Unos 600 migrantes venezolanos que ingresaron desde Tulcán por trochas, picas y ríos, amenazan con salir caminando este domingo 14 desde Ipiales, en Colombia, hacia la frontera venezolana, sino habilitan un corredor humanitario.

Entre el grupo de extranjeros hay niños, mujeres embarazas, personas de la tercera edad, discapacitados.

Los migrantes venezolanos fueron ubicados desde hace dos meses en los exteriores de la terminal terrestre de Ipiales, donde instalaron cambuches con plásticos y sogas para dormir en el piso y protegerse del frío y la lluvia.

Cansados de esperar que las autoridades colombianas establezcan un corredor humanitario para llegar a su país, y ante la crítica situación en la que se encuentran, tomaron esta determinación en las últimas horas.

Estas personas viven en precarias condiciones y a la intemperie, con niños en el interior de estas improvisadas carpas, donde las bajas temperaturas y el viento les están provocando afecciones respiratorias y quemaduras en la piel.

Este grupo de migrantes ha anunciado que interpondrá una acción legal contra las autoridades de Colombia por violación a los derechos humanos, ya que afirman no haber recibido la ayuda correspondiente.

Ellos sostienen que tienen dinero para pagar los pasajes de retorno e insisten que debe crearse un paso humanitario, que les permita abordar buses en esa ciudad fronteriza, que los lleven directamente a Arauca, en la frontera colombo-venezolana.

Uno de los dirigentes reveló que hay mujeres que han dado a luz en este centro de movilidad, y que luego han sido llevadas a los albergues. Ellos están rechazando ir hacia esos lugares, pues están colmados.

Los 600 migrantes venezolanos esperarán hasta las 23:59 de este sábado 13, algún pronunciamiento de las autoridades colombianas para desplazarse en transporte público hacia su país, donde el lunes les permitirían ingresar; caso contrario, iniciarían este domingo 14, a las 08:00 una larga caminata.

“Hemos cumplido con todos los requerimiento y estamos dentro de la legalidad, pero nadie responde a los oficios enviados a las autoridades”, indicó Luis Rodríguez, quien regresó de Guayaquil hace 20 días con sus hijos y esposa. (I)