Hay un nuevo gama alta en el escaparate. Llega de la mano de Vivo y sólo con verlo ya nos queda claro cuál es su característica estrella: la cámara. Por si ese módulo gigante fuera poco, el Vivo X300 Pro sale a la venta junto a un kit fotográfico que lo convierte en una cámara con todas las letras. Veamos qué más ofrece la nueva bestia de la marca china.
Ficha técnica del Vivo X300 Pro
| Vivo X300 Pro | |
|---|---|
| Dimensiones y peso | 161,98 x 75,48 x 7,99 mm |
| Pantalla | 6,78″ LTPO
2.800 x 1.260 px 120 Hz 2.160 Hz PWM Dimming HDR 10+, Dolby Vision |
| procesador | MediaTek Dimensity 9500 |
| memoria | 16 GB |
| Almacenamiento | 512 GB |
| Batería | 5.440 mAh Li-Ion
Carga rápida 90W Carga inalámbrica 40W |
| Cámaras traseras | Principal: 50MP ZEISS Sony LYT-828, f/1.57, 24 mm
Gran angular: 50MP, JN5, f/2.0, 15 mm Telefoto: 200MP, ZEISS APO, Samsung HPB, f/2.67, zoom óptico 3.7x, 85 mm |
| Cámara frontal | 50 MP, ZEISS; JN1, f/2.0 |
| Sistema operativo | OriginOS 6
Android 16 |
| Conectividad | WiFi 7
5G Bluetooth 6.0 NFC |
| Otros | Resistencia IP68
USB C 3.2 Altavoces estéreo Chip imagen VS1+ V3+ Lector de huellas ultrasónico |
| Precio | Móvil: 1.399 euros
Móvil + kit fotográfico: 1.599 euros |
Diseño: hay un poco de móvil en tu cámara

El diseño no es el aspecto en el que el Vivo X300 innova especialmente, de hecho es bastante básico. Esquinas y bordes redondeados, buen aprovechamiento del frontal, marco de metal… lo típico. Nuestro modelo es el de color beige (también está en negro) y el marco metálico hace juego con un tono cálido muy elegante. Vivo ha apostado por una textura mate tanto en la trasera como en el marco. Resulta bastante agradable al tacto, además de que no se le quedan tan marcadas las huellas como a los acabados brillantes.
Es un móvil grande, pero al mismo tiempo se siente delgado. Al sujetarlo la primera vez me pesó más de lo que me esperaba y enseguida me di cuenta del motivo: el módulo de cámara es gigante. En serio, es muy grande, llegando a ocupar prácticamente todo el tercio superior. Además, sobresale mucho del chasis, 5 milímetros según mis mediciones.
Cuando dejas el móvil en la mesa se queda bastante inclinado, pero como el módulo está centrado y ocupa casi toda la anchura, el móvil no “baila”. Lo que me ha resultado un poco más incómodo es que la cámara desequilibra el peso. Al cogerlo en vertical no es problemático a menos que lo sujetes de la parte inferior. De hecho, me ha sido incluso cómodo porque usaba el módulo de cámara para apoyar el dedo. Cuando es más incómodo es al ver vídeos en horizontal porque se nota que la parte de la cámara pesa bastante más.
Pantalla y sonido: a lo grande (y brillante)

El frontal está ocupado por una pantalla AMOLED de 6,78 pulgadas con resolución FullHD+ y una tasa de refresco de 120Hz. Llama la atención que Vivo no haya apostado por una resolución QHD en su gama alta, aunque es algo que ya nos encontramos con el Vivo X200 Pro. La nitidez es más que suficiente y en ningún momento se percibe falta de definición, pero estando en la gama más alta lo esperable es encontrar ese plus de nitidez.
Donde no hay ninguna queja es en la fluidez que dan los 120Hz. Por defecto viene activada la adaptación inteligente y en todo momento el panel se siente muy rápido, sin que haya notado un impacto notable en la batería.
A nivel de brillo y calibración hace un buen trabajo, pero lo mejor es que Vivo nos ofrece distintas opciones para poder ajustarlo. Creo que nunca había visto un menú de ajustes de pantalla tan completo y variado como este. Tenemos el apartado de ‘Confort y protección ocular’, donde podemos activar ‘Confort ocultar’ que tinta la pantalla de un ligero tono cálido, pero no es el típico filtro de luz azul, sino que se ajusta de forma automática con IA y resulta mucho más agradable.

