Xiaomi 11 T, análisis: le gana la partida al Pro en autonomía
Xiaomi 11 T, análisis: le gana la partida al Pro en autonomía. Aunque varíen las nomenclaturas, hay aspectos que no cambian en los fabricantes con ya bastante solera cuando son, además, uno de los más buscados en los escaparates españoles, al menos según algunas firmas de referencia. La línea Mi de Xiaomi se infiere ahora del propio nombre de la marca y esto ha llegado también a los (Mi)T, y en el análisis del Xiaomi 11T hemos probado una de las propuestas de gama alta que esta línea lleva a esos escaparates por un precio de salida por debajo de los 500 euros (por 1 euro). Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Es un móvil muy similar al Xiaomi 11 T Pro más allá del nombre: mismas dimensiones, mismas cámaras traseras e igualados en conectividad y mAh. Pero en este caso se apuesta por un Dimensity de MediaTek, igualmente de gama alta y con 5G, con distintas aproximaciones en la carga rápida y los interiores. Os contamos qué tal con él.
Ficha técnica del Xiaomi 11 T
Xiaomi 11 T | |
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Pantalla | AMOLED de 6,67 pulgadas, resolución FullHD+ (2.400 x 1.080 puntos), relación de aspecto 20:9, refresco de 120 Hz, 800 nits (brillo típico), relación de contraste típica de 5.000 000:1 y compatibilidad con contenidos Dolby Vision y HDR10+ |
Protección | Gorilla Glass Victus |
Procesador | MediaTek Dimensity 1200 Ultra con fotolitografía de 6 nm |
Gráficos | ARM Mali-G77 MC9 |
Memoria principal | 8 GB LPDDR4x |
Almacenamiento | 128 o 256 GB UFS 3.1 |
Cámaras traseras | Principal: sensor de 108 megapíxeles, óptica con valor de apertura f/1.75 y fotodiodos de 2,1 µm Ultra gran angular: sensor de 8 megapíxeles, óptica con valor de apertura f/2.2 y ángulo de visión de 120º Telemacro: sensor de 5 megapíxeles, óptica con valor de apertura f/2.4 y enfoque automático entre 3 y 7 cm |
Cámara frontal | Sensor de 16 megapíxeles y óptica con valor de apertura f/2.45 |
Grabación de vídeo | Hasta 4K a 60 FPS Audio Zoom |
Conectividad | USB-C |
Conectividad inalámbrica | 5G / LTE Wi-Fi 6 Bluetooth 5.2 NFC IR |
Sistema operativo | MIUI 12.5 basado en Android 11 |
Sonido | Audio estereofónico Procesado Dolby Atmos |
Batería | 5000 mAh |
Carga | Transformador de 67 W incluido en el paquete |
Características adicionales | Lector de huellas en el lateral |
Dimensiones | 164,1 x 76,9 x 8,8 mm |
Peso | 203 g |
Colores | Gris, blanco y azul |
Precio | 499 euros (8 + 128 GB) 549 euros (8 + 256 GB) |
Diseño: un estilo conocido
Poco que añadir a lo que comentamos del 11 T Pro en cuanto a estética y construcción porque el 11 T es un clon absoluto. Tomaron reminiscencias de los Xiaomi Mi 10T con algo del Xiaomi Redmi Note Pro Max, con ese módulo bastante notorio (aunque sin sobresalir en exceso). ¿Qué tenemos pues? Una trasera brillante, con un patrón de rayas muy sutil, y el mismo magnetismo por las huellas.
Con esto, el 11T es un móvil bastante sobrio a nivel estético y de paño frecuente, salvo que lo usemos con funda (se entrega una con él). Como su mellizo Pro, está construido en cristal para la trasera, aluminio en los bordes y Gorilla Glass Victus para la pantalla, con lo que promete ser resistente y transmite sensación de buena construcción.
Pese a lo voluminoso
El Xiaomi 11 T es un móvil grande, aunque dentro de lo que solemos ver en cuanto a volumen para móviles con pantalla de 6,5-6,7 pulgadas. De hecho, es bastante cómodo y relativamente ligero, quedando en 203 gramos en ese volumen nada reducido (y con una batería de 5.000 mAh).
