramos problemas con el sensor de proximidad, un error inusual que se debe a una apuesta por parte de Xiaomi de acabar con el sensor físico y apostar por los ultrasonidos. Sobre el papel, cuando el teléfono detecta que tenemos la mano u oreja cerca, emite un ultrasonido que rebota sobre nuestra oreja y da la señal al teléfono para que apague la pantalla. A efectos prácticos falla bastante, y no llega a apagar el panel en llamadas, reproducción de audios, etc.

A nivel de benchmarks el teléfono da el Do de pecho, ya que la CPU exprime su capacidad al máximo para obtener una nota alta. Pese a esto, esperamos que Xiaomi solucione el tema del thottling mediante alguna actualización, ya que no es digna tanta caída en un gama alta.

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Biometría

A nivel biométrico la apuesta es bastante completa. El Xiaomi 12 Pro cuenta con un lector de huellas rápido y preciso, no habiendo fallado una sola vez en la semana de uso. Se complementa con un sistema de reconocimiento facial 2D, no demasiado seguro, pero muy rápido y que permite desbloquear el teléfono con mascarilla.

Desde los ajustes del sistema podemos usar el lector para bloquear aplicaciones, vincularlo a contraseñas y demás funciones relacionadas con seguridad. En definitiva, un apartado biométrico completo.

Software: MIUI sigue siendo muy MIUI

El Xiaomi 12 llega actualizado a Android 12 corriendo bajo MIUI 13. La nueva versión de la capa de personalización de Xiaomi sigue siendo muy suya, por lo que no vemos ni rastro de Material You, el nuevo lenguaje de diseño que introdujo Google con Android 12. La capa, a nivel visual, es más similar a iOS que a AOSP, sin temas automáticos que cambien con el fondo de pantalla o menús de ajustes más livianos.

Sigue siendo una ROM muy pesada, con una fuerte carga de servicios de sistema que ni se ven ni se pueden desinstalar de forma sencilla. Necesitaremos programas de terceros para barrer del mapa toda esta carga de servicios, algo muy recomendable si queremos mejorar el rendimiento de MIUI.

Más allá de estos servicios «invisibles», a nivel de apps no hay mucha pre-carga, más allá de Facebook, Amazon y TikTok. Xiaomi sigue apostando por su propio motor de temas, bastante asiático, aunque con decenas de propuestas gratuitas.

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Hemos sufrido prácticamente los mismos bugs que vimos en el Xiaomi 12 Pro. Google Discover se rompe cuando cambiamos entre modo oscuro y claro, algunas aplicaciones se cierran y, aunque por lo general la ROM funciona bien, hay detalles por pulir en futuras actualizaciones.

Pese a los puntos negativos, la experiencia con MIUI 13 es positiva en general. Es una ROM fluida en la gama alta y viene repleta de opciones
Pese a estos errores, MIUI es una de las ROMs más completas del momento. Tiene abundantes opciones de personalización, funciones adicionales para mejorar la experiencia en juegos, crear un segundo espacio con apps ocultas y todo lo que se le puede pedir a una capa de personalización. De momento, el tributo son algunos bugs, pero la experiencia final es positiva.

Sonido: pequeño, pero sonoro

Pese a ser un móvil pequeño, el Xiaomi 12 cuenta con un buen apartado de sonido. Es de los pocos teléfonos en el mercado con altavoces independientes (no utiliza el de llamadas para el sonido estéreo), y viene con la firma de Harman Kardon. Es un sonido alto y de calidad, aunque la ecualización final es mejorable.

Echamos en falta algo más de medios, siendo el sonido algo plano y falto de rango dinámico. Este es un fallo subsanable, ya que podemos ajustar la ecualización del sonido desde los ajustes, para dejarla a nuestro gusto. El teléfono es compatible con Dolby Atmos, activo por defecto.

Autonomía: no te olvides el cargador en casa

El Xiaomi 12 prescinde de los 120W con los que cuenta su hermano mayor, quedándose en la cifra de los 67W. Es más que suficiente para cargar el teléfono por completo en unos 40 minutos pero, teniendo en cuenta que la gama media de Xiaomi ya tiene 67W, un terminal que cuesta el doble podría haber mantenido los 120W.

