Urosa Savino y la «Justicia para aplastar al adversario»

ADRIAN ALTUVE:- Jorge Urosa Savino , cardenal-arzobispo de Caracas, sostiene que los venezolanos deben de abrir sus corazones para encontrase como hermanos y poder superar la descomposición social y la violencia que azota el país.


¿Qué preocupaciones tiene la Iglesia en lo pastoral y lo social?

En lo pastoral la preocupación más importante que tenemos es la evangelización y la catequesis del pueblo, porque no cabe duda de que ha habido un gran crecimiento de la población y nosotros no tenemos suficientes agentes pastorales. Necesitamos tener una mayor actividad para evangelizar a tanta gente. La gran prioridad de la iglesia en Venezuela es la evangelización y la catequesis del pueblo. Que la gente conozca a Jesús Cristo Nuestro Señor, porque precisamente el camino para alcanzar la salvación y la felicidad es Jesús Cristo, seguir a Nuestro Señor.

Por otro lado, desde el punto de vista social hay muchas preocupaciones, la principal es la violencia. Ha habido en los últimos años un crecimiento muy grande de violencia que se traduce, entre otras cosas, en la criminalidad y el aumento de la misma, pero también hay una gran violencia en la sociedad venezolana, una violencia entre ciudadanos.

Uno ve la gente molesta en cualquier parte y que reacciona de mala manera ante una situación o por cualquier tontería.

De manera que ese es el gran problema que tiene el pueblo venezolano actualmente y, por supuesto, llega a su máxima expresión con el asesinato, sobre todo en los últimos meses.

Tanto en Caracas como en el interior del país observamos manifestaciones de crueldad, una violencia absolutamente desconocida antes en nuestro país.

Todas las fuerzas sociales deben procurar unirse para minimizar estos niveles de violencia entre hermanos venezolanos.

Ya que tocamos el tema de la violencia, y con lo sucedido con el diputado Robert Serra, se ha dicho que en Venezuela existe una “descomposición social”.

¿Qué opina Su Eminencia ante este crimen?

En primer lugar, uno de los casos más tristes y donde se manifestó una violencia salvaje y cruel, fue en el caso de este diputado, crimen que deploramos y rechazamos. Se ve que ha habido una perversión en algunos sectores y personas, que son manifestaciones extremas, por supuesto, que nos dejan ver los niveles de perversidad que se han ido produciendo en el ambiente social venezolano.

Ante esto, estamos intensificando nuestra predicación en el campo de la paz, de la convivencia para llevar a las personas al encuentro fraterno.

Lamentablemente hay un aspecto que tenemos que denunciar, y es que por razones que uno no entiende se ha sacado la religión de las escuelas públicas.

Eso, a mi parecer, es un grandísimo error, porque uno de los elementos fundamentales de la moral es la religión. “La moral sin la religión carece de sus fundamentos” dijo el Libertador. Es muy importante permitir que se imparta la enseñanza religiosa dentro de las escuelas públicas.

¿Con el retorno de las enseñanzas religiosas a la educación pública mejoraría la situación país a nivel social?

Claro, pero eso no es inmediato, el problemas es que este ataque o dificultad para la enseñanza religiosa lleva ya algún tiempo, esto no es de ahora, esto tiene más de 10 años.

Al principio ya hubo ataques de personeros del gobierno contra la educación religiosa en las escuelas, desde el 1999, cuando decían que “eso no servía para nada”, que “eso había que sacarlo”, y allí tiene su resultado, una violencia cada vez más grave, cada vez peor.

Ojalá que se vuelva a permitir la enseñanza religiosa en las escuelas, aunque el resultado no se verá en poco tiempo, pero se verá.

¿Cuál sería el papel de los Medios de comunicación?

Considero que los Medios, la televisión, deben ser más cuidadosos en la proyección de lo que están presentando al país, y quienes dirigen la programación de las televisoras tengan mucho cuidado con los efectos que producen algunos de estos programas. Creo que eso hay que cuidarlo mucho más que lo que se está haciendo ahora.

