Tesla Model X 100D, un SUV de lujo que alcanza los 250 km/h
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Mercedes, BMW, Porsche, Audi, General Motors… todos le quieren meter un bocado a Tesla, pero con coches como el Model X 10D, la compañía de Elon Musk les lleva la delantera en todo. El mismo es un vehículo que, como se presenta en la imagen, resultó ser todo un nuevo concepto en lo que a vehículos se refiere. Y ya no solo por sus puertas en forma de ala de gaviota, que también, sino porque es un vehículo de características que pocos o ninguno han sabido plantearle cara. Conocemos su ficha técnica.
Desde su irrupción en el mercado con su Roaster, allá por el 2008, Tesla siempre se las ha dado como una firma muy distancia de las demás, en todos los sentidos. Ya no solo en la variante de los eléctricos como tal, sino ya en sus motorizaciones, diseños, conceptos novedosos, tecnología de última, líneas vanguardistas…
Es por esto que no extraña que sus coches más nuevos se vean como modelos más cerca de lo que puede ser los días de futuro que de lo que presenciamos hoy. Un caso que cumple con todo ello es el característico, particular, tecnológico y eficiente Tesla Model X 100D, la versión actualizada del Model X más básico… si es que ese término lo hay en la marca.
Así, es un coche que combina todas las tendencias del momento en el sector de la automoción: SUV, eléctrico y autónomo. Es el coche más trendy del momento, sin duda, y no tiene un rival directo que le plante cara. Nacido en 2017, es el mejor (y más caro) que podemos encontrar entre los distintos modelos de la marca norteamericana de Elon Musk.
De todas formas, como decimos, toda esa innovación y puntos alejados del resto de fabricantes hacen que sus precios no sean aptos para todo el mundo. Por su sistema de impulsión y silueta, no hay otro modelo igual. Es un vehículo 100% eléctrico con tracción total con un habitáculo de hasta siete plazas, que es uno de sus puntos más interesantes. Con potencias de 386 kW (523 CV), lo hace funcionar de la mano de dos propulsores eléctricos. Como rivales podríamos medirlo con los Audi Q7, el Bentley Bentayga o el BMW X5,
- Tipo: 100% eléctrico.
- Año de fabricación: 2017
- Precio: desde 110.000 €
- Capacidad: 7 plazas
- Potencia: 386 kW
- Aceleración: 4,9 segundos/100km/h
- Autonomía eléctrica: 560 km
Diseño
En Tesla continúan dándolo todo para hacer que sus coches sigan siendo tan impresionantes como de costumbre. Lo vemos con el Model X 100D, que como dice su nombre, es la actualización más reciente, prestacional y eficiente (y eso que el listón ya estaba muy alto) de la versión principal, el X.
Como vemos, se trata ni más ni menos que del primer SUV de la compañía, con una estética muy futurista a la par que elegante y con gran sintonía con lo que viene siendo Tesla en todos sus modelos. Lo mejor de todo es que, más allá de sus amplias características, como son las puertas que se abren como alas de gaviota, sin lugar a dudas la particularidad más grande. Ahí, el modelo americano luce unas puertas de estilo Falcon de apertura verticals.
Igualmente, esto se presenta con una estructura muy bonita que no le hace perder ni un ápice de su personalidad. Esto ha hecho que sean cada vez más los usuarios adeptos a él a pesar de su elevado precio. Además, recientemente la firma de Palo Alto también ha mejorado algunos detalles como su renovado frontal, el carenado o los faros traseros que, en cierta medida, tienen una similitud muy certera con coches como el Model S o el Model 3, los turismos más compactos.
Versiones
Se puede decir que el Tesla Model X 100 D es el tercer modelo de la casa en iniciar la comercialización, puesto que entre él y el ‘normal’ no hay una distancia de estructura o de otro modelo en general. El primero fue el Tesla Roadster, y el segundo el Tesla Model S. Tras el SUV-MPV, El fabricante ha lanzado otros modelos que ya están en el mercado, como el Tesla Model 3 o el Tesla Model Y. Además de otros artilugios móviles como el Tesla Cybertruck que todavía no se sabe si realmente va a llegar al mercado y cuándo lo va a hacer.
