San Gabriel, la ciudad donde la colaboración comunitaria fue clave para ser un Pueblo Mágico

Una vía de tercer orden lleva al bosque de los Arrayanes, en San Gabriel, capital del cantón Montúfar, uno de los ocho Pueblos Mágicos del Ecuador.

Fue declarado el 7 de diciembre del 2019. Para conseguirlo se incluyó en un inventario «los pilares para sostener la denominación que son una diversidad de atractivos naturales como la cascada de Paluz y laguna de El Salado», indica el alcalde de la localidad Andrés Ponce.

Todos estos atractivos están a diez minutos de distancia de San Gabriel en auto.

Y la autopista que llega desde Quito está en buen estado. «El recorrido desde la capital nacional se hace en tres horas y media», afirma Ponce.

La capacidad de alojamiento, entre hoteles y hostales, es de 250 habitaciones.

El presupuesto total del Municipio de Montúfar bordea los $ 12 millones al año. «Lo más difícil fue establecer la unidad de turismo debido a las limitaciones económicas, pero no fue imposible», cuenta Ponce.

Las mingas comunitarias y el apoyo privado fueron claves para conseguir el reconocimiento de Pueblo Mágico que otorga el Ministerio de Turismo.

«Creo en la capacidad local de nuestra gente en saber explotar esta declaratoria porque si esperamos que vengan los recursos para empezar a promocionar será imposible. No es necesario cuánto nos den sino lo que podemos hacer con este reconocimiento», agrega Ponce.

El cierre del puente internacional de Rumichaca, en el límite con Colombia, afectó la llegada de turistas colombianos. «Estamos a 45 minutos de este punto fronterizo».

El casco histórico de San Gabriel fue reconocido como Patrimonio de la Nación en 1992. (I)