Los especialistas contratados por la familia del fiscal, emitieron un informe que difiere de la autopsia oficial.
Una de las testigos del operativo realizado la noche que murió Nisman reveló irregularidades en el protocolo para preservar las pruebas.
El jefe de gabinete argentino, Jorge Capitanich, rompió ayer un artículo del diario Clarín que señalaba que el fiscal Alberto Nisman había preparado un pedido de detención de la presidenta Cristina Fernández por el supuesto encubrimiento de iraníes en el atentado a un centro judío de Buenos Aires.
En su rueda de prensa diaria, Capitanich hizo trizas dos páginas con esa versión publicada por Clarín el domingo pasado y afirmó que existe “una confrontación política urdida desde los medios opositores”.
Según Clarín, Nisman escribió al menos dos versiones de su denuncia contra Fernández. Señaló que en el departamento del fiscal, donde fue encontrado muerto, la Policía descubrió en el cubo de la basura una versión parcial de la acusación presentada contra Fernández, la cual contemplaba un pedido de desafuero y de detención de la mandataria y del canciller Héctor Timerman.
La información de Clarín fue desmentida horas después por el juez del caso, Ariel Lijo, quien aclaró que las tachaduras fueron realizadas por el propio juzgado y que en la denuncia de Nisman no consta “ninguna petición sustancial respecto de los presuntos imputados”.
La fiscal Viviana Fein, que investiga la muerte de Nisman, aclaró que en el departamento del fiscal no se encontró un borrador de la denuncia.
El Grupo Clarín en un comunicado lamentó “que el gobierno haya decidido cruzar un nuevo límite en la escalada de intolerancia y agresión contra la prensa…”.(I)
«El arma fue apoyada sobre la sien. No hay distancia», informó Viviana Fein, según datos de la autopsia.
Los investigadores estudian las manchas de sangre halladas en el espejo del baño donde se encontró muerto al fiscal argentino Alberto Nisman, anormales para un caso de suicidio ya que la bala en la cabeza que mató al procurador no tenía orificio de salida, informaron hoy medios locales.
Los peritos buscarán determinar la dirección, velocidad y la trayectoria del disparo y también si la víctima estaba quieta o se movía cuando se produjo, lo cual se puede establecer según las gotas de sangre halladas en la escena.
«El arma que se utilizó -una pistola Bersa calibre 22 largo- es de gran letalidad porque tiene fuerza de entrada pero no de salida. Además, tiene un trayecto errático», explicaron peritos expertos al diario Perfil.
«Llama la atención la salpicadura en el espejo porque es improbable que suceda, excepto que sea producto de una sobrevida o que la bala haya tocado una arteria cuando ingresó a la cabeza, pero esta pericia puede determinar si se trata de una escena plantada (fabricada) o no», agregaron las fuentes.
Resultado de la investigación
Tras seis días de investigación, aún no se han aclarado las circunstancias de la muerte del fiscal encargado de la causa del atentado contra la mutual judía AMIA, cuyo cadáver fue encontrado en su domicilio de Buenos Aires horas antes de tener que comparecer en el Congreso para explicar una denuncia presentada contra Cristina Fernández por presunto encubrimiento a terroristas iraníes.
Aunque las primeras pericias descartaron la intervención de terceras personas, el suicidio no ha sido confirmado y las contradicciones y cabos sueltos aumentan la confusión respecto a la eficacia de la investigación.
Tras no haber encontrado restos de pólvora en la mano de Nisman, la fiscal del caso, Viviana Fein, se encuentra a la espera del cotejo del ADN y del examen balístico para determinar definitivamente si la bala que mató a Nisman salió del arma calibre 22 encontrada junto al cuerpo.
El arma había sido facilitada por un colaborador, Diego Lagomarsino, quien visitó el domicilio del fiscal un día antes de la muerte y no fue registrado por los policías encargados de la custodia de Nisman.
A pedido de la jueza de la causa, Fabiana Palmaghini, una custodia del cuerpo de Gendarmería nacional protege desde anoche a Lagomarsino, a quien ayer se le prohibió la salida del país.
También se cuestiona la distancia a la que se realizó el disparo, ya que si bien inicialmente se había apuntado que se realizó apoyando el arma sobre la cabeza o a escasos centímetros, nuevas pericias podrían indicar que la bala salió a unos 15 centímetros del cráneo, según informaron fuentes judiciales al diario Clarín.
Además, se revisan las cámaras de seguridad del exclusivo edificio donde vivía Nisman y las llamadas telefónicas realizadas y recibidas en los días previos al deceso.
Declaraciones de la exesposa
Por su parte, la exmujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, que ayer declaró durante más de ocho horas y pidió presentarse como acusación particular en nombre de sus dos hijas, menores de edad, se plantea pedir una segunda autopsia, según informaron allegados a medios locales.
Su testimonio es clave para aclarar los motivos por los que el fiscal interrumpió precipitadamente sus vacaciones en Europa el pasado día 12 y regresó a Buenos Aires, donde dos días después presentó una denuncia contra Cristina Fernández, el canciller Héctor Timerman y otros dirigentes oficialistas.
