Comerciantes se toman calles en Otavalo, pese a prohibición de ferias para frenar COVID-19
Varias arterias del casco comercial de Otavalo, cantón de la provincia de Imbabura, adjuntas a la tradicional Plaza de Ponchos, fueron tomadas por más de 500 comerciantes de esta localidad y de otras de la región, que laboran durante la tradicional feria de los sábados.
Algunas de las vías fueron cerradas al tránsito vehicular y utilizadas por pequeños comerciantes y compradores, que no respetaron el distanciamiento social y en algunos casos no utilizaban mascarillas.
Ropa, víveres, artículos de aseo, bisutería, repuestos para celulares, agroquímicos, elementos de bioseguridad, cárnicos, frutas, verduras, hortalizas y demás eran exhibidos en la calzada y comercializados al aire libre.
Policías municipales efectuaron el control y pedían a los vendedores que circulen, que no se queden en la zona. Pero aquello no bastó por la multitud de personas que recorrían las calles: Morales, Colón, 31 de Octubre y Modesto Jaramillo.
El bullicio, la variedad de ofertas y la incomodidad para transitar por estas estrechas vías puso la tónica, después de cuatro meses que estuvo suspendido el comercio informal, medida que afecto a más de 2600 familias que comercian los sábados en esta urbe imbabureña.
Rafael Conejo, comerciante de ropa, dijo que desde el 25 de junio pasado vienen solicitando a la municipalidad la reactivación de esta actividad. Comentó que se vieron obligados a salir debido a la difícil situación económica que atraviesan.
Este sábado pidieron ser ubicados frente a la escuela 10 de Agosto, donde habría mayores garantías sanitarias, pero la demanda no fue atendida.
Conejo calificó a esta jornada de comercio como desordenada y «riesgosa sanitariamente», producto de la falta de planificación municipal. «En las calles estuvimos amontonados», dijo el vendedor.
Jorge Cachimuel, otro comerciante, justificó su presencia en las calles, argumentando que la necesidad los obliga a salir a trabajar, aún arriesgando sus vidas. Mientras que Julio Fuentes, propietario de un local comercial, cree que la situación se les fue de las manos a las autoridades, dejando entrever que perdieron el control del espacio público.
Marco Flores, vicealcalde, señaló a EL UNIVERSO, que el Concejo Municipal viene tratando en las últimas semanas la posible apertura del Mercado de Los Ponchos, que acoge a turistas y visitantes, y adelantó que una de las alternativas es que con un aforo mínimo podría prosperar está demanda de 1000 comerciantes que ocupan este reconocido lugar.
Marcelo Burbano, responsable de seguridad del Municipio de Otavalo, aclaró que no están autorizadas las ventas ambulantes por el COE cantonal, ni las ferias, pero frente a la actual situación, y a la desesperación que manifiesta este sector, se hacen esfuerzos para reubicarlos en sitios seguros y evitar aglomeraciones.
Existe un catastro de 2600 comerciantes. La municipalidad habilitará el próximo sábado tres espacios de la ciudad con medidas de bioseguridad, para reubicar temporalmente a este gremio y evitar así probables contagios, buscando una solución temporal a este problema, se dijo. (I)