Además, tenemos otras opciones como el ‘Brillo antifatiga’ y el ‘Color adaptativo’ que también ajustan los niveles en función del tiempo que llevamos usando el móvil y la luz ambiental respectivamente. Por defecto estas funciones no vienen activadas y personalmente encuentro que la experiencia es mejor tras activarlas ya que antes notaba la pantalla ligeramente fría.
Por último en este apartado, hablemos de sonido. Tenemos el altavoz principal en la parte inferior y otro menos potente en el frontal, justo sobre la cámara. De volumen va más que sobrado, pero si lo subimos a tope llega a ser estridente y se nota que le falta potencia en los graves.
Rendimiento, software y autonomía: Mediatek a los mandos
Vivo vuelve a apostar un año más por un chip Mediatek, concretamente el Mediatek Dimensity 9500. Aunque las pruebas benchmark siguen dándole mejores puntuaciones a los chips de Apple y Qualcomm, en la práctica el chip de Mediatek ofrece un rendimiento excelente. No he tenido problemas a la hora de correr juegos exigentes como Genshin Impact, editar vídeos o exprimir la multitarea. Tampoco he detectado que se caliente más de la cuenta, únicamente tras someterlo a todos los test benchmark subió la temperatura.
| VIVO X300 | iPhone 17 pro max | Google Pixel 10 Pro | Samsung Galaxy S25 Ultra | samsung galaxy z fold7 | OPPO FInd x8 pro | |
|---|---|---|---|---|---|---|
| PROCESADOR | MediaTek Dimensity 9500 | A19 Pro | Tensor G5 | Qualcomm Snapdragon 8 Elite | Qualcomm Snapdragon 8 Elite | MediaTek Dimensity 9400 |
| RAM | 16 GB | 12 GB | 16 GB | 12 GB | 16 GB | 16 GB |
| GEEKBENCH 6 (SINGLE/MULTI) | 2.972/7.957 | 3.750 / 9.731 | 2.279/5.364 | 3.851/ 9.451 | 2.527/8.582 | 2.685 / 8.398 |
| 3D MARK Wild Life Unlimited | 25.997 | 25.146 | 12.940 | 23.731 | 20.138 | 22.312 |
| 3D MARK Wild Life Stress Unlimited | 26.318 / 10.563 | 26.091 / 17.919 | 12.583/6.023 | 23.965/ 19.531 | 21.197/8.840 | 23.330 / 18.964 |
Con el X300 Pro, Vivo abandona su capa FuntouchOS y nos trae OriginOS 6, la capa que llevan usando en China desde hace varios años. Está basada en Android 16 y tiene un diseño completamente renovado. Sigue destacando por la infinidad de opciones de personalización que nos ofrece; podemos cambiar el diseño y forma de los iconos, ajustar los colores de toda la interfaz y hasta elegir cómo será la animación cuando desbloqueemos el móvil con la huella.
Por defecto viene con cajón de apps, pero también lo podemos desactivar para tener todas las apps en pantalla. También nos ofrece un montón de widgets que van con el diseño que hayamos elegido para la interfaz. Sobre el bloatware, viene con algunas apps preinstaladas como Booking, Temu, Netflix o Tiktok, pero las podemos desinstalar sin problemas.

Las opciones de personalización son enormes.
Sobre la autonomía me ha pasado algo curioso. La versión internacional lleva una de 6.510 mAh, que es la que pensaba que tenía la unidad que estaba probando. Mis sensaciones con la autonomía estaban siendo positivas. Para mi sorpresa, la versión que llega a España tiene 5.440 mAh. Si no me hubiera percatado de este detalle, habría pensado que era una buena autonomía, pero teniendo en cuenta que la batería es más pequeña de lo que pensaba, 6-7 horas de pantalla me parece una cifra que está bastante bien.

La mayoría de días llegué a la noche con un 20% de batería, mientras que en los días de uso más intenso (básicamente los días que salí a hacer fotos) tuve que parar a «repostar». Aquí me ha salvado la vida el kit fotográfico, que tiene una empuñadura con batería integrada y ha sido como un salvavidas que ha evitado que me quedara sin carga. Comentar también que Vivo ofrece un montón de opciones de personalización del ahorro energético.
Con respecto a la carga, no viene con cargador y no tengo ninguno que llegue a los 90W que soporta. Con un cargador de 40W se carga en aproximadamente 1:20 horas. Y una cosa curiosa, cuando nos quedamos sin batería, el móvil continúa funcionando unos minutos y nos permite llamar a emergencias.
Cámaras: un refrito, pero qué refrito

