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¿Tienes problemas con los cables de tu router? Tiene que ser por una de estas razones

Los cables del router hay que cuidarlos. Es la única manera de asegurarse que funcionan con un buen rendimiento y que no vas a tener ningún problema con tu conexión. Lo malo es que hay muchos motivos por los que los cables pueden acabar dañados. A continuación, repasamos todo lo que les puede haber ocurrido a tus cables y te decimos cómo solucionarlo.

El router suele ser un dispositivo que instalamos y del cual nos olvidamos. Si todo va bien, no hay motivos para estar pendientes del mismo. Solo cuando algo falla vamos a mirarlo, analizamos sus luces o vemos si le ha ocurrido algo. En una de esas ocasiones es posible que descubras que los cables no están en buenas condiciones.

Cables doblados

Este es el principal inconveniente que te vas a encontrar. Y, en mayor o menor medida, es algo a lo que todos nos hemos expuesto alguna vez. Es posible que tu router no funcione porque los cables estén excesivamente doblados y que incluso alguno de ellos se haya deteriorado en exceso. Es común que no nos preocupemos si los cables de los conectores del router están amontados entre ellos, con los cables de los enchufes o con cualquier cosa que tengamos alrededor. Simplemente, no le damos importancia.

Pero tenemos que pensar que si un cable está doblado lo que estará haciendo será producir una presión en los conectores. Y esa presión podría llevar a que el conector se deformase o que incluso se rompiese. Tampoco sería tan raro que algunos cables se pelasen, sobre todo si son demasiado antiguos o si no eran de mucha calidad.

Por lo tanto, lo que tenemos que hacer es asegurarnos de que los cables no vuelven a estar doblados. La forma de hacerlo es recolocando el router y los demás elementos que haya cerca. Hay que poner un poco de orden para evitar el problema. Si ya se han quedado tan doblados que es imposible enderezarlos, lo que puedes hacer es utilizar cinta aislante para que se queden firmes.

Clavijas deformadas

Las clavijas de los cables de Ethernet que se conectan al router se suelen deformar y, en muchas ocasiones, romper. Esa piececita pequeña que tienen y que sirve para que hagan «clic» cuando los conectas, no sería la primera vez que se separa y que te quedas con un cable que ya no encaja bien.

Incluso si todavía funciona, porque el cable no esté tan deformado o no se haya roto, estarás exponiéndote a que la conexión que obtengas no sea estable. Al mismo tiempo, también estarás dejando una vía de acceso sin protección que podría llevar a que se produzca un accidente si hay una salpicadura con algún líquido.

Mal almacenamiento

Otra de las causas más habituales por la que los cables del router se dañan es porque los hayamos almacenado sin cuidado. Como ocurre con una gran cantidad de otros cables, es muy habitual que estos acaben enredados en una maraña en la que incluso se pueden haber mezclado con otros cables.

Quizá lo hemos hecho al mudarnos de casa o porque hubiéramos dejado de usar ese router durante un tiempo y ahora lo necesitemos de nuevo. La cuestión es que, cuando vayamos a por los cables, nos los encontraremos en unas condiciones críticas. El problema no será solo el anterior que hemos mencionado sobre doblar los cables, sino que ahora tanto los cables internos como la cubierta de protección, se habrán sometido a un nivel de estrés enorme. Y eso significa que hay posibilidades de que no funcionen o de que, a las primeras de cambio, se produzca una rotura.

Es necesario que, cuando vayas a almacenar cables, lo hagas de manera individual y siempre tratando de que se encuentren en espacios donde no sufran ningún tipo de presión. Por ejemplo, puedes usar alambres para sujeción de cables con los que te aseguras de que estén almacenados sin exponerlos a ningún riesgo.

Caídas del router

¿Te ha pasado alguna vez? El router se cae de la estantería o de la mesa donde lo tienes colocado y lo primero que notas es que es muy posible que el dispositivo se haya quedado colgando. Es decir, no ha llegado al suelo y se ha ahorrado el golpe, lo que resulta una nota positiva.

El problema es otro, porque si el router ha evitado la caída, lo que ha ocurrido es que han sido los cables los que han corrido con el peso del esfuerzo. Y ese agresivo movimiento de caída, así como la tensión que haya supuesto cargar con el router, pueden haber llevado a que ahora los cables no se encuentren en buen estado. Por ello, es importante tener cuidado con dónde ponemos el router y, al mismo tiempo, ser cuidadosos cuando lo movemos.

Demasiada temperatura

El router está conectado las 24 horas del día, así que te puedes imaginar que el nivel de calor que genera es moderadamente alto. Si lo tocas, seguro que aprecias el calor. Ahora piensa que los cables están expuestos a ese calor de una manera constante y que, además, estos no son precisamente amigos de las altas temperaturas.

Un alto nivel de calor podría llevar a que el cable se contraiga o se expanda, lo que de una manera repetida estaría arriesgándote a que sufriera daños a largo plazo. Si el nivel de calor es todavía superior, el cable se puede llegar a estropear en menos tiempo. Debido a esto, si puedes tener el router en una zona que no se acumule el calor o que esté bien ventilada, será más recomendable que tenerlo en una estantería donde no pueda circular el aire.

Otras posibles causas

Se podría decir que hemos raspado la superficie de todos los posibles motivos que se pueden estar escondiendo en los problemas que sufren tus cables. Porque, la realidad, es que hay muchas otras razones que podrían encajar en tu caso. Por ejemplo, es posible que el problema sea que estés utilizando cables demasiado largos para el router, siendo recomendable que, en su defecto, uses los de la extensión que recomienda el dispositivo.

O quizá sean cables demasiado viejos que has movido de un router a otro con el paso de los años. En cualquier caso, recuerda que cambiar los cables del router por unos nuevos no es tan caro, así que si te encuentras con un problema, no lo dudes. Porque, como decíamos antes, este dispositivo tiene mucha más importancia en nuestra vida de la que podamos imaginar. Al fin y al cabo, ¿qué haríamos sin el router?