Daño pulmonar y fatiga severa, entre los efectos a largo plazo en pacientes recuperados de COVID-19
Un equipo de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles, emprendió la tarea de dar seguimiento a pacientes que habían eliminado la infección del SARS-CoV-2, esto tras la detección por parte del radiólogo clínico Ali Gholamrezanezhad de anomalías en los pulmones ya que tenían signos de daño.
De acuerdo a una publicación de Nature, en enero pasado ese equipo comenzó con el rastreo de pacientes y lograron hacer un seguimiento más de un mes después. Para esto se utilizó una tomografía computarizada y se sugiere que más de un tercia tenía necrosis en ese órgano lo que provocó cicatrices que fueron visibles.
Actualmente se realizan estudios a lo largo del mundo en donde se ha podido evidenciar que el virus no solo causa daño en los pulmones sino también en otros órganos y sistemas. Si bien los efectos a largo plazo, aún están en estudio, los especialistas han podido hallar cierta evidencia que sugiere que se pueden presentar efectos tras superar la enfermedad.
Según Nature, se analizaron las tomografías de 919 pacientes de estudios ya publicados y se encontró que la parte pulmonar que con mayor frecuencia registra deterioro son los lóbulos inferiores. Esto puede conllevar la inflamación lo que dificulta la respiración durante el ejercicio sostenido, sin embargo, este se puede reducir en un par de semanas.
Otro de los efectos que tiene el virus en el cuerpo es la afectación del sistema inmunológico, lo que podría derivar una baja respuesta o al contrario, una excesiva.
Un efecto a largo plazo que aún no entienden los especialistas es la fatiga severa que se presenta en los pacientes recuperados.
«Un estudio de 143 personas con COVID-19 dadas de alta de un hospital en Roma encontró que el 53% había informado fatiga y el 43% tenía dificultad para respirar un promedio de 2 meses después de que comenzaron sus síntomas. Un estudio de pacientes en China mostró que el 25% tenía una función pulmonar anormal después de 3 meses, y que el 16% todavía estaba fatigado», se cita en el artículo.
En estos pacientes se ha reportado desde dificultad para respirar hasta artitris en las manos, además de agotamiento total. Este efecto no solo está marcado a pacientes con sintomatología grave de COVID-19 sino también aquellos con leve. (I)