Desesperación en venezolanos por un cupo de bus
Varios venezolanos que arribaron al puente internacional de Rumichaca en las últimas 48 horas deben esperar para acogerse a los beneficios del corredor humanitario que oferta transporte directo gratuito hacia la frontera con el Perú.
La alta demanda que se registra por estos días debido al gran flujo de migrantes, que cuentan las horas para llegar a Perú antes del sábado 15 de junio, fecha en la que exigirá pasaporte y visa, obliga a los viajeros a dormir a la intemperie, hasta lograr un cupo.
Richard Romero, quien llegó desde Yaracuy (Venezuela) caminando con su pareja, comenta que debió dormir en el piso de la plazoleta adjunta a la Casa de Aduanas, en Rumichaca, debido a que los dormitorios portátiles y carpas estuvieron copados.
La Organización Internacional para los Migrantes (OIM), encargada de financiar y coordinar este sistema de movilidad desde octubre del año anterior, incrementó el número de buses desde el pasado viernes para suplir el significativo número de solicitudes.
Los funcionarios de la OIM reconocen que aumentó el número de peticionarios por estos días, razón por la que hacen esfuerzos para satisfacer el pedido de los desesperados viajeros que esperan impacientes la hora señalada para partir.
Los grupos prioritarios y en situación de vulnerabilidad son asistidos y privilegiados por este programa, que despacha diariamente entre cinco y seis buses, con 200 y 240 pasajeros, después de las 18:30.
Los favorecidos deben llenar una ficha antes del viaje en la que consta el estatus migratorio regular; es decir que cuenten con cédula o pasaporte, que son los únicos requisitos que son verificados por elementos de Migración.
Los buses desde Rumichaca hasta Huaquillas son custodiados por patrulleros de la Policía que les brindan seguridad. El Programa Mundial de Alimentos les entrega un kit de alimentos que contiene atún, avena, agua, una fruta, entre otros, para aguantar las 17 horas de viaje.
La aglomeración de personas por estos días es evidente en el lado ecuatoriano, donde los viajeros forzados por la situación venezolana aprovechan los servicios de llamadas y cargas de celulares que brinda la Cruz Roja Internacional.
Fernando Villarroel, administrador de la terminal terrestre de Tulcán, explica que existe un convenio entre la OIM y dos operadoras de transporte interprovincial (Tax Gacela y San Cristóbal) para movilizar a los emigrantes.
Daniela Merchán, quien arribó cansada hasta el ducto binacional, espera ser seleccionada para desplazarse hasta Huaquillas y de allí cruzar todo el Perú y dirigirse a Santiago de Chile, donde la esperan sus hermanas.
Un pasaje entre Tulcán y Huaquillas tiene un costo de 25 dólares, valor que es subsidiado por este organismo internacional que se ha unido a varias ONG que trabajan en la frontera norte para mitigar el sufrimiento de centenares de migrantes que van en un 85% a Perú y Chile.
Cifras de Acnur indican que los refugiados y migrantes de Venezuela, que atraviesa una fuerte crisis económica y una alta inflación, llegan a los cuatro millones. (I)
Cifras
Llegados
La mayoría de venezolanos que buscan entrar por Rumichaca están de paso hacia Perú y Chile. No todos se quedan en Ecuador. Según cifras de Acnur, en el país hay 266.000 venezolanos.
Ventas
Hay familias que pernoctan en Quito y Guayaquil vendiendo caramelos o pidiendo dinero para continuar sus viajes a países vecinos.