El tamaño del módulo de cámara ya es toda una declaración de intenciones: este móvil es para quien le guste la fotografía móvil y quiera una cámara de nivel. Veamos qué nos ofrece:
- Cámara principal: 50 MP, f/1.6, 23 mm (gran angular), 1/1.28″, 1.22 µm, PDAF, OIS
- Teleobjetivo: 200 MP, f/2.67, 85 mm (telefoto periscopio), 1/1.4″, 0.56 µm, PDAF multidireccional, OIS, zoom óptico 3.7x, macro 2.7:1
- Gran angular: 50 MP, f/2.0, 15 mm, 119˚ (ultra gran angular), 1/2.76″, 0.64 µm, AF
El año pasado mi compañero Ricardo se lo pasó de fábula probando el X200 Pro y yo no iba a ser menos, sobre todo porque el Vivo X300 Pro monta el mismo sistema de cámaras que su predecesor. Ya entonces nos pareció que el sensor principal no mejoraba demasiado lo que ofrecía la competencia, pero ahora además ha pasado un año, lo que no juega a su favor.
La app de cámara tampoco ha cambiado apenas. Tenemos un diseño clásico, con los modos de foto y vídeo colocados en un carrusel sobre el botón de disparo y varias herramientas en la parte superior. Se suma algún icono más, como el que activa el teleobjetivo del kit del que hablaremos más adelante.
Cámara principal

Sensor principal, disparo con ajustes por defecto

Detalle al 100%
Los resultados del sensor principal brillan por encima del resto. Tenemos imágenes con un rango dinámico amplísimo, nítidas y con unos colores bastante equilibrados.
La cámara no ha cambiado y el procesado parece que tampoco. Si sacamos la lupa vemos que Vivo sigue apostando por un procesado un poco agresivo. No lo vemos tan claro en elementos más lisos como el edificio, pero en las palmeras, donde hay texturas más complejas, se aprecia un sharpening excesivo.

En objetos más cercanos el detalle de las texturas aguanta mejor en el primer plano. Eso sí, hay varios modos de color y por defecto viene en modo ‘Vivid’. Hace justo lo que indica su nombre: potenciar los colores. Aunque en general suele conseguir tonos bastante equilibrados, a veces se pasa un poco de vueltas y por ejemplo esta planta no era tan roja como se ve en la imagen.

Detalle al 100%
En interiores con luz artificial mantiene el tipo a la perfección. El bokeh natural de la lente da resultados tan interesantes como este, incluso con condiciones de luz menos favorables. Destacar también que hay un modo de enfoque manual para que podamos afinar mejor.

Disparo a máxima resolución (50MP)
Detalle al 100%
El sensor es de 50 megapíxeles, pero a menos que lo seleccionemos nosotros, las fotos que dispara son de 12 megapíxeles. Si buscas detalle fino porque quieres imprimir la foto, dispara a máxima resolución.
Ultra angular y telefoto

0,6x, 1x, 2x, 3,5x y 10x
Las cámaras del Vivo X300 Pro dan muchísimo juego. Vivo nos permite hacer zoom deslizando o elegir uno de los cinco presets que tenemos sobre el botón disparador. Angular, normal, zoom 2x, zoom 3x y hasta zoom 10x. Aunque el zoom óptico solamente llega hasta 3,7x, veremos que mantiene el tipo muy bien si lo exprimimos más. Los 200 megapíxeles se notan.

Ultra angular (0,6x)
Detalle al 100%
Como es habitual, el ultra angular se queda algo corto con respecto a la cámara principal. El sensor es bastante más pequeño y la lente menos luminosa, pero aún así nos da resultados bastante buenos siempre que la luz acompañe.
Si sacamos la lupa se ve bastante clara la diferencia de calidad entre el centro del sensor y los extremos. Además de la deformación, el procesado tan agresivo se marca aún más y tenemos un efecto acuarela bastante exagerado.

Como decía, el zoom óptico llega hasta los 3,7 aumentos y consigue unos resultados excelentes en cuanto a color y nitidez, más consistentes que los del gran angular.