Es difícil superar las cinco horas de pantalla en este Xiaomi 12. La batería es su principal punto débil
Si hablamos de duración, cuenta con el mismo problema que su hermano mayor. Le cuesta llegar a las cinco horas de pantalla activa con uno intenso. Hemos logrado arañar algún minuto extra de pantalla respecto al 12 Pro, pero sigue siendo una batería insuficiente para un teléfono destinado a ser usado de forma intensiva. Tan solo en WiFi, con el brillo por debajo de la mitad y con uso ligero lograremos superar las seis horas de pantalla, por lo que conviene andar cerca del cargador si la jornada va a ser larga.

Xiaomi activa por defecto interesantes opciones, como la de carga optimizada. Con esta función activa el teléfono aprenderá nuestra rutina de carga para no proporcionar más energía de la necesaria. Por ejemplo, si lo cargas por la noche, el periodo de recarga del 80 al 100% será más lento (carga por goteo), para proteger la vida útil de la batería. Estas funciones chocan con el propio sistema de carga rápida, diseñado para cargar en el menor tiempo posible. Una dicotomía que plantean todos los teléfonos que empiezan a tener estas cifras tan altas de carga: longenvidad o ser rápido llenando la batería.

Cámaras: nítido y versátil

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El Xiaomi 12 tiene mucho que decir en cámara, más de lo que se pueda pensar. A priori, la configuración de sensores no parece tan ambiciosa como la de su hermano mayor, pero ya te adelantamos que contar con mejor sensor no siempre implica hacer mejores fotos. Mientras que el Xiaomi 12 Pro estrena el nuevo Sony IMX707 en exclusiva, el Xiaomi 12 cuenta con el IMX766, sensor que ya habíamos probado en móviles como el OPPO Find X5 Pro o el Realme GT 2 Pro.

Sensor principal de 50 megapíxeles:

Sony IMX 766, tamaño de sensor 1/1.56″, apertura f/1.9, 26mm angular. OIS.
Telemacro de 5 megapíxeles con enfoque automático, apertura f/2.4, 50mm.
Sensor ultra gran angular de 13 megapíxeles: tamaño de sensor 1/3.06″, apertura f/2.4, 123 grados ultra gran angular.
Sensores menos ambiciosos y falta de teleobjetivo, son los puntos diferenciales a nivel técnico del Xiaomi 12 respecto a la variante Pro. Pero antes de revisar a fondo los resultados, vamos a comprobar el funcionamiento de la app de cámara.

La app de cámara no muestra diferencias con lo visto en la del Xiaomi 12 Pro. Es una app muy simple a nivel visual, pero con todos los elementos necesarios en un gama alta. Cuenta con modo profesional, disparo en RAW, HDR automático, etc. Las opciones básicas como modo retrato, vídeo o noche pueden moverse a cualquier posición de la barra inferior de la interfaz, siendo así bastante personalizable.

Pero la característica estrella de la app de cámara es el nuevo sistema de enfoque al ojo. Es capaz de cambiar el foco entre la cara y el ojo del sujeto, según la distancia a la que nos encontremos respecto al mismo. El disparo es bastante rápido, aunque cuando se activa el HDR sigue habiendo un pequeño retardo por el procesado extra que hace el teléfono.

Fotografía diurna

La semana de calima y mal tiempo han complicado las pruebas, pero no nos han impedido exprimir al máximo la cámara de este teléfono. La conclusión puede chocar: el Xiaomi 12 es más natural disparando que el Xiaomi 12 Pro, al menos con el sensor principal. Las fotografías del Xiaomi 12 son muy ricas en detalle, destacando principalmente la nitidez en zonas de sombra.

Prescinde en buena parte de esa ligera artificialidad que encontrábamos en el Xiaomi 12 Pro aunque, como siempre indicamos, son diferencias que encontraremos sacando la lupa y ampliando al máximo. Sea como fuere, el Xiaomi 12 está al nivel de los mejores en fotografía diurna, siendo también equilibrado en balance de blancos, colorimetría y rango dinámico.

Al igual que hacía su hermano mayor, el Xiaomi 12 es muy bueno levantando sombras y preservando detalle en ellas, algo que nos muestra el buen trabajo que hace el HDR. No es agresivo reduciendo ruido y logra mantener en foco toda la escena, sin marcadas pérdidas de nitidez en las distintas zonas de la imagen.