Así, el agarre es seguro en cuanto a lo antideslizante junto a un grosor de algo menos de 9 milímetros (salvo en los lados, algo más delgados). No se resbala y los botones, incluyendo el lector de huellas en el lateral, nos parecen bien ubicados.
Altura (Milímetros) | Anchura (Milímetros) | Grosor (Milímetros) | Peso (Gramos) | Pantalla (Pulgadas) | Batería | Superficie (Cm²) | Volumen (Cm3) | |
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Xiaomi 11 T | 164,1 | 76,9 | 8,8 | 203 | 6,67 | 5.000 | 126,19 | 111,05 |
Iphone 13 Pro | 146,7 | 71,5 | 7,65 | 204 | 6,1 | N. d. | 104,89 | 80,24 |
Samsung Galaxy S21 | 151,7 | 71,2 | 7,9 | 171 | 6,2 | 4.000 | 108,01 | 85,33 |
Realme GT | 158,5 | 73,3 | 9,1 | 186,5 | 6,43 | 4.500 | 116,18 | 105,73 |
Xiaomi Mi 11 Utra | 164,3 | 74,6 | 8,38 | 234 | 6,81 | 5.000 | 122,57 | 102,71 |
Sony Xperia 5 III | 157 | 68 | 8,2 | 169 | 6,1 | 4.500 | 106,76 | 87,54 |
Huawei P40 Pro | 158,2 | 72,6 | 8,95 | 209 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 102,79 |
Oneplus 9 Pro | 163,2 | 73,6 | 8,7 | 197 | 6,7 | 4.500 | 120,12 | 104,5 |
En la parte inferior se encuentra el puerto USB tipo C, sin minijack de audio, junto al altavoz principal. El secundario del sistema de estéreo que integra está en el frontal, disimuladísimo y perceptible mucho más a nivel auditivo que visual.
El frontal es bastante estándar, con la cámara frontal asomando por un agujero al centro de la pantalla y unos marcos simétricos salvo por la barbilla, aunque es bastante discreta. Es una pantalla plana y no son marcos demasiado delgados, pero el agujero de la cámara frontal es bastante pequeño. A continuación hablamos más a fondo de esta pantalla.
Pantalla: un sinfín de opciones tras el FullHD+ «de rigor»
En este Xiaomi 11 T vemos un panel AMOLED de 6,67 pulgadas con tasa de refresco de 120 Hz y muestreo táctil de hasta 480 Hz. Aspectos que, junto a la resolución FullHD+ de 2.400×1.080 píxeles, vienen a ser los mínimos esperados en un móvil de gama alta no ambicioso en pantalla.
¿Por qué? Porque con casi 6,7 pulgadas de pantalla queda en una densidad de 395 píxeles por pulgadas, que no es algo que se traduzca en una mala experiencia, pero que no es competitivo. Pero más allá de temas de mercado y actualidad, la experiencia a nivel de nitidez es buena.
El derroche de brillo con los 800 nits (típicos) es suficiente para ver bien el móvil bajo el directo e intenso sol de mediodía. Aunque eso sí, el brillo automático necesita bastante entrenamiento, dado que no ajusta bien en escenas con muy poca luz y al ajustarlo manualmente posteriormente no gestiona bien el cambio a situaciones más iluminadas.
La experiencia es buena en cuanto al contraste y los colores, aunque por suerte en esta ocasión tenemos todo el abanico de opciones de configuración de valores de MIUI en los ajustes de pantalla. Esto es, elegir el modo de color y poder elegir entre el ajuste adaptativo a nivel de temperatura, así como poder ajustar en detalle el contraste, el gamma y otros aspectos eligiendo uno de los perfiles de color (sRGB o P3).
Personalizable
Con esto la experiencia es altamente personalizable, lo cual siempre es beneficioso para el usuario. Destacar también que el modo vívido no es exageradamente saturado y nos ha encajado bastante, aunque quien prefiera ese aire a IPS puede quedarse en el modo de color estándar o alguno de los ajustes avanzados.