En su demanda, Nisman acusa a la presidenta de orquestar un plan de encubrimiento a los supuestos terroristas iraníes responsables del atentado contra la mutual judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994, a cambio de presuntamente intensificar las relaciones comerciales con Irán. (I)
La puerta de servicio de la vivienda donde se encontró muerto al fiscal argentino Alberto Nisman no estaba cerrada con llave y podría haberla abierto «cualquiera», según el cerrajero que facilitó el acceso al lugar ese día, lo que sembró nuevas dudas sobre las circunstancias de la muerte.
«La puerta de servicio estaba abierta. Lo podría haber hecho cualquiera», explicó el cerrajero, identificado como Walter, tras declarar ante la fiscal que investiga la muerte de Nisman, Viviana Fein.
Nisman, de 51 años, fue hallado muerto en la madrugada del pasado lunes, con un tiro en la sien, en su vivienda en Buenos Aires, horas antes de comparecer ante el Congreso para informar sobre su denuncia contra la presidenta Fernández por encubrimiento a presuntos terroristas iraníes que mataron a 85 personas en un atentado contra la mutual judía AMIA en 1994.
Walter fue requerido el domingo en la noche por la madre de Nisman para poder acceder a la vivienda tras recibir la llamada de la secretaria del fiscal, alertada por los guardaespaldas que se extrañaron porque no respondía al timbre ni al teléfono.
El cerrajero apuntó a los medios que no forzó la puerta principal «porque tenía una traba» y decidió entrar por la puerta de servicio.
En la puerta de servicio «estaba la llave puesta del lado de adentro», dijo Walter, quien explicó que «con un alambrecito» levantó un milímetro esa llave y la empujó hasta que cayó al suelo y, acto seguido, usó una copia que le facilitó la madre del fiscal para girar el pestillo y abrir.
En su trabajo, que no requirió más de diez minutos en total, el profesional estuvo acompañado por la madre del fiscal Nisman y por el jefe de bomberos, según su relato.
La Justicia investiga también una huella y una pisada localizadas en el pasillo del piso en que se encuentra el domicilio de Nisman tras descubrir un tercer acceso a su vivienda.
Según fuentes judiciales, el pasadizo comunica el departamento del fiscal con otro en un sector en el que están ubicados los equipos de aire acondicionado.
Argentina es un país sumido bajo la conmoción después que el fiscal Alberto Nisman fuera encontrado muerto. Aquí las preguntas y respuestas de su caso.
Tras la muerte del fiscal Alberto Nisman, que acusó el miércoles pasado a la presidenta argentina de encubrir a Irán en la causa por el atentado antisemita de 1994, Cristina Fernández, jueces y ciudadanía reclaman aclarar un fallecimiento investigado como suicido o «instigación al suicidio».
El lunes, mientras el país digería la sorpresiva muerte del fiscal, por un disparo en la sien derecha con un arma prestada -según la investigación- y horas antes de explicar al Congreso su grave denuncia contra Kirchner y su canciller Héctor Timerman, la Presidenta guardó silencio que rompió en la noche con una carta.
Antes, la Presidencia anunció la desclasificación de información de Inteligencia relacionada con la investigación del atentado contra la mutual judía AMIA de 1994, solicitada la semana pasada por Nisman.
Grupos de oposición convocaron a miles de personas en varias ciudades del país, especialmente en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno, que con el lema «Yo soy Nisman», pidieron justicia y «fin a la impunidad K» (K, en referencia al gobierno Kirchner).
Cacerolazos y bocinazos de autos se escucharon en otros barrios de la capital, casi a la misma hora en que Kirchner divulgó una larga carta en Facebook y Twitter, las redes donde corrieron cadenas y hashtag durante la jornada llamándola #CFKasesina, entre otros insultos.
«AMIA. Otra vez: tragedia, confusión, mentira e interrogantes», tituló Kirchner en una carta crítica al fiscal Nisman.
«No se debe permitir que una vez más se intente hacer con el juicio de encubrimiento lo que ya se hizo con la causa principal», dijo en referencia a la causa por el ataque a la mutual judía AMIA, que dejó 85 muertos y 300 heridos y lleva 20 años sin esclarecerse.
Desclasificación de información
La Presidenta argentina se preguntó quién «ordenó» a Nisman interrumpir sus vacaciones en España y presentar una denuncia de 350 hojas -«¿su escrito?»-, que tal vez «debía tener preparadas con anterioridad» o «tal vez alguien se las dio cuando volvió».
Así como el gobierno ordenó desclasificar material que pedía el fiscal difunto, el juez Ariel Lijo, que recibió la denuncia de Nisman, también dispuso medidas urgentes para preservar las escuchas telefónicas en las que se basa el pedido de indagatoria de Kirchner.
La semana pasada, cuando la denuncia de Nisman sorprendió a los medios y enojó al gobierno, se indicó que Lijo estaba de vacaciones hasta febrero y su reemplazante, la jueza María Servini de Cubría, consideró no tomaría el caso.
