Tecnología permite a paciente controlar sus prótesis con la mente

Hace cuarenta años, un accidente eléctrico que Leslie «Les» Baugh perdiera sus dos brazos y sus hombros.

Hoy, el hombre nacido en Colorado hace historia al ser el primer paciente del mundo en usar dos prótesis al mismo tiempo que pueden ser controladas con su mente. El trabajo es el mayor desarrollo del programa Revolutionizing Prosthetics, llevado a cabo por el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de la Universidad Johns Hopkins y financiado por la agencia gubernamental DARPA, del Departamento de Defensa.

Según consigna el sitio del APL, el trabajo con Baugh se desarrolló en el verano boreal. Ahí, el paciente visitó el centro para iniciar el entrenamiento que apuntaba al uso de dos prótesis, bautizadas como «Extremidades Prostéticas Modulares» (MPL).

El primer paso fue una cirugía de «reinervación muscular», donde los nervios que alguna vez controlaron el movimiento de los brazos y las manos fueron reasignados para «controlar sus prótesis con solo pensar en la acción que

quiere realizar», según explicó Albert Chi, cirujano de trauma de Johns Hopkins. Después de un proceso de recuperación (descrito por el paciente como más doloroso que el accidente inicial), empezó el entrenamiento con las prótesis, que requirió el diseño de una montura especial que pudiera llevar los brazos robóticos y que permitiera las conexiones neurológicas con los nervios. Mientras se construía esta montura, los investigadores iniciaron pruebas en un ambiente simulado, donde conectado a un computador, Les debía mover objetos que estaban en la pantalla, con prótesis virtuales que operarían de la misma forma que las reales.

Una vez terminada la montura y el entrenamiento, comenzó la prueba con las prótesis verdaderas. «Fue entrar a un mundo totalmente diferente», dijo el paciente, que una vez que recibió las prótesis debió hacer tareas como tomar un vaso vacío de un estante y dejarlo en una repisa más arriba, lo que según los expertos, requiere la coordinación de ocho movimientos separados.

«Esta tarea simuló actividades que se pueden enfrentar en el ambiente diario de la casa. Esto fue significativo porque no es posible hacerlo con las prótesis actualmente disponibles.

Puedo hacerlo con sólo 10 días de entrenamiento, lo que demuestra la naturaleza intuitiva del control», afirmó Courtney Moran, especialista en prótesis y parte del equipo del APL. Agregó:

«Esperábamos que superara el rendimiento comparado con lo que podría hacer con un sistema convencional, pero la velocidad con la que aprendió los movimientos, y el número de movimientos que pudo controlar en tan poco tiempo superó por mucho nuestras expectativas», destacando también el hecho de que pudo controlar movimientos en ambos brazos al mismo tiempo.

El equipo indicó que el trabajo todavía sigue y que durante los próximos años debería desarrollarse aún más y que esperan desarrollar un sistema que Baugh pueda llevarse a su casa (el actual sólo puede ser usado en un laboratorio) para ver su integración en la vida diaria.