En cuanto a la tasa de refresco, la experiencia mejora mucho a 120 Hz, de una manera preocupantemente descarada. Nos hace pensar que quizás las altas tasas de refresco sean la salvación de software no lo suficientemente optimizados, dado que a 60 Hz en general las transiciones se pueden producir a golpes, arrastrándose y la fluidez es ya mucho menor sin salir del sistema (con la desventaja habitual de no alcanzar las tasas de refresco de los juegos más ambiciosos en este sentido).
En general, y considerando las opciones de pantalla de inicio y bloqueo, MIUI mantiene su premisa de dar un sin fin de posibilidades al usuario en cuanto a la interacción, la navegación, la distribución del contenido y demás parámetros más allá de los propios de la pantalla. Uno de esos caso en los que “lo de siempre” se agradece porque es mucho más que lo que ofrecen otros software.
Rendimiento: la gama alta de MediaTek cumple en rendimiento y temperatura
Una de las diferencias clave con el Xiaomi 11 T Pro es que el 11T raso apuesta por el Dimensity 1200 de MediaTek, frente al Snapdragon 888 del Pro. El 11T sin Pro queda también en 8 GB de RAM, con opciones de 128 ó 256 GB de almacenamiento UFS 3.1.
Por precedentes sabemos que con el Dimensity 1200 se tiene buena experiencia, como vimos por ejemplo en el OnePlus Nord 2. Con 8 GB de RAM (y no 12 GB) consideramos lo mismo: son componentes que dan para tener fluidez y suficiente potencia de manera continua. Eso sí, a 120 Hz, en el próximo apartado hablaremos de esto.
La temperatura se mantiene sin nada que destacar, y eso que también hay diferencia a nivel de sistemas de refrigeración con el Pro (en este caso no hay cámara de vapor). Una de las pruebas de fuego en este sentido es la carga del ‘Genshin Impact’, que en este caso se produjo sin problemas ni excesos de temperaturas más allá de lo habitual, así que bien en este sentido.
Os ponemos, como de costumbre, los benchmarks del Xiaomi 11T. Vemos que son resultados más altos y competitivos de los que vimos en el OnePlus Nord 2 incluso con menos RAM esta vez, así que parece que a la larga el procesador de MediaTek muestra estar a la altura de lo esperado en estas pruebas.
Xiaomi 11 T | Xiaomi 11 T Pro | Iphone 13 Pro Max | Sony Xperia 1 III | Vivo X60 Pro | Realme GT | Oneplus Nord 2 | Samsung Galaxy S21 Ultra | Huawei P40 Pro | |
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Procesador | Dimensity 1200 | Snapdragon 888 | Apple A15 Bionic | dragon 888 | Snap 888 | Snapdragon 888 | Dimensity 1200 | Exynos 2100 | Kirin 990 |
Ram | 8 GB | 8 GB | 6 GB | 12 GB | 12 GB | 8 GB | 12 GB | 12 GB | 8 GB |
Geekbench 5 (Single/Multi) | 884/3.045 | 806 / 3.161 | – | 1.132 / 3.634 | 1.033 / 3.385 | 1.143 / 3.511 | 806 / 2.471 | 991 / 3.272 | 943 / 2.527 |
3D Mark (Sling Shot) | (Max out) | (xed out) | (axed out) | (Maxed out) | (Maxe out) | (Maed out) | 6.818 | 9.226 | 8.726 |
Pcmarkwork | 11.962 | 10.753 | – | 11.857 | 11.163 | 14.673 | 8.037 | 14.043 | 9.476 |
Software: echando de menos la fluidez de antaño (a 60 Hz)
En el Xiaomi 11 T jugamos con la versión 12.5.5 de MIUI, la capa de personalización propia de Xiaomi, sobre Android 11. El móvil está en la lista de seleccionados para acoger la (de momento) rumoreada MIUI 13, así que de momento hemos visto qué tal con esta versión.
