
VPN: qué es, para qué sirve y qué ventajas tiene
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Vamos a explicarte qué es una conexión VPN, para qué sirve y cuáles son sus principales ventajas a la hora de trabajar online y navegar por internet de forma segura. Este tipo de tecnología lleva muchos años entre nosotros, pero su uso ha evolucionado. Lo que comenzó siendo una herramienta exclusiva en el ámbito empresarial, hoy se ha convertido en algo común entre freelancers, nómadas digitales y cualquier persona que trabaje por el mundo, además, con soluciones como NordVPN es mas sencillo que nunca.
Precisamente esa adaptabilidad ha generado algunas confusiones sobre qué es exactamente una VPN. A menudo se asocia con eludir bloqueos geográficos o con la búsqueda de anonimato total, algo que puede hacer pensar que su uso no es del todo “limpio”. Sin embargo, la realidad es que son una herramienta fundamental para garantizar la privacidad y la seguridad en la red.
Contar con una VPN no solo puede resultar útil, sino que en muchos casos es imprescindible, sobre todo si trabajas en remoto o viajas mientras generas ingresos online. En ciertos países puede incluso ser clave para proteger tu seguridad física. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre ellas.
¿Qué es una VPN?
Vamos a empezar por lo básico. VPN son las siglas de Virtual Private Network, que en español significa Red Privada Virtual. Dicho así, puede sonar a algo técnico, pero la idea es bastante sencilla.
Imagínate que te conectas a internet como siempre: desde tu casa, una cafetería o una oficina. Tu móvil, portátil o tablet se comunica con el router, y este te conecta a internet a través de tu proveedor de internet. Todo normal.
Pero esa conexión es como una carretera abierta: cualquiera con malas intenciones podría mirar qué estás haciendo, especialmente si estás en una WiFi pública. Ya lo hemos comentado en otros artículos; redes como las de aeropuertos, centros comerciales, cafés… son fáciles de hackear. Ahí es donde entra la VPN. Si te conectas con ella, tu conexión se cifra y ya no es tan sencillo hackearte.
Lo que hace la VPN es crear una especie de túnel seguro entre tu dispositivo y el servidor al que te conectas. Así, toda la información que envías y recibes va cifrada, como si la guardases en una caja fuerte que solo tú y el servidor podéis abrir. Y además, tu dirección IP real se oculta, haciendo que parezca que estás navegando desde otro lugar.
Por eso, las VPN son tan populares entre quienes trabajan online o viajan: protegen tus datos y te permiten conectarte como si estuvieras en casa, aunque estés en la otra punta del mundo.
¿Para qué sirve una VPN?
Ahora que ya tienes clara la idea de qué es una VPN, seguro que te estás preguntando: ¿para qué la necesito realmente si trabajo online o viajo por el mundo?
Vamos a lo práctico, porque aquí es donde empieza a cobrar sentido para tu día a día. Estos son los usos más habituales de una VPN si te ganas la vida con un ordenador y te mueves por diferentes países o trabajas desde casa.
Trabajar seguro desde cualquier parte del mundo
Esta puede ser la opción más típica para aquellos nómadas digitales o personas que viajan por el mundo. Imagínate que estás trabajando desde un coworking; Tailandia, Bali, Miami…, o simplemente tomándote un café mientras respondes emails en una WiFi pública del aeropuerto. Todo parece que conecta bien, funcionan los correos, puedes navegar correctamente, sin embargo, esas redes son como una puerta abierta para cualquiera que quiera entrar a tu casa, en este caso, cotillear tus datos.
Aquí es donde entra la VPN en juego. Cuando te conectas a una, todo tu tráfico va cifrado. Nadie podrá ver tus contraseñas, tus cuentas bancarias ni tus documentos del cliente. Trabajas igual de tranquilo que si estuvieras en tu casa, conectado a tu red habitual.
Acceder a webs y plataformas bloqueadas por países
Esto le pasa a más gente de lo que crees. Te mudas temporalmente a China, Turquía o los Emiratos, y de repente te das cuenta de que no puedes entrar a WhatsApp, Instagram o YouTube. O peor, intentas entrar a tu banco o una plataforma de trabajo como Upwork, y te dice que “este servicio no está disponible en tu región”.
Pero esto no solo pasa cuando viajas lejos. También ocurre en España, por ejemplo, al intentar entrar a páginas de empresas en Estados Unidos. Muchas bloquean el acceso por temas de privacidad y protección de datos (RGPD). Te metes a una web que te han recomendado, y te encuentras el clásico aviso de “esta página no está disponible en tu región”.
¿Solución? Una VPN
Con ella simulas que te conectas desde tu país (o desde donde quieras) y listo, vuelves a navegar como si estuvieras en tu salón. Entras al banco, accedes a Upwork, ves YouTube y hasta puedes solicitar ese trabajo que viste en la web americana.