Lijo dispuso «medidas urgentes» para incautar más de 300 discos compactos con las grabaciones telefónicas obtenidas con la intervención de líneas telefónicas de un ciudadano iraní y hombres cercanos al gobierno.
Las organizaciones judías AMIA y la DAIA convocaron a un acto para el miércoles en Buenos Aires al que invitan a todas la ciudadanía bajo el lema «verdad y justicia».
El gobierno insistió en que se trató de un suicidio, aunque dirigentes oficialistas y de oposición también hablaron de un «suicidio inducido».
El diputado oficialista Andrés Larroque, que está imputado en la causa, dijo que hay que investigar «quien empujó al fiscal a esta decisión».
La fiscal que lleva la investigación de la muerte de Nisman, Viviana Fein, dijo que «se podría hablar de un suicidio».
«El cuerpo no fue golpeado ni sometido a maltrato, no descarto una instigación. No decimos que esté resuelta la causa» y aclaró que resta el examen toxicológico del cuerpo.
«La causa está caratulada como muerte dudosa», afirmó la fiscal, que también informó que «el arma que se encontró con él no era propiedad del fiscal Nisman, era de un colaborador, lo estamos corroborando».
La firma en enero de 2013 de un memorándum de entendimiento con Irán -denunciado como «inconstitucional» por la AMIA y otras organizaciones judías- tensó las relaciones entre el gobierno kirchnerista y esta comunidad, la mayor de América Latina.
El gobierno ha defendido el acuerdo bilateral con Irán para investigar a los acusados de planificar el ataque. Cinco exfuncionarios iraníes, entre ellos un expresidente, actuales ministros y dirigentes religiosos locales, tienen pedido de captura internacional de Interpol a solicitud de la justicia argentina.
Desde marzo de 2012, espera fecha un juicio contra el expresidente Carlos Menem (1989-1999) acusado de «encubrimiento agravado» de la llamada «conexión local», que dio la logística para perpetrar el atentado. (I)
Miles de personas se manifestaron ayer en diferentes ciudades de Argentina para expresar su conmoción y reclamar que se esclarezca la muerte del fiscal Alberto Nisman, encargado de la causa del atentando contra la mutual judía AMIA, que dejó 85 víctimas mortales en 1994.
Las manifestaciones fueron convocadas a través de las redes sociales y se reprodujeron en ciudades como Mar del Plata, Mendoza, Santa Fe, La Rioja y San Luis, pero la más multitudinaria fue en Buenos Aires, donde hubo cuatro heridos.
En la capital, miles de personas tomaron las principales avenidas de la ciudad y se concentraron en la emblemática Plaza de Mayo, con pancartas y carteles con consignas como “Yo soy Nisman”, “Justicia por Nisman” o “Todos somos Nisman”, así como frente a la residencia presidencial de Olivos, en las afueras de la ciudad.
Junto a los cacerolazos, las bocinas y los aplausos, los porteños gritaron consignas contra el Gobierno y la presidenta argentina, Cristina Fernández, que la semana pasada fue denunciada por Nisman por la firma de un acuerdo con Irán que supuestamente implicaba encubrir a algunos de los principales acusados del atentado contra la mutual judía.
En la Plaza de Mayo se escucharon eslóganes como “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, “se va a acabar, se va a acabar la dictadura de los K” y hasta gritos de “asesina” dirigidos a la mandataria.
Nisman fue encontrado ayer en su casa en el exclusivo barrio de Puerto Madero. Según los primeros exámenes forenses, murió por un balazo en la sien disparado por su propia mano con la pistola calibre 22 hallada junto a su cuerpo.
Un comunicado de la fiscal que lleva el caso, Viviana Fein, precisó que, según los resultados preliminares de la autopsia, “no hubo intervención de terceras personas”.
Nisman, de 51 años y que investigaba el atentado a la AMIA desde 2004, aseguró que tenía pruebas que demostraban que Irán y la organización Hizbulá estuvieron detrás de la planificación y ejecución del ataque.
La mandataria dijo que la muerte del fiscal genera “estupor e interrogantes”. “En el caso del ¿suicidio? del Fiscal a cargo de la causa AMIA, Alberto Nisman, no solo hay estupor e interrogantes, sino que, además, una historia demasiado larga, demasiado pesada, demasiado dura, y por sobre todas las cosas, muy sórdida”, dijo Fernández en una carta publicada en su sitio oficial de internet https://www.cfkargentina.com, así como en su cuenta de Twitter.
Fernández agregó que la muerte se produjo “curiosa y sugestivamente, cuando está a punto de iniciarse el juicio oral y público por encubrimiento, largamente demandado por la sociedad en general y los familiares en especial”. (I)
PERFIL
EspecialidadEl fiscal argentino Natalio Alberto Nisman era profesor universitario de Derecho Penal y Procesal. Se especializó como fiscal en terrorismo internacional, narcotráfico, lavado de dinero, fraudes al Estado, tráfico de armas y explosivos.