MIUI permite ya personalizar algo en la precarga inicial del sistema y vemos que sí hay algo de bloatware, como Facebook, TikTok, PreSale o Amazon Music, junto con apps propias de la casa que podremos eliminar en casi todos los casos. Los ajustes se mantienen sin novedades con respecto a lo previo, siendo bastante nutridos y deductivos, además de ya mostrar parte de esos extras de personalización que caracterizan a MIUI en su menú principal.
Prácticamente no hemos echado en falta ninguna opción u herramienta: MIUI permite personalizar la experiencia hasta el mínimo detalle. Quien se haya acostumbrado a los gestos en pantalla apagada que sí tienen de serie otras capas quizás podrá echar eso de menos, pero en general nos parece que la capa de Xiaomi es de las más completas.
Funciones
La capa cuenta con las funciones habituales, que con el tiempo se han establecido como mínimos, además de esos alicientes que añaden un plus a la personalización de la interacción o el aspecto. También el modo de juego (game turbo), que aunque está algo recortado con respecto a los móviles más potentes de la marca da opciones que pueden hacer más cómodas las partidas.
¿Qué nos mosquea? Que el funcionamiento sea tan distinto configurándola a 60 Hz o a 120 Hz, aunque esto no es algo que estemos viendo sólo en MIUI. El 11T se hace algo tedioso de usar a 60 Hz con transiciones lentas (no es un drama, pero no es lo que esperas con este hardware) y un nivel de fluidez que no es propio de un gama alta como éste, algo que se enmascara con los 120 Hz.
La alta tasa de refresco debería ser un aliciente cuando el software lo puede usar, como en un videojuego, pero no una condición para que el software se acabe de lucir. Hemos vivido años viendo capas fluidas como un cohete a 60 Hz y en eso casi siempre eran protagonistas MIUI y OygenOS, así que los 60 Hz no deberían de significar tirones o lag.
Biometría
En cuanto a la biometría, como hemos comentado, el 11T integra una cámara frontal que permite el reconocimiento facial estándar y un lector de huellas que, pese a tratarse de un panel AMOLED, encuentra su hueco en el lateral del móvil. Pero el software no parece estar lo suficientemente optimizado para disfrutar de ninguno de los dos.
La lectura de huellas es rápida y lo sabemos porque oímos el sonido del desbloqueo, pero la pantalla tarda bastante en encenderse, con lo que en la práctica no es la lectura más rápida ni mucho menos. Pese a esto, es el sistema que más nos ha convencido, dado que no nos ha funcionado el levantar para activar pantalla y así el reconocimiento facial pierde bastante su gracia (el cual tampoco funciona en la oscuridad).
Cámaras: aunque el conformismo se vista de módulo llamativo, conformista se queda
En el Xiaomi 11 T han conservado la configuración de cámaras de su mellizo Pro (y algunos otros modelos), por lo cual no esperábamos ver muchos cambios. Queda en lo siguiente:
- Cámara principal con sensor de 108 megapíxeles (Samsung ISOCELL HM2 de 1,52 pulgadas) con una lente con apertura f/1.75.
- Ultra gran angular con sensor de 8 megapíxeles (Sony IMX355) con lente de apertura f/2.2.
- “Telemacro” con sensor de 5 megapíxeles (Samsung S5K5E9 de 1/5 pulgadas) con lente con apertura f/2.4.
- Cámara frontal con sensor de 16 megapíxeles (1/3,06 pulgadas) con una lente con apertura f/2.4.
App de cámara
El software que permite manejar todo lo anterior no añade novedades con la navegación por pestañas y ese extra de personalización que también llega a la app de cámara y que ya hemos destacado con anterioridad. Se conserva también la peculiar distribución del modo macro, que no se añade a los principales y accesorios y que figura en el menú de opciones.
Es una app funcional y cómoda, con HDR manual o automático y muy favorable al control del usuario (hasta el punto que desee). Sigue pecando de lentitud en algún punto como en este caso el disparo en HDR, pero es estable y no hemos experimentado cierres repentinos o inestabilidad.
