Técnicas de estudio para universitarios
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Las técnicas de estudio, son una serie de acciones que permiten al estudiante comprender y memorizar una variedad de conceptos, principios o hechos de forma permanente, cada persona tiene una técnica propia, basada en las diferentes técnicas que podremos nombrar a continuación.
Cada una de ellas, debes realizarlas en un ambiente cómodo para tu mente y tu cuerpo, de manera que puedas relajarte y estar receptivo a la información que deseas aprender.
Estudiar permite adquirir conocimientos en un momento dado, memorizarlos y poder recordarlos en el momento oportuno en que los necesites.
Esta actividad es necesaria para poder desarrollarse como individuo en un mundo tan evolutivo y cambiante, donde te ayudara a complementar otras actividades como, la elaboración de proyectos, desarrollo personal, intercambio de información, entre otras.
Técnicas de estudio
Te presentamos las 3 partes de las técnicas de aprendizaje, las cuales se dividen en grupos, estrategias de organización, estrategias de trabajo en clase y técnicas de estudio y memorización de la información.
- Las estrategias de organización contribuyen a que haga las cosas que ha de hacer de manera ordenada y eficaz.
- Las estrategias de trabajo en clase son aquellas que hacen que su trabajo en clase sea más útil.
- Las técnicas de estudio y memorización de la información tienen por objeto comprender y memorizar conceptos, principios o hechos de manera permanente.
Estudiar es un proceso que requiere cuatro momentos:
- Comprensión del texto.
- Selección y organización de conceptos, de manera que la cantidad de información sea menor y por lo tanto más fácil de aprender.
- Memorización de los conceptos fundamentales.
- Evocación de lo estudiado.
Guía de Orientación para el estudio
Comprensión del Texto
Prelectura. Consiste en realizar una lectura muy rápida de todo lo que se ha de estudiar con el fin de sacar una idea general sobre el contenido del texto.
Lectura comprensiva. Se trata de leer despacio procurando entender bien todo lo que explica. Si alguna palabra o expresión no se entiende, se usa el diccionario.
Selección y organización de conceptos
- Subrayar las ideas principales o las palabras clave. Si se ha hecho bien, al leer sólo lo subrayado se podrá entender lo fundamental del texto. Algunos textos ya dan pistas sobre conceptos importantes con letra negrita u otros sistemas. No obstante se tendrán que subrayar algunas palabras o frases más.
- Resumir el texto. (No se hace si el texto ya está considerablemente resumido). Una buena manera de hacer el resumen consiste en escribir lo importante pero formando frases completas con sentido. Es interesante que en el resumen se subrayen o resalten las palabras clave o conceptos importantes.
- Confeccionar un esquema. Se trata de presentar las palabras con mayor carga conceptual organizadas formando un esquema de llaves o cuadro sinóptico, por ejemplo. Dicho esquema no ha de ocupar más de una página. Una vez conseguido, dispondrá el estudiante de la información a estudiar reducida a su mínima expresión y que representa, de manera gráfica, las relaciones entre los conceptos.
Memorización de los conceptos principales
- Visualización del esquema. Para memorizar el esquema de llaves elaborado, será necesario mirar con atención durante un tiempo, entre dos y cinco minutos según el tamaño del esquema, presentando atención al número de elementos de cada nivel, a cómo están colocados, a cuantos niveles diferentes hay… Es decir, observando con atención los detalles. Después tapar el esquema e intentar reproducirlo en un papel. Si se reprodujo con éxito pasar a la siguiente fase. En caso contrario, repetir el proceso.
- Recitación repetida del resumen. Primero hay que dividir el texto del resumen en partes pequeñas para estudiarlas por separado, una detrás de otra. Se puede hacer por preguntas o por párrafos. A continuación, se lee tres veces seguidas, oral o silenciosamente, la primera de las partes separadas, tras lo cual se tapará lo leído y se intentará repetir sin mirarlo. Luego hay que comprobar y, si se ha logrado, hacer lo mismo con la segunda parte. Si no, se vuelve a leer tres veces más y otra vez a comprobar. Cuando se hayan aprendido tres partes, conviene volver al principio y comprobar si aún se recuerdan las anteriores. Habrá que releer alguna si se ha olvidado. Después se hará lo mismo cada tres partes estudiadas.
- Repaso. Lo que se ha aprendido un día no servirá apenas si no se repasa al día siguiente, otra vez pasados cinco o seis días, luego una vez por semana y, finalmente, el día antes del examen. REPASAR consiste en hacer una lectura rápida y después ir comprobando por partes si se sabe repetir bien el texto estudiado. Si algo se ha olvidado, se vuelve a estudiar cómo se indica en los puntos 6 y 7.
Evocación de lo estudiado
Realización de exámenes. Con frecuencia la manera de demostrar que se ha aprendido algo es a través de exámenes. Normalmente, si se ha estudiado de forma adecuada no suelen presentar demasiados problemas, aunque vale la pena tomar ciertas precauciones:
- Leer con atención las preguntas para comprenderlas bien.
- Intentar situar mentalmente los conceptos que nos piden en el esquema que hemos elaborado.
- Procurar contestar con frases bien construidas y comprensibles.
- Además, hay que explicar las palabras técnicas que uses y, si es pertinente, poner ejemplos. Es bueno pensar que lo explicas para una persona que viene de otro planeta y no sabe nada. Es un error pensar que el profesor ya sabe de que va.
- Usar todo el tiempo disponible y emplear el que sobre en repasar.
- Presentar el examen de forma esmerada: con buena letra, limpio, sin tachaduras, con márgenes y usando regla para subrayar los enunciados o conceptos importantes.