Viviana Rivasplata, Mónica Chacón y Wendy Monteverde integraron el jurado encargado de elegir a las seleccionadas.
El jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, dijo ayer que de haber sido fiscal habría pedido la detención de Sara Garfunkel, madre del fallecido Alberto Nisman, tras el hallazgo en su domicilio de un arma del mismo calibre a la encontrada junto al cuerpo de su hijo.
“Si yo hubiera sido fiscal, la hubiera detenido, y hubiera allanado (la vivienda de Garfunkel) hace 88 días, por lo menos”, indicó Fernández.
“Qué hace la pistola en manos de la madre? ¿La madre qué es lo que conoce? ¿Cuántas horas estuvo en el departamento (de Nisman)? ¿Había una carta del fiscal? La presencia de esta arma, claro que cambia la situación, debe ser la primera vez que coincido con la jueza (Sandra) Arroyo Salgado”, agregó.
El pasado martes, Garfunkel (73 años) declaró ante la fiscal Viviana Fein que encontró hace dos semanas una pistola entre las pertenencias de su hijo guardadas en su casa.
Arroyo Salgado, exmujer de Nisman y querellante en la causa en representación de sus hijas, menores de edad, afirmó que el hallazgo del arma “cambia todo, cambia el escenario” de la causa. Por el contrario, Fein aseguró que “no modifica la investigación”.
En tanto, el miércoles se inspeccionó el vehículo de alta gama que utilizaba Alberto Nisman y se fijó para el 27 de abril la junta médica que evaluará las diferencias entre el informe de los forenses oficiales y el realizado por los peritos de la parte querellante.
El juez federal Rodolfo Canicoba Corral envió un exhorto a los Estados Unidos para obtener información sobre la cuenta bancaria que la madre y la hermana de Nisman y el técnico Lagomarsino tenían en el banco Merrill Lynch de Nueva York.(I)
Antecedentes
Involucrados
Acusación
El fiscal Alberto Nisman había denunciado a la presidenta Cristina Fernández y su canciller Héctor Timerman de supuesto encubrimiento de los iraníes acusados por el atentado a AMIA que en 1994 dejó 85 muertos. Dos instancias judiciales desestimaron la denuncia que ahora revisa la Cámara Federal de Casación Penal.
El presidente de la Corte Suprema argentina, Ricardo Lorenzetti, pidió este lunes definiciones en la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman fallecido hace casi tres meses en misteriosas circunstancias luego de acusar a la presidenta Cristina Kirchner de encubrimiento.
«No quiero juzgar lo que hace la fiscal porque no me corresponde, pero sí creo que es momento en el que hay que tomarse definiciones concretas», dijo Lorenzetti a Radio La Red.
Según el titular de la Corte Suprema «ha pasado en muchos casos que los homicidios no se resuelven, o terminan en cuestiones subalternas, derivadas, y esto no puede ser así», criticó.
Nisman fue hallado muerto en su departamento el 18 de enero pasado, cuatro días después de acusar a Kirchner y a su canciller Héctor Timerman de encubrir a exfuncionarios iraníes por el atentado a la mutual judía AMIA en Buenos Aires que dejó 85 muertos y 300 heridos en 1994.
«En muchos casos, el tiempo excesivo termina enredando el proceso, las víctimas terminan siendo culpables», advirtió Lorenzetti quien recordó que «lo importante es evitar la frustración de la gente que reclama justicia».
La investigación, caratulada como «muerte dudosa», está en manos de la fiscal Viviana Fein que ha cruzado numerosas acusaciones públicas con la exesposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, quien sostiene que se trató de un homicidio.
¿Homicidio o suicidio?
Arroyo Salgado dio a conocer en rueda de prensa el 5 de marzo un informe de peritos de parte según el cual Nisman fue víctima de un homicidio.
Fein le recriminó que «es una querella que no trabaja al lado de la fiscal» y la criticó por «aseverar frente a una audiencia pública que fue un homicidio», cuando la causa sobre el deceso del fiscal todavía está «en plena tramitación».
El único imputado en la causa es un colaborador del fiscal, el experto en informática Diego Lagomarsino, pero sólo por prestarle el arma de la que salió la bala que lo mató.