Zoom 10x
Detalle al 100%
Superamos la barrera del zoom óptico hasta los diez aumentos y seguimos teniendo un resultado más que decente a pesar de la luz del atardecer. El equilibrio de color y la nitidez se mantienen, al menos en el plano general. Si ampliamos un detalle vemos que lo consigue a costa de un procesado que casi parece un filtro artístico. Si llegamos hasta los 100 aumentos, ahí ya hablamos de cuadros impresionistas.
Kit fotográfico
Funda, correa, empuñadura y teleobjetivo.
Vivo se sube al carro de los móviles fotográficos con un kit que lo convierte en una cámara. En el lanzamiento lo podemos comprar junto al móvil por 1599 euros que, teniendo en cuenta que el móvil solo cuesta 1.399 euros, coloca su precio en 200 euros.
Consta de una funda con correa, una empuñadura con botones físicos y batería integrada y el teleobjetivo. En la funda podemos acoplar distintos portafiltros o el soporte para enganchar el teleobjetivo.

Con todos los accesorios puestos, el móvil se convierte literalmente en una cámara, una bastante aparatosa, todo sea dicho. La empuñadura es bastante cómoda y tiene controles para disparar, hacer zoom, ajustar la exposición y grabar vídeo. El teleobjetivo es lo que me genera algo de dudas, no porque no funcione bien, sino porque es una focal fija. Me gustaría haber tenido otras lentes que poder acoplarle.
200 mm, 400mm, 800 mm y 1.600 mm
Es un teleobjetivo de 200 milímetros que ya nos permite acercarnos muchísimo, pero además Vivo nos deja ir hasta los 1.600 milímetros (digitalmente, claro), convirtiendo la lente en casi un telescopio. Para ponerlo en perspectiva, el edificio de las fotos tiene 35 plantas y me encontraba a unos 200 metros de distancia de su base. Si llega a haber alguien en ese balcón, podría haberle hecho una foto en la que fuera reconocible.

Disparando a 200 milímetros los resultados son excelentes. Muy buena calidad en el primer plano y un desenfoque gradual muy fino que nos deja claro que no estamos usando una lente de un móvil normal.
Tirando a 1.600 milímetros sacrificamos la calidad, pero aún así hay suficiente nitidez como para poder leer un texto que a simple vista ni se intuía. No me veo usando el zoom máximo en el día a día y, si lo hiciera, trataría de buscar un punto de apoyo o incluso un trípode ya que las fotos suelen salir algo movidas, pero desde luego es brutal lo mucho que nos permite acercarnos.
Disparo con el teleobjetivo a 200mm
Con el teleobjetivo en 200mm ya podemos acercarnos muchísimo y conseguir planos que serían imposibles con una lente móvil. Eso sí, el kit fotográfico no es para todo el mundo. Le veo sentido para amantes de la fotografía que quieran exprimir todas las posibilidades del móvil, pero personalmente, aunque me he divertido de lo lindo, me ha resultado un poco engorroso cargar con tantas piezas y estar constantemente montando y desmontándolas.
Modo retrato
Modo retrato a 50mm
El modo retrato me ha gustado mucho, empezando porque nos da muchas opciones para personalizar el desenfoque y poder editarlo después. Vivo en su línea. Normalmente no he necesitado editar ya que, incluso cuando el desenfoque es tan exagerado como el de esta foto, el recorte es excelente.
Lo malo es que suaviza en exceso las pieles incluso aunque tengamos desactivado el retoque. También tiende a dar un look un poco artificial a los colores.
Modo retrato a 50mm
También me ha funcionado muy bien con objetos o animales, incluso si no paran quietos como mi gato Scar. El desenfoque parece hecho con una lente de una cámara profesional.
Foto en modo normal con el teleobjetivo del kit, 200mm
Hablando de lentes, si te haces con el kit fotográfico puedes usar el teleobjetivo para conseguir retratos mucho más naturales. Aquí el desenfoque es real y, aunque seguimos teniendo el procesado de Vivo, respeta mucho más las texturas que con el modo retrato.
Cámara frontal
0,8x, 1x y 2x
El zoom en la cámara trasera es ya habitual en cualquier smartphone. Lo que no es tan común es que tengamos hasta tres «focales» en la cámara delantera. Vivo nos coloca accesos directos para que elijamos el encuadre que más nos guste. Personalmente no le veo mucho sentido a tener un 2x en la cámara delantera, pero bueno, ahí está para quien lo quiera.
La cámara frontal cumple, pero no me ha convencido demasiado. Nos da fotos nítidas, pero la representación del color flojea bastante incluso con buena luz. Tiende a «lavar» demasiado la imagen y dejarla muy plana.
Vídeo
El Vivo X300 Pro graba buenos vídeos, pero en este apartado no brilla tanto como lo hace en el fotográfico. La estabilización es bastante buena y también tenemos la versatilidad que nos da el zoom. Sin embargo, es bastante errático al reaccionar a cambios de luz y hay veces que parece que quema la imagen.






