Japón se encuentra conmocionado. La noticia del asesinato del periodista japonés Kenji Goto desató ayer indignación en este país y la condena internacional contra el grupo terrorista del Estado Islámico (EI).
El sábado pasado el EI difundió un video en el que se ve un cuerpo decapitado que aparentemente es el de Goto, de 47 años, y en él su verdugo asegura que su muerte se debe a la participación de Japón en la coalición internacional contra los yihadistas en Irak y Siria.
Goto era un periodista independiente centrado en el trabajo con refugiados, niños y otras víctimas de la guerra.
“Kenji nos ha dejado en un viaje”, dijo Junko Ishido, su madre. “Mi única esperanza es que podamos continuar con su misión de salvar a los niños de la guerra y la pobreza”, agregó.
Según su esposa, Rinko Jogo, y otros que hablaron con él, Goto viajó a Siria el año pasado para intentar salvar a otro rehén japonés, Haruna Yukawa. Este fue mostrado muerto hace una semana en un video publicado presuntamente por el EI.
En un primer momento el EI pidió un rescate de 200 millones de dólares a cambio de los dos secuestrados nipones.
Las autoridades han ordenado reforzar la seguridad en aeropuertos y las instalaciones japonesas en el exterior, como embajadas y escuelas.
Mientras la Unión Europea (UE) condenó ayer la ejecución del periodista japonés y reiteró su compromiso de apoyo a “las personas de todos los países que han estado más expuestos al terrorismo”. También han expresado su solidaridad y rechazo los gobiernos de Irak, Israel y otros. “Alemania está al lado de Japón en la lucha contra el terrorismo”, señaló la canciller Angela Merkel.
En tanto, Jordania, que también condenó la muerte de Goto, sigue dispuesta a entregar a una miliciana iraquí encarcelada al EI en un intercambio de prisioneros, si el piloto jordano Muaz Kasasbeh capturado también es liberado. “Seguimos dispuestos a entregar a la convicta Sajida al-Rishawi a cambio del retorno de nuestro hijo y nuestro héroe”, según el portavoz del gobierno, Mohamed al Momani. Kasasbeh fue capturado en diciembre al estrellarse su avión de combate F-16 en territorio controlado por el EI en Siria. (I)
A raíz de las amenazas de ISIS, el primer ministro japonés anunció el refuerzo de las medidas de seguridad.
Las autoridades analizan el video en el que aparece un militante de ISIS con acento británico decapitando a un hombre.
Un audio atribuido a ISIS, en voz del rehén japonés Kenji Goto Jogo, da instrucciones para un posible traspaso de prisioneros.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, consideró «alta» la «credibilidad» del video que anunció la ejecución de un rehén nipón por el grupo Estado Islámico (EI).
«Hemos examinado con atención esas imágenes y los análisis siguen, pero desgraciadamente no podemos por menos que pensar que la credibilidad de estas imágenes es alta», dijo en un debate televisivo, corroborando así declaraciones precedentes del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre la autenticidad de la grabación colgada por los yihadistas.
Abe expresó sus condolencias a la familia del japonés asesinado, Haruna Yukawa (probablemente secuestrado en Siria en agosto), y exigió de nuevo «la liberación inmediata del rehén restante», el periodista Kenji Goto, probablemente capturado por EI a finales de octubre.
El video, de unos tres minutos, muestra una imagen fija de Jogo, vestido con un mono naranja, que sujeta la foto de lo que parece ser el cadáver de Yakuwa.
SITE, centro norteamericano especializado en la vigilancia del movimiento yihadista en internet, indicó que podía confirmar la autenticidad de la grabación, «debido a [sus] profundas investigaciones y a [su] conocimiento de la infraestructura de EI y de otros grupos yihadistas en la red». (I)
El grupo terrorista pide rescate de US$200 millones en las próximas 72 horas para no matar a los prisioneros.