Por otra parte la denuncia de Nisman fue desestimada por un juez, que consideró «inexistencia de delito» y luego también fue desechada por la Cámara Federal, aunque el fiscal que la reimpulsó apeló la decisión y aún está en trámite de resolución. (I)
El gobierno argentino calificó ayer como una ‘estupidez’ la información de la revista brasileña Veja acerca de que el fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, intercedió para que Argentina encubriera la participación de Irán en el atentado a la mutual judía AMIA y colaborara con el programa nuclear de Teherán.
“Ya es difícil contestar las estupideces que escriben en la Argentina, quiere que me ocupe de las estupideces que escriben en otro país”, afirmó ayer el jefe de gabinete argentino, Aníbal Fernández, al ser consultado sobre la publicación brasileña.
Veja informó el sábado que Chávez intercedió en el 2007 para que Argentina encubriera la participación de Irán en el atentado contra la mutual de Buenos Aires de 1994, a cambio de un apoyo financiero a la campaña electoral de Cristina Fernández. La información va en el mismo sentido que la denuncia que presentó en enero el fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman, en contra de Fernández por supuesto encubrimiento de los iraníes acusados del ataque a la mutual. El fiscal murió de un disparo en la cabeza cuatro días después de presentar su denuncia.
La información fue dada a la revista, crítica con el gobierno de Dilma Rousseff, por tres exfuncionarios de Chávez y de su sucesor Nicolás Maduro. (I)
Investigación
Caso Nisman
Pedido de exesposa
La exesposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, pidió que la fiscal Viviana Fein sea apartada de la investigación por la muerte del fiscal y que pase a la fiscal Fabiana Palmaghini, según Clarín.
El fiscal argentino Alberto Nisman, quien denunció a la mandataria del país por presunto encubrimiento de terroristas, estaba arrodillado cuando recibió el tiro que le mató, según las conclusiones de los peritos contratados por su exmujer para investigar la muerte, reveló este jueves un diario local.
A partir de fotografías, videos y visitas a la vivienda de Nisman, donde fue hallado muerto el pasado 18 de enero, los peritos de la querella dedujeron que Nisman estaba frente a la bañera y «probablemente» tenía «un atacante ubicado detrás», unas conclusiones que contradicen las del peritaje oficial y fueron cuestionadas por el Gobierno.
Los expertos contratados por la querellante y exmujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, aseguraron haber descubierto manchas «lavadas» en el grifo y el lavadero del baño del fiscal, según publicó el periódico La Nación.
Además, sostuvieron que la ausencia de restos de pólvora en la mano derecha de Nisman se debía a que hubiese algo tapándola, como un «objeto o una mano».
Estas conclusiones difieren de las de la autopsia oficial, que rechazaron la participación de terceras personas en el deceso del fiscal.
Por el contrario, Arroyo Salgado sostuvo que «Nisman no se suicidó, lo mataron», en una conferencia de prensa la semana pasada en la que presentó el informe de los peritos de la querella y en la que obvio el punto 12, donde se especificaban las circunstancias de la muerte, parte de cuyo contenido amplió este jueves La Nación.
La fiscal a cargo de la investigación, Viviana Fein, ha convocado a los peritos de la parte querellante y evalúa solicitar una Junta Médica tras interrogarlos.
En tanto, el jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, declaró hoy a la prensa que la causa que investiga la muerte de Nisman «se encuentra en un juzgado de instrucción, con las pericias hechas por miembros del cuerpo médico forense que depende de la Corte Suprema y de acuerdo a los protocolos vigentes» y aseguró que «los demás son informes de peritos contratados».
Según Fernández, la querella «no presenta peritajes, sino informes» que «pueden expresar lo que se les ocurra, pero no necesariamente tienen que ser tenidos en cuenta en la causa porque no fueron hechos conforme a los protocolos».
Nisman, que investigaba el atentado de 1994 en Buenos Aires contra la mutualista judía AMIA, murió en circunstancias aún sin aclarar cuatro días después de denunciar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, al canciller, Héctor Timerman, y a varios de sus colaboradores, por presunto encubrimiento de los iraníes sospechosos de haber planificado el atentado, que dejó 85 muertos, a cambio de intensificar las relaciones comerciales con Irán. (I)
La Justicia argentina allanó este lunes la casa de Diego Lagomarsino, el único imputado en la causa en que se investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman, en busca de las computadoras y equipos del técnico informático.
Lagomarsino, un estrecho colaborador de Nisman en la investigación por el atentado a la mutual judía AMIA en 1994, admitió ante la fiscal del caso, Viviana Fein, haberle prestado al fiscal el arma calibre 22 de la que salió el disparo mortal.