Es una opción bastante recurrente para los nómadas digitales y, en general, para cualquier persona que trabaje por el mundo o necesite acceder a plataformas internacionales sin límites absurdos. Porque cuando dependes de internet para trabajar, no puedes permitirte quedarte fuera por culpa de estas restricciones.
Proteger tu privacidad (que no te rastreen)
¿Alguna vez has buscado “billetes a Londres” y después te han estado persiguiendo anuncios de vuelos durante semanas? O peor, que miras algo solo por curiosidad y parece que internet se lo ha contado a todo el mundo.
Eso pasa porque cuando navegas sin protección, tu IP y tus datos se van quedando por ahí como miguitas de pan. Los rastreadores de las webs y los anunciantes van apuntando todo lo que haces y te crean un perfil para meterte publicidad o, directamente, vender esa información.
Aquí es donde la VPN te da un respiro. Oculta tu IP real y cifra tu conexión, así que nadie sabe exactamente quién eres ni desde dónde te conectas. Básicamente te pone una capa de invisibilidad, y créeme, cuando trabajas online o viajas mucho, eso es oro.
¿Por qué? Porque no solo te libras de anuncios pesados, sino que evitas que te suban precios por mirar demasiadas veces lo mismo (sí, esto pasa con vuelos y hoteles). Y sobre todo, te aseguras de que tu información y tu ubicación no acaban en manos de cualquiera.
Si trabajas en internet, cuidar tu privacidad es tan importante como tener buen WiFi. Y una VPN es la herramienta que te da ese control. Con una VPN, tu IP real se oculta. Las webs no saben quién eres exactamente ni desde dónde navegas, así que ganas en privacidad.
Conseguir mejores precios en vuelos, hoteles o alquileres
Esto es un truco que usan muchos viajeros expertos, ya sabes, esos travel hacking que tanto nos gustan. Algunas webs cambian los precios dependiendo del país desde donde te conectas. Sí, lo que lees. A veces, por buscar desde España te sale un vuelo más caro que si lo hicieras desde Argentina o Turquía.
¿Solución? Activas tu VPN, te conectas como si estuvieras en otro país, comparas precios… y zasca, ahorro conseguido. Más rápido imposible.
Evitar bloqueos de plataformas freelance
Si trabajas en plataformas para freelance, seguro que ya sabes que a veces son más quisquillosos que un jefe desconfiado. Sobre todo, si detectan que te conectas desde un país “sospechoso”, aunque tú simplemente estés ahí porque te dio por probar a vivir en Bali o te has ido de viaje a Egipto.
¿El problema? Que te pueden bloquear la cuenta, pedirte mil verificaciones, o directamente suspenderte el perfil. Y claro, cuando tu trabajo depende de esas plataformas, que te corten el grifo así, de un día para otro, es un drama.
Aquí es donde entra la VPN. Conectas como si estuvieras en tu país de siempre, y listo, sin alertas raras ni riesgos de que te cierren la cuenta por estar viajando por el mundo, algo que. adía de hoy, es bastante normal.
Es simple: menos sustos, más trabajo y más tranquilidad. Porque cuando eres freelance, saber que puedes seguir currando desde cualquier parte del mundo sin que te bloqueen, vale oro.
Descargar contenido o compartir archivos de forma segura
Aquí no estamos diciendo que te pongas el parche pirata, pero seamos sinceros: cuando trabajas online, muchas veces necesitas descargar archivos pesados, vídeos, o compartir documentos grandes con clientes.
El problema es que algunas compañías de internet que te están espiando todo el rato. Ven que estás descargando mucho y, pum, te bajan la velocidad o te bloquean.
Como vienes viendo, la VPN también funciona aquí,ya que tu conexión va cifrada, así que nadie sabe qué estás haciendo ni cuánto estás descargando. Solo ven tráfico normal, como si estuvieras viendo memes. Tú sigues currando sin cortes ni bajones de velocidad.
Esto viene genial sobre todo si trabajas con edición de vídeo, fotografía, diseño o cualquier cosa que implique mover archivos grandes, o si colaboras con otros profesionales y usas torrents o P2P para compartir material legal.
Ventajas de usar una VPN si trabajas online
Si te ganas la vida con tu portátil, ya sea desde casa, viajando por el mundo o combinando un poco de todo, usar una VPN puede marcar la diferencia. No es solo un extra de seguridad, es una herramienta que te facilita el día a día y te ahorra más de un dolor de cabeza.
Estas son las principales ventajas que notarás en tu trabajo online:
1. Seguridad reforzada
Cuando trabajas online, tus contraseñas, tus cuentas bancarias y los datos de tus clientes son tu tesoro. Lo último que quieres es que alguien te los robe por conectarte a una WiFi pública en el aeropuerto o desde la cafetería de siempre.