Como hemos visto, el Model X fue lanzado al mundo en 2017, pero en los años venideros también protagonizó otros dos lanzamientos más del mismo modelo. Esto hace, no obstante, que la versión estándar sea la más común y la más reconocida, pero sus evoluciones también dieron un paso muy importante. Aunque las renovadas traen un equipamiento y unas prestaciones mayores, no se distancian en ningún momento del convencional.
La versión de acceso es denominada como Standard Battery Rear-Wheel drive que porta una autonomía de 448 kilómetros (WLTP), que pasa de 0 a 100km/h en 5,6 segundos y tiene una velocidad punta de 225 km/h. Esta es la que integra también dos motores eléctricos de 310 kW en total (421 CV).
De esta versión está la alternativa, la que nos atañe, con más autonomía (560 km), ambas con tracción total, que equipa potencias de 386 kW (520 CV).
Motor y baterías
Imponente a primera vista, este todocamino supera los cinco metros de largo y roza los 1,70 de alto. Así las cosas, durante la presentación resultaba imposible no desviar la vista hacia sus prestaciones mecánicas y a su rendimiento muy funcional, que es lo que hace también que sea un coche muy atractivo.
Así, el Tesla Model X 100D cuenta con dos motores eléctricos, gracias a los cuales disfruta de tracción total. Cuenta con 386 kW (el equivalente a 423 CV) de potencia y 660 Nm de par. Esto hace, por su parte, que haga el 0 a 100 km/h en apenas 4,9 segundos, una cifra bastante buena para un coche que pesa unos 2.500 kg.
La velocidad punta por su parte está limitada a unos 250 km/h. Esta motorización, como dice la marca, es la que hace que el coche tenga una respuesta instantánea que hace que el conductor se pegue contra el asiento al primer pisotón, todo con un empuje que no decae con la velocidad. Cuenta también con una batería de 100 kWh de capacidad, capaz de lograr autonomías muy superiores a la mayor parte de coches eléctricos del mercado. Muy rápido, es apto para los conductores más exigentes. Lo vemos con funcionalidades como el piloto automático, su Autopilot.
Consumo
Como ocurre con los coches más potentes, caso del Jaguar I-Pace, el Audi Q7, o el Bentley Bentayga, es esa potencia la que hace que tengamos un vehículo de grandes prestaciones a niveles de consumo medios (no bajos). Traducido, eso quiere decir que a pesar de ofrecer un rendimiento de alto nivel, con prestaciones de lujo y características Premium, todavía tendremos unas cifras de consumo bastante aceptables.
La particularidad de este es que tiene un consumo medio homologado que ronda los 26 kWh a los 100 km. Pero también es verdad que la firma menciona que podemos bajarlo hasta los 24-25 kwh/100 km si optamos por una conducción más suave y ligera, que podrá bajar hasta unos registros más medianos.
En comparación con otros coches de la categoría ‘cero emisiones’, se queda muy por encima de los 19,5 kWh cada 100 kilómetros que gasta Audi e-tron o los Bentley Bentyaga, que lo hace con unos registros de 22 kWh cada 100 kilómtros. Con seguridad, su punto menos ventajoso (aparte del precio, por supuesto).
Interior y acabados
Pasando del lado del interior, su gran aspecto a considerar, o al menos de los que más llamarán nuestra atención, todo nos dirige de una manera directa hacia las que son sus puertas de alas de gaviota, también al estilo Falcon. Y es que cuando se abren sys puertas posteriores es inevitable quedarse con la boca abierta. Son tan largas y su movimiento es tan armónico, que cuesta creer lo que estás viendo.
En el caso de las puertas delanteras, de apertura normal, también se abren de forma automática, y al igual que las Falcon Wings, cuentan con sensores que las detienen automáticamente en caso de detectar un obstáculo. Al estar las Falcon Wings articuladas, pueden variar su ángulo de apertura para evitar los obstáculos laterales.
En lo que respecta al resto del habitáculo, podemos decir que es un coche que tiene una habitabilidad más que buena. Quizás, el aspecto que más gusta en este sentido a la firma, puesto que siempre se las han visto e ingeniado para crear coches con espacios suficientes. La premisa es clara: no quieren solo coches rápidos, sino que puedan ofrecer todas las comodidades disponibles.