Nisman apareció sin vida en el baño de su departamento de la capital argentina el 18 de enero, tres días después de haber acusado a la presidenta Cristina Kirchner de intentar encubrir a acusados iraníes del ataque a la AMIA.
El analista informático fue despedido el 9 de febrero de su puesto de colaborador judicial.
El allanamiento fue llevado a cabo por personal policial en una vivienda de San Isidro, en la periferia norte de Buenos Aires, por orden de la jueza del caso, Fernanda Palmaghini a solicitud de la querella encabezada por Sandra Arroyo Salgado, exesposa de Nisman.
Se trata de una de las primeras diligencias que se ordenan en torno al técnico informático, quien hasta ahora es el único imputado en la causa.
Arroyo Salgado aseguró la semana pasada que al padre de sus dos hijas lo habían matado, al dar a conocer un informe elaborado por un equipo de peritos forenses a pedido de la familia.
Según ese informe, el fiscal falleció el sábado 17 de enero alrededor de las 20h00 horas, con un error de más o menos cuatro horas, y justamente Lagomarsino admitió haber estado esa noche en el departamento de Nisman.
Tras conocerse ese dato, que ubicaba a su cliente en el momento probable de la muerte, la defensa de Lagomarsino aseguró que la computadora de Nisman se había activado la mañana del domingo cuando, de acuerdo a la querella, el fiscal ya estaba muerto.
A raíz de esa divergencia, Arroyo Salgado pidió el secuestro y análisis de los equipos de Lagomarsino, con la sospecha de que el ingreso a la computadora de Nisman pudiese haber sido hecho de manera remota.
El técnico aseguró a la fiscal Fein que su exjefe le había pedido un arma porque tenía miedo de que le sucediera algún altercado en la calle cuando iba con sus hijas.
El peritaje ordenado por la familia contrasta con el realizado por peritos oficiales, que sitúa la muerte la madrugada del domingo y que concluyó que Nisman había muerto por un balazo en la cabeza y que no había habido terceros en la escena.
La causa está caratulada como «muerte dudosa» y eso implica tres posibilidades: suicidio, suicidio inducido o asesinato. (I)
En medio de la polémica por las graves contradicciones sobre la muerte de Alberto Nisman, el Gobierno argentino subrayó ayer la importancia de alcanzar la “verdad” y volvió a apuntar contra el único imputado del caso, Diego Lagomarsino, propietario del arma que acabó con la vida del fiscal.
“El Gobierno no forma parte del proceso. La legítima intención del Gobierno es que se arribe a la verdad jurídica objetiva”, dijo el jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández.
El funcionario habló así un día después de que conocieran las conclusiones de una investigación encargada por la familia de Nisman, que contradicen en aspectos fundamentales a la fiscal del caso, Viviana Fein.
Según Sandra Arroyo Salgado, jueza y exesposa de Nisman, el fiscal fue víctima de un homicidio, mientras la Fiscalía a cargo del caso sostiene que, a base de las pruebas reunidas, no puede descartar otras hipótesis, como el suicidio.
Nisman, que investigaba el atentado de 1994 contra la mutualista judía AMIA, fue encontrado muerto de un disparo en la cabeza en su apartamento el 18 de enero, cuatro días después de denunciar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de los iraníes acusados del hecho.
Arroyo Salgado, querellante en la causa, pidió ayer a la Justicia que supervise la custodia asignada al círculo familiar, que incluye a las dos hijas que tuvo con el fiscal, después de presentar las conclusiones de la investigación privada encabezada por reconocidos expertos, entre ellos el decano de los forenses argentinos, Osvaldo Raffo.
Las conclusiones de su informe contienen diferencias fundamentales con la investigación oficial, como la hora de deceso -para la querella, en la noche del 17 de enero y para la investigación oficial el 18- y la ubicación del cuerpo, según Arroyo Salgado movido de su posición original tras recibir el balazo. Además, los peritos del parte niegan el espasmo cadavérico que arrojó la autopsia y afirman que Nisman agonizó.
Pese a estas importantes diferencias, el jefe de Gabinete argentino destacó ayer las “coincidencias”, entre ellas, que el arma que provocó la muerte le fue entregada por Diego Lagomarsino, un informático que colaboraba con Nisman en la Fiscalía y que hasta ahora es el único imputado en el caso.