Los modos se pueden editar y además lo que podemos hacer es cambiar el color principal, el sonido de obturador (no podemos silenciarlo) y cambiar la pestaña Más por un cajón (a lo OnePlus). Xiaomi además añade algunos modos extra más allá de los habituales, como el vlog o el vídeo dual.
Cámaras traseras
En terreno poco exigente la principal del 11T da buen resultado, con colorimetría correcta, un balance de blancos acorde a la escena y un rango dinámico que, sin alardes, tampoco queda corto. De hecho, el HDR suele ser algo agresivo y no siempre compensará, así que no es una opción demasiado recomendable.
Con días nublados la principal ya tiene más problemas con el detalle y el ruido, pero en días soleados y espacios abiertos resuelve bastante bien. Cuando viene la noche o la iluminación natural escasea es cuando se desdibujan los bordes, tampoco demasiado por debajo de lo esperado pero sí con un exceso de ruido que se hace más de rogar de lo que estimábamos.
En estas situaciones, sobre todo hablando de la noche, tenemos el recurso del modo noche, que en este caso actúa también para el gran angular y el zoom digital a 2x. Según la escena podemos obtener unos contornos más marcados, a veces dejando un resultado un poco exagerado (cuando hay suficiente luz para que el automático resuelva). En todo caso, normalmente siempre da mejor resultado que el HDR de noche, tanto en la principal como en el gran angular.
Megapíxeles
Si disparamos con 108 megapíxeles podemos obtener más detalle, aunque como siempre solemos decir es algo que se nota al recorte o al acercar (de hecho, nos da mejor resultado el recorte tirando a 108 megapíxeles que el zoom digital a 2x). Nos será útil según nuestras preferencias a este respecto y al tamaño de la fotografía, puntualizando que en este modo no hay HDR adicional (que quizás en este caso tampoco se echa de menos).
Hablando del ultra gran angular, la calidad de la fotografía desciende hablando del detalle, pero no detectamos diferencias llamativas a nivel de exposición, contraste, saturación y balance de blancos. Esta diferencia se acusa en días nublados, al atardecer y de noche: ahí no nos parece lo competitivo que debería ser en la liga de los más ambiciosos.
Modo retrato
La lente macro (que es lo que es el “telemacro” da buen resultado al optar por 5 megapíxeles y no el sensor de 2 que solemos ver. Nos sigue pareciendo un uso poco recurrido (por mucho que Apple lo haya añadido), pero si la luz es suficiente podemos tener fotografías resultonas.
Cámara frontal
La cámara subjetiva aprueba para dar un resultado aceptable, sin ningún tipo de alarde ni sorpresa. De hecho, esperábamos algo más de nitidez, ahora que muchas cámaras subjetivas de gama media dan resultados muy buenos a este nivel.
Tanto el detalle como el contraste tienen margen de mejora. La colorimetría también queda por detrás con respecto a lo que vemos en la principal y por la noche nos encontramos con fotografías con alguna acuarela y poca definición, además de un exceso de sombras.
Vídeo
Bajando el listón con respecto al Pro (y quedando en 4K como resolución máxima), el vídeo del 11T es en general solvente y no echamos en falta ese plus de resolución, sobre todo hablando del día y las situaciones más favorables. Pese a no tener estabilización óptica, fuera de la noche y de la baja iluminación vemos un buen resultado tanto en 4K como en 1080p, con tomas equilibradas a nivel de exposición y colores.
Los resultados se trasladan más o menos desde la fotografía al vídeo y el gran angular rinde un poco por debajo a nivel de nitidez, sin apreciar diferencias en el rango dinámico (aunque sí algo menos de contraste). El modo de estabilización añadida sólo trabaja hasta 1080p, pero no es recomendable de noche ya que la calidad del vídeo desciende bastante (y no se van los temblores habituales al andar).
Donde peor queda, y con diferencia, es por la noche. Son tomas llenas de ruido y muy poco estables, en las que mejor optar por el 4K porque sí hay algo más de diferencia con respecto al 1080p.
