Urumqi, capital de Xinjiang, alberga en centros a casi 1 millón de musulmanes uigur, bajo la bandera de la “lucha antiterrorista”. En dichos lugares podría existir un resurgimiento del nuevo virus.

La región Xinjiang, al noroccidente de China, reportó al menos 6 casos positivos de un nuevo brote de covid-19, lo cual instó a las autoridades a endurecer las medidas sanitarias para evitar la expansión del virus.

Serían 11 los pacientes asintomáticos que se mantienen bajo observación y el cerco epidemiológico se extendió hasta 135 posibles contagiados al tener contacto con las personas que dieron positivo, según las autoridades locales.

El resurgimiento del brote fue detectado el miércoles 15 de julio, en Urumqi, capital de la región. Entre tanto, las localidades fronterizas cesaron el transporte público que las conecta con capital, los vuelos se han reducido por el estricto control sanitario.

En la vasta región de Xinjiang, se aloja una comunidad minoritaria musulmana denominada uigur, que representa poco menos de la mitad de los 25 millones de habitantes de esa zona.

El nuevo brote en esa región ha generado que el gobierno de Estados Unidos y varios expertos en derechos humanos, señalen a China como el culpable de internar en centros en Xinjiang a un millón de musulmanes bajo la bandera de la “lucha antiterrorista”

Pekín, por su parte, ha desestimado las declaraciones de Washington e indica que las personas de credo musulmán han sido trasladadas hasta esos centros para que cuenten con un empleo y de esa manera ahogar la tentación extremista.

Las organizaciones que velan por los derechos de la comunidad uigur, desde el inicio de la pandemia, mantuvieron su preocupación por una posible ola de contagios en los centros, que dejaría graves secuelas.

Expertos epidemiólogos del gigante asiático, han hecho un llamado a mantener la calma, debido a que esporádicamente se hallarán rebrotes mientras continúe la pandemia y la vacuna para frenar la enfermedad no se halle.

Fuentes: Prensa Latina / El Comercio