De confirmarse la teoría del homicidio, el autor debía ser una persona conocida de la víctima porque no hay pruebas de que tratara de defenderse y “si no se defendió es porque la persona que entró era un conocido”, dijo Aníbal Fernández.
La fiscal del caso, Viviana Fein, que insiste en que ninguna alternativa puede ser descartada de momento, adelantó ayer que citará a los peritos de parte para que expongan los fundamentos de su trabajo y no descartó convocar a una junta médica con el objetivo de que se comparen ambas pericias.
Entre tanto, el Gobierno argentino publicó ayer en los diarios New York Times y Le Monde las conclusiones del fallo que desestimó la denuncia de Nisman contra la mandataria.
En medio de la carga del Gobierno contra Nisman, el portal Infojus Noticias del Ministerio de Justicia publicó que el fiscal murió alcoholizado. Arroyo aseguró el jueves que “no había presencia de alcohol en la sangre” del fiscal. (I)
Al fiscal Alberto Nisman lo mataron, no se suicidó (…) La muerte de Nisman es un magnicidio que merece la respuesta de todas las instituciones de la República”.
Sandra Arroyo Salgado, jueza y exesposa del fiscal Alberto Nisman.
Ceremonia privada se realizará en una casa de playa ubicada en el balneario piurano de Órganos, Sullana.
La Justicia argentina comenzó a investigar el martes el hallazgo del ADN de otra persona en la escena de la muerte de Alberto Nisman, el fiscal que acusó a Irán por un atentado antisemita y a la presidenta, Cristina Kirchner, de encubrirlo.
«El perfil genético distinto al de Nisman se ignora aún a quién corresponde», dijo la jueza Fabiana Palmaghini, informó este martes el Centro de Información Judicial (CIJ) del Poder Judicial.
Nisman tenía 51 años cuando apareció muerto en circunstancias todavía no esclarecidas el 18 de enero pasado en el baño de su apartamento con un disparo en la cabeza y una pistola calibre 22 en la mano derecha, que le había pedido a un colaborador suyo, Diego Lagomarsino.
Cuatro días antes, el fiscal había acusado a Kirchner de encubrir a exgobernantes iraníes, entre ellos al expresidente Ali Rafsanjani, de organizar el ataque explosivo de 1994 con 85 muertos y 300 heridos en la mutual judía AMIA.
El ADN podría pertenecer a policías, funcionarios judiciales, familiares que entraron a la vivienda, a Lagomarsino, que lo visitó la víspera para llevarle el arma, o incluso a algún custodio, según los investigadores.
La fiscal Viviana Fein ha indicado desde el principio de la investigación que el caso pudo ser un homicidio, suicidio o suicidio inducido.
Lagomarsino, despedido el lunes de la fiscalía porque le consta «que no trabajó», es el único imputado en la causa por el delito de entregar un arma a quien no tenía permiso de usarla.
El Gobierno sostiene que Lagomarsino es un agente de Antonio ‘Jaime’ Stiuso, poderoso exjefe de los servicios de inteligencia destituido en diciembre tras revistar 42 años entre los espías y ser estrecho ayudante de Nisman.
La oposición afirma que Nisman es una víctima del gobierno, Kirchner dice que es un complot para desacreditarla, mientras que un 70% de argentinos cree que jamás será esclarecido el caso.
Un grupo de fiscales convocó para el miércoles 18, a un mes del deceso, a una marcha de silencio a la que sumaron los principales candidatos presidenciales de la oposición de derecha y socialdemócrata. Las elecciones nacionales se celebran en octubre próximo.
En 2005, Nisman, con apoyo del entonces presidente, Néstor Kirchner (2003-2007) hoy fallecido, acusó a los iraníes de estar implicados del atentado en Buenos Aires. (I)
La Fiscalía detectó llamados desde el móvil de Nisman a un teléfono a nombre de Antonio «Jaime» Stiuso, exjefe de inteligencia argentina.
La fiscal argentina a cargo del caso de la muerte de Alberto Nisman, que denunció a la presidenta Cristina Fernández por presunto encubrimiento de terroristas, suspendió ayer las vacaciones que iba a tomar en mitad del proceso, tras un aluvión de críticas.
La fiscal Viviana Fein, que dio ayer marcha atrás en su decisión, estaba en el centro de las críticas por la lentitud en el avance del caso y sus contradicciones sobre la existencia de un borrador de la denuncia de Nisman contra Fernández, en el que pedía la detención de la mandataria.