Ultra gran angular y telemacro

El ultra gran angular sí que pierde calidad, al no ser un sensor demasiado grande ni contar con una lente muy luminosa. Pese a esto, encontramos un buen nivel de ruido natural y más detalle del habitual en este tipo de sensores. La fotografía final no es tan limpia, pero es un ultra gran angular bastante digno.

En cuanto al telemacro, es la prueba de que se puede tener un sensor macro que den ganas de usar. El único requisito es que necesitamos condiciones de buena luz, pero consigue obtener disparos cercanos con un nivel de detalle aceptable. La clave aquí es que cuenta con autoenfoque, por lo que no tenemos que andar preocupándonos por disparar la distancia exacta para que la foto salga nítida.

Modo retrato

El modo retrato se comporta bien en recorte, aunque no es perfecto. Sigue sin ser del todo preciso, sobre todo aislando los objetos más finos. En este modo el HDR funciona de forma automática (no se puede desactivar) y la exposición del sujeto suele ser bastante buena, sin quemar el fondo por el camino. Podemos regular el bokeh, el cual es natural y consistente en toda la escena.

Al no contar con un teleobjetivo, el retrato se realiza en 1X. Nos convence esta decisión, y es que no son pocos los teléfonos que fuerzan un 2X digital en retrato, perdiendo así nitidez por el camino. Queda en manos del usuario jugar con la distancia entre sujeto y cámara para obtener un retrato realista, pero siempre dispararemos con el mejor sensor a la máxima calidad.

Fotografía nocturna

La fotografía nocturna tampoco se le resiste al Xiaomi 12, que ni siquiera necesita modo noche para realizar tomas bastante limpias. Destaca la cantidad de detalle que puede rescatar, lo poco agresivo que suele ser reduciendo ruido y el partido que le saca al sensor en la mayoría de tomas con baja luz.

El modo noche, si hay muy poca luz, se activa de forma automática (no suele hacerlo salvo que la escena sea muy complicada). Lo hace durante muy poco tiempo (alrededor de un segundo), por lo que no resulta molesto. En los casos en los que no se activa, podemos forzarlo desde los propios ajustes de la cámara.

Selfie

El selfie no es el fuerte del Xiaomi 12. En modo retrato no deja activar el HDR, algo comprensible en móviles de gama media, pero no en un gama alta. Las pieles tienen cierto sobreprocesado y el tratamiento general de la imagen no está tan cuidado como los resultados vistos con la cámara principal.

El vídeo es otro de los puntos a mejorar en la cámara del Xiaomi 12, ya que no es capaz de grabar más allá de 30 FPS en HDR, y su cámara frontal tan solo graba en resolución Full HD+. El Snapdragon 8 Gen 1 es capaz de ir bastante más allá en vídeo, por lo que esperamos que estas limitaciones de software acaben desapareciendo con las actualizaciones.

En el lado positivo, encontramos una grabación de vídeo muy bien estabilizada, así como un rango dinámico más que aceptable incluso si no tenemos el HDR activo. No es un vídeo que aspire a competir con los mejores, pero el usuario medio no quedará decepcionado con la mayoría de grabaciones.

Xiaomi 12, la opinión

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El Xiaomi 12 es uno de los gama alta con más sentido de la actualidad. Es la prueba de que se pueden seguir haciendo móviles compactos con especificaciones solventes, algo necesario en tiempos de terminales gigantescos. Es una apuesta por la gama más alta, destaca en aspectos clave como la cámara, y no cuenta con demasiados rivales Android en su categoría, principalmente por su tamaño. Si estás pensando en hacerte con un flagship pero no estás dispuesto a rozar las siete pulgadas, es una de las mejores opciones del momento.

El Xiaomi 12 tiene algunos compromisos, pero es una de las mejores compras que se pueden hacer en la gama alta Android: el precio y el tamaño atraen, mucho

Echamos en falta que, a pesar de no ser una variante «Pro», el panel hubiese tenido resolución QHD+ y algo más de calidad, así como un mayor refinamiento en MIUI. Tampoco le hubiese venido mal una batería con mayor capacidad, para no sufrir conforme avanza la tarde. Cuenta con sus compromisos respecto a la variante más ambiciosa, pero el ajustado precio y la ergonomía lo convierten en una alternativa más que golosa.

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