Cámara frontal
En la cámara frontal vemos el añadido de poder grabar con HDR y resolver así mejor el cielo de fondo, aunque el plano frontal queda demasiado contrastado y con colorimetría menos acertada. De día resuelve muy bien y de noche ocurre como en la cámara trasera, pero con un descenso de la nitidez más acusado (y no tanto la desestabilización).
Audio: estéreo para estar a la altura
Como hemos indicado en el apartado de diseño y construcción, el Xiaomi 11 T cuenta con altavoces estéreo, sin minijack de 3,5 milímetros y con soporte Dolby Atmos. Los altavoces nos dan un sonido equilibrado, con buen rango dinámico y sobrado de volumen.
Podemos echar en falta quizás algo más de potencia en los graves, pero en general la experiencia es muy buena y competente. Hay bastantes ajustes más allá del Dolby Atmos, que hemos de desactivar para probarlos. Más allá del ecualizador, quizás podamos obtener una experiencia más satisfactoria si configuramos un perfil de audio, especialmente si no somos capaces de percibir todas las frecuencias.
En auriculares la experiencia mejora, especialmente si tiramos del perfil personalizado de audio. En general, lo que no ayuda en auriculares de terceros es tirar por la elección de perfiles por modelo de auricular (centrados en los modelos de la marca), eso sí.
Autonomía: estos 5.000 mAh nos saben mejor
Con una batería de 5.000 mAh, el 11T no debería alejarse en exceso de la autonomía que da su mellizo Pro teniendo en cuenta este valor. Pero además del procesador hay algunas otras diferencias, como por ejemplo la carga, que condicionan la experiencia.
En este caso tenemos unas 10 horas de pantalla de y unas 31 horas de autonomía de media, que está muy bien y que se traduce en que cargamos el móvil de cada 1,5-2 días según el uso y la tasa de refresco. De hecho, la diferencia entre el uso entre dejarlo a 60 o a 120 Hz son unas cinco horas según el test de batería de PCMark, que no es poco, pero teniendo en cuenta que la autonomía media a 120 Hz es de más de 30 horas (y la falta de fluidez a 60 Hz) nos compensa dejarlo en esta tasa de refresco.
Con ello vemos que las cifras son distintas a la del Pro, marcando unas medias más favorables tanto en pantalla como en autonomía media. Aunque con los dos lo que tenemos garantizadas son las 24 horas, incluso en un día de uso intenso a 120 Hz.
Hablando del cargador, aquí no tenemos 120 vatios de carga rápida, sino de 67 vatios, lo cual ya está dentro de los máximos que solemos ver en los cargadores de Android a día de hoy. Con él la carga se completa entre 41-45 minutos, lo cual es bastante poco teniendo en cuenta que no lo vamos a cargar hasta al menos un día (largo) después.
Xiaomi 11 T, la opinión y nota de Xataka
Los Xiaomi T se están convirtiendo en un segundo plato muy interesante al ser básicamente una versión de los “no T” a precios más contenidos. La clave: incluir alguna característica destacada en lo que, por definición, ya es una ficha técnica de un gama alta, pero sin subirse a los 800-1.000 euros.
En esta ocasión la experiencia se ha visto un tanto nublada por un software que no parece estar optimizado del todo y unas cámaras que no rinden de manera competitiva hablando de los móviles más ambiciosos en este sentido, si bien la rebaja de precio con respecto a otros por algún sitio tiene que asomar. Quizás por esto la cuestión, a la hora de valorar si puede ser un candidato para nosotros, es si nos compensan sus relativas virtudes frente a una gama media cada vez más ambiciosa (y en casa propia) o sus carencias con respecto a los gama alta más completos.
8.8
A favor
- La personalización por bandera en el software
- Sonido estéreo y tasa de refresco hasta 120 Hz
- Buena autonomía incluso a 120 Hz
En contra
- MIUI parece estar a medio terminar en cuanto a la fluidez
- La fotografía queda por debajo de lo esperado
- Una lástima que se ensucie tan fácilmente