Las críticas, tanto del gobierno como de la oposición, arreciaron el martes, cuando la fiscal anunció su intención de tomar quince días de vacaciones pendientes desde el 2014 y dejar la investigación sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman en manos de dos colaboradores. (I)
La fiscal Viviana Frein admitió que los borradores fueron encontrados en el cubo de la basura de Nisman y forman parte de la investigación.
Once días después de su muerte, los restos del fiscal argentino Alberto Nisman serán velados en la intimidad este miércoles, mientras Diego Lagomarsino, el único imputado por prestar el arma quiere que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner declare como testigo en este caso.
«No estoy bien», dijo Lagomarsino, tenso y nervioso, al comenzar su primera conferencia de prensa en Buenos Aires, acompañado de su abogado, para detallar sus últimos contactos con el fiscal en la víspera del domingo 18 de enero, cuando apareció muerto.
El experto en informática contó que Nisman le pidió el arma diciéndole: «Ya no confío ni siquiera en la custodia». «Me dijo que no iba a usar el arma» y que como fiscal tenía permiso de portación de armas, agregó Lagomarsino.
La transferencia de un arma de fuego a una persona sin el permiso específico para su uso es penado en Argentina con entre uno y seis años de prisión. Lagomarsino entregó el sábado una Bersa calibre 22 a Nisman, quien no contaba con licencia para usar ese modelo.
Lagomarsino, un técnico en informática, es la última persona que vio al fiscal con vida y tiene prohíbida la salida del país.
Maximiliano Rusconi, abogado de Lagomarsino, calificó como «sorprendente la evocación en el mensaje presidencial que él (Lagomarsino) había iniciado el trámite para tener el pasaporte el 14 de enero».
En esa fecha, Nisman hizo la denuncia de encubrimiento a acusados iraníes en la causa por el atentado a la mutual judía AMIA en 1994, que dejó 85 muertos y 300 heridos, contra la presidenta Kirchner y el canciller Héctor Timerman.
«Eso es falso de toda falsedad», dijo el letrado al sostener que Lagomarsino solicitó la renovación del pasaporte en diciembre de 2014 y que le dieron esa fecha de trámite.
«Me sorprende escuchar hipótesis y opiniones de alguien que tienen la mayor responsabilidad institucional del país», dijo el abogado, quien defendió al expresidente Carlo Menem (1989-99) en una causa por contrabando de armas a Ecuador y Croacia.
«No es sano en un sistema de justicia. Eso es nocivo. Si la información que tiene (la Presidenta) puede sustentar esas hipótesis debe brindarlas en una declaracion testimonial bajo juramento», reclamó Rusconi.
Cristina y su secretario general de la presidencia, Aníbal Fernández, divulgaron información personal de Lagomarsino, mencionando mensajes contra el gobierno en su cuenta Twitter, hasta los vínculos profesionales de su hermano con el grupo de medios Clarín que mantiene un abierto enfrentamiento con el kirchnerismo.
Sepelio
Los cruces de versiones e hipótesis están a la orden del día por este caso que se ha convertido en un policial en entregas para los argentinos y que no cesaba este miércoles, cuando la familia de Nisman iniciará su funeral en la más estricta intimidad.
El expediente está caratulado como ‘muerte dudosa’ y no se descarta que se trate de un suicidio, un suicidio inducido o un asesinato, según la fiscal del caso, Viviana Fein.
El jueves en la mañana Nisman será enterrado en un cementerio israelita en las afueras de Buenos Aires.
«El cuerpo será entregado hoy (miércoles) a sus familiares y será trasladado a la AMIA, donde se realizará el lavado ritual del cuerpo de acuerdo a lo establecido por las normas judías», indicó un comunicado de esa entidad, para luego ser llevado a la sala velatoria.
Líderes de la colectividad judía en Argentina, la mayor de América Latina con unas 300.000 personas, habían pedido que se declarara día de duelo nacional en coincidencia con el sepelio. (I)
La fiscal argentina que investiga la misteriosa muerte de su colega Alberto Nisman imputó a un colaborador del fallecido funcionario por haberle dado el arma que acabó con su vida, en un caso que ha conmocionado a la sociedad y sacudido a la clase política del país.
Nisman estaba a cargo de la fiscalía especial que investiga el atentado contra la mutual judía AMIA en 1994, y días antes de su fallecimiento había acusado a la presidenta Cristina Fernández de un complot para encubrir a los iraníes acusados del estallido que dejó 85 muertos en Buenos Aires.