Cardenal, algunos personajes en el país han arremetido contra usted y han marcado diferencia con lo que usted ha declarado en algún momento

¿Qué opina de esto?

Que me ataquen a mí, personalmente, no es que me guste, pero tampoco me quita el sueño. Lo grave es que no se resuelvan los problemas que uno denuncie.

A mí me atacan porque yo denuncio e indico las dificultades y los problemas que existen, lo importante es que se resuelvan esos problemas, lo importante es que cesen las acciones negativas. Porque con atacarlo a uno no se van a resolver los problemas del país.

Nosotros los obispos no expresamos nuestras preocupaciones para atacar a una persona, a un partido o al gobierno en un determinado momento, lo hacemos porque queremos lo mejor para el país. Estamos a favor de todo el pueblo venezolano, y lo importante es que se resuelvan los problemas del pueblo venezolano.

Hace poco el Nuncio llamó al diálogo y luego se rompió la mesa de negociación entre la oposición y el gobierno. Esta situación nos da a entender que el Santo Padre Francisco está a favor del diálogo en Venezuela ¿Es cierta esta premisa?

Por supuesto, el Santo Padre desde el primer momento abogó por el diálogo en Venezuela. Luego de su elección, al poco tiempo, expresó y nos invitó al diálogo y a la paz para encontrar los caminos, para resolver los problemas y las dificultades por la vía del encuentro y del diálogo. El Papa Francisco está en esa vía permanentemente, insiste en dialogar y resolver los problemas por medio de ideas y no por la vía de resolverlos a golpes o el aplastamiento de un grupo por parte de otro.

Hace poco estuvo el Nuncio en 6to Poder, e informó que abogan por la libertad ¿En estos momentos a la iglesia católica venezolana qué privados de libertad le preocupan?

A todos los venezolanos, a todos los católicos deben preocuparles todos los privados de libertad, tanto los presos políticos como los presos comunes. Hay una frase del evangelio de nuestro Señor que dice, “la gente va a ser recompensada por el amor que tenga a los hambrientos, a los sedientos, a los enfermos, a los presos, a los forasteros (…)”.

Nosotros tenemos que ayudar a los presos, y en Venezuela hay una situación terrible en los recintos carcelarios, lo podemos evidenciar en lo sucedido en Uribana, una cosa espantosa, es algo de otro mundo. Lamentablemente, nos hemos acostumbrado a esos hechos de muertos a cada rato, no hemos reaccionado con la fuerza que deberíamos. Esto de Uribana es espantoso, y en ese sentido el gobierno, a cuyo cargo están las cárceles, debe iniciar una investigación y después de esos resultados debe haber castigos, de manera que los presos, en general, son una gran preocupación para los obispos de Venezuela.

Luego están los presos injustamente detenidos, personas que están en la cárcel que son inocentes, que no se les ha juzgado con el debido proceso, que no han tenido el apoyo de un buen defensor, y hay muchísimos en esa situación.

Por otro lado están los presos políticos, hombres y mujeres recluidos por razones políticas. Todo el mundo sabe que es así. A nosotros nos preocupan todos ellos, los muchachos detenidos por haber estado en las manifestaciones, los muchachos que están sometidos a régimen de presentación, que son como dos mil jóvenes, por haber participado en protestas.

Eso no puede ser. Después hay muchísimos que están siendo juzgados por haber estado en una plaza, injustamente aprehendidos sin haber cometido ningún crimen.

Están los dos alcaldes, Scarano y Ceballos, que están siendo privados de libertad injustamente. Yo creo que eso no puede ser, no se puede utilizar el poder judicial para dominar y aplastar al adversario político. La justicia es algo sagrado y debe administrarse de acuerdo a las leyes para castigar el delito, no simplemente para someter políticamente a alguien.