Y ahí, su sistema es más que notorio. Muy parecido al del Model S, tiene un salpicadero que tiene una gran pantalla de 17 pulgadas en formato vertical desde la que se controlan casi todas las funciones del coche, con apenas dos botones (warning y apertura de la guantera). El diseño de este salpicadero sigue siendo llamativo y minimalista.
Equipamiento
Es un coche amplio, aunque ofrece unos centímetros menos en sentido longitudinal y en anchura que sus alternativas; en cambio, es de los que tiene más espacio disponible hasta el techo, algo curioso al ser el más bajo. Ahí, y aunque el equipamiento es abundante, el Model X 100D de Tesla carece de elementos que sí se encuentran en sus alternativas.
Un caso concreto lo vemos, por ejemplo, en su sistema de proyectar información sobre el parabrisas, mandos en las plazas traseras para la climatización, o un sistema eléctrico que pliegue y recoloque automáticamente los asientos de las dos últimas filas, como ocurre en sus homólogos.
Eso sí; contamos igualmente con la función de masaje en los asientos o el sistema de entretenimiento para las plazas traseras. Lo que no ofrece de ningún tipo son zonas de recarga inalámbrica para móviles. Los asistentes a la conducción disponibles en este momento (pueden cambiar, según las actualizaciones que Tesla va haciendo) son el programador de velocidad activo, el mantenimiento en el carril, el aparcamiento automático y el movimiento del coche (en línea recta) desde el móvil para aparcar o desaparcar de lugares estrechos.
Extras
En lo que tiene que ver con los extras, más allá de su equipamiento. Es verdad que la marca de Elon Musk permite que tengamos unos elementos adicionales que permiten acompañar a los más básicos en forma de agregados. Pero también es cierto que esta vez contamos con muestras más pequeñas y niveles reducidos de lo que podemos contar con el resto de modelos.
Esto lo vemos en la integración de su propio piloto automático, la actualización del volumen 2.0 del Autopilot. Este es que tiene la capacidad de añadirle nuevas funciones o mejorar las que ya tiene gracias a un sistema de actualizaciones a distancia. De forma opcional (Premium) incluye otros como su techo panorámico de cristal oscurecido, asientos regulables eléctricamente y calefactables, o diferentes molduras para el salpicadero.
Mantenimiento
Si hablamos de mantenimiento, la mecánica de un automóvil eléctrico difiere sustancialmente de la utilizada por otro convencional. Dotado de un motor de explosión o incluso con apoyo híbrido. Se prescinden, lógicamente, de muchos componentes del propulsor de gasolina o gasóleo, con lo que el mantenimiento de un vehículo 100% eléctrico es también diferente.
Pero eso no significa que no exista, las marcas que comercializan este tipo de coches planifican un programa de intervenciones que garanticen su correcto funcionamiento con el uso y el paso del tiempo. Cuentan con sus particularidades porque son coches que no precisan de cambios de aceite, sustitución de bujías o filtros y otros componentes con desgaste mecánico.
Por el contrario, las comprobaciones del Model X 100D de Tesla se refieren a tareas como la comprobación de la alineación de las ruedas. El estado de los neumáticos, el estado de la pila del mando a distancia. El cambio de las escobillas de los limpiaparabrisas y la instalación de la última versión del software disponible.
En principio, tal y como aconseja Tesla, se apunta a los 20.000 kilómetros recorridos o un año de uso, lo que antes suceda. El coste de las intervenciones oscila entre un mínimo de 500 euros para la primera revisión a los 1.050 euros de la correspondiente al cuarto año (80.000 kilómetros).
Garantías
Las revisiones planificadas por Tesla son recomendadas para mantener el vehículo en perfectas condiciones de utilización y seguridad, pero no obligatorias. En caso de no seguir este programa de mantenimiento. La garantía limitada que la marca concede a sus vehículos nuevos o seminuevos no se verá afectada.
En este caso, la firma ofrece ocho años con kilometraje ilimitado para la batería y cuatro años u 80.000 kilómetros para el resto del vehículo. Lo contrario sucede si el cliente decide realizar cualquier intervención en el coche fuera de un servicio oficial Tesla: en el supuesto de surgir cualquier inconveniente la cobertura de la garantía podría quedar suspendida.