Con la VPN, todo lo que envías y recibes viaja cifrado, como si metieras tus datos en una caja fuerte antes de lanzarlos a internet. Aunque alguien intente espiar tu conexión, lo único que verá será un montón de datos encriptados que no podrá descifrar.
Resultado: puedes trabajar, hacer transferencias y gestionar proyectos sin miedo a que te hackeen.
2. Accede desde cualquier lugar del mundo
¿Alguna vez has viajado a otro país y te has encontrado con que no puedes entrar a una web que usas a diario? Plataformas de trabajo, bancos, redes sociales… De repente, parece que te has quedado fuera del mundo. Si no lo has vivido, créeme que pasa más a menudo de lo que piensas.
Si tienes una VPN, simulas que te conectas desde tu país o desde cualquier otro sitio, y listo. Puedes seguir trabajando con normalidad, como si estuvieras en tu casa. Da igual si estás en Tailandia, México o Japón, accedes a todo sin problemas.
Trabajar sin fronteras, como debe ser.
3. Evitar bloqueos laborales
Esto le ha pasado a más de uno. Te registras en plataformas como Upwork, Fiverr o Freelancer, y todo va bien… hasta que un día te bloquean porque detectan que estás en un país “sospechoso”.
Aunque solo estés de paso, ellos no lo saben, y pueden suspender tu cuenta por “seguridad”. Y adiós a tus ingresos.
Con una VPN, parecerá que siempre te conectas desde tu país, así que te evitas estos sustos y puedes seguir trabajando sin interrupciones.
4. Privacidad: nadie sabrá desde dónde te conectas realmente
Hoy en día, todo el mundo quiere saber por dónde navegas y qué haces en internet. Las webs rastrean tu IP, las redes recopilan tus datos y los anunciantes te siguen a todas partes. Incluso cuando ya has comprado el producto…
Si tienes una VPN, tu IP real se oculta, y es como si te pusieras una máscara digital. Así puedes navegar, trabajar o hacer tus gestiones sin dejar rastro. Tu privacidad es tuya.
5. Ahorro de dinero
Este truco es menos conocido, pero funciona. Algunas webs muestran precios distintos según el país desde el que te conectas. Pasa con vuelos, hoteles, alquileres de coches… y si te pillan buscando varias veces desde el mismo sitio, muchas veces los precios suben.
Con una VPN puedes cambiar tu ubicación virtual y comprobar precios como si estuvieras en otro país. A veces la diferencia es poca, pero en vuelos largos o estancias largas, te puedes ahorrar un buen pico.
¿Es legal usar una VPN?
Sí, en la mayoría de los países, usar una VPN es completamente legal. Sin embargo, hay algunas excepciones como China, Rusia o Irán, donde el uso está limitado o regulado. Antes de viajar, es recomendable informarse sobre la normativa local. Una simple búsqueda en Google u otro buscador te resolverá esta duda.
¿VPN gratis o de pago?
Existen VPN gratuitas, pero suelen tener limitaciones en velocidad, seguridad y volumen de datos. Si trabajas online y dependes de una conexión fiable, lo más recomendable es optar por una VPN de pago, que te asegure:
- Mayor velocidad.
- Cifrado más robusto.
- Mejor servicio de atención al cliente.
- Evitar publicidad intrusiva.
Las VPN más recomendadas para freelancers y nómadas digitales
Llegados a este punto hay que ver varios factores, sin embargo,
- NordVPN: Rápida, segura y con servidores en todo el mundo.
- ExpressVPN: Destaca por su velocidad y facilidad de uso.
- Surfshark: Buena opción calidad-precio, permite conexiones ilimitadas.
NordVPN
Entre todas las opciones que hay en el mercado, NordVPN se ha ganado la fama de ser una de las más fiables y rápidas. Es, de hecho, la que usan muchos freelancers, teletrabajadores y nómadas digitales porque funciona bien prácticamente en cualquier país y es muy fácil de configurar.
Lo bueno de NordVPN es que tiene más de 5.000 servidores repartidos por todo el mundo, lo que te permite conectarte desde casi cualquier país y evitar bloqueos geográficos sin perder velocidad. Además, su cifrado es de los más seguros y no guarda registros de lo que haces, así que también cuida tu privacidad.
Si trabajas viajando o simplemente quieres una VPN que no te dé problemas, NordVPN es de las más recomendadas por la comunidad de trabajadores online.
¿Cómo instalar y configurar la VPN?
Es más sencillo de lo que crees. Solo tienes que seguir los siguientes pasos.
- Accede a la web de NordVPN. [Actualmente tienes un 73 % de descuento + 6 meses gratis]
- Elige el plan que deseas y rellena los datos.
- Descarga e instala la aplicación en tu ordenador o móvil.
- Inicia sesión y selecciona el país desde el que quieres simular tu conexión.
- Activa la VPN y empieza a navegar de forma segura.