El fiscal fue hallado el domingo 18 de enero en el baño de su departamento con un disparo en la sien y un arma a su lado, justo horas antes de una reunión agendada con diputados para presentar detalles de su denuncia, que también involucra al canciller argentino, dos dirigentes políticos y un legislador.
Su colaborador Diego Lagomarsino declaró ante la justicia que le prestó el arma porque el propio Nisman se la había pedido supuestamente para protegerse.
«(Lagomarsino) se encuentra imputado por facilitar el arma Bersa calibre 22 hallada en el departamento de Alberto Nisman», dijo en un comunicado de Viviana Fein, la fiscal del caso.
«La fiscal está evaluando las pruebas recolectadas y los testimonios para saber hasta dónde podría extenderse la imputación», añadió la nota de Fein.
Datos de autopsia
El trágico final de Nisman es investigado bajo el rótulo de «muerte dudosa» y las autoridades han dicho que no se descarta ninguna de las tres hipótesis: suicidio, suicidio instigado o asesinato.
La fiscal Fein informó el fin de semana que la autopsia determinó que el arma fue disparada a una distancia inferior a un centímetro de la sien, lo que apoya la teoría del suicidio.
«Fue prácticamente apoyando el arma sobre el parietal derecho», dijo Fein al canal de noticias TN.
Pero todavía hay muchas dudas.
El secretario de Seguridad, Sergio Berni, ya ha comenzado a investigar a los oficiales de policía asignados para proteger a Nisman. El fiscal tenía una custodia personal compuesta por diez agentes de la policía federal.
«He pedido (…) un sumario administrativo para ver cómo se actuó, de qué manera se actuó y si la custodia actuó correctamente», dijo al final de la semana pasada Berni, a una radio local. «Quiero saber hora por hora cómo fueron los acontecimientos».
De acuerdo con medios locales, los dos agentes de seguridad que debían encontrarse con Nisman en la mañana del domingo de su muerte -y que ya declararon ante la fiscal Fein- dieron versiones contradictorias respecto de a qué hora subieron al departamento del fiscal ese día a tocarle el timbre.
Mientras tanto, Fein dijo el lunes que comenzó un «análisis profundo» sobre las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio de Nisman, después de detectar «falencias» en los registros escritos de ingresos y egresos del lujoso complejo ubicado en el barrio de Puerto Madero.
El Gobierno sospecha que la muerte de Nisman pudo haber sido instigada por agentes de inteligencia desplazados recientemente.
Lea también: Conmoción por muerte de fiscal que acusó a Cristina Fernández en Argentina
La denuncia de Nisman -unas 300 páginas que se conocieron la semana pasada- fue considerada débil por el Gobierno y algunos expertos, que argumentan que los servicios de inteligencia que colaboraban con el fiscal pudieron brindarle información falsa.
Nisman creía que hubo un fallido plan secreto entre Buenos Aires y Teherán para «desincriminar» a varios iraníes -sobre los que pesan alertas rojas de Interpol- a fin de restablecer los lazos diplomáticos y comerciales bilaterales. (I)
«El arma fue apoyada sobre la sien. No hay distancia», informó Viviana Fein, según datos de la autopsia.
Los investigadores estudian las manchas de sangre halladas en el espejo del baño donde se encontró muerto al fiscal argentino Alberto Nisman, anormales para un caso de suicidio ya que la bala en la cabeza que mató al procurador no tenía orificio de salida, informaron hoy medios locales.
Los peritos buscarán determinar la dirección, velocidad y la trayectoria del disparo y también si la víctima estaba quieta o se movía cuando se produjo, lo cual se puede establecer según las gotas de sangre halladas en la escena.
«El arma que se utilizó -una pistola Bersa calibre 22 largo- es de gran letalidad porque tiene fuerza de entrada pero no de salida. Además, tiene un trayecto errático», explicaron peritos expertos al diario Perfil.
«Llama la atención la salpicadura en el espejo porque es improbable que suceda, excepto que sea producto de una sobrevida o que la bala haya tocado una arteria cuando ingresó a la cabeza, pero esta pericia puede determinar si se trata de una escena plantada (fabricada) o no», agregaron las fuentes.
Resultado de la investigación
Tras seis días de investigación, aún no se han aclarado las circunstancias de la muerte del fiscal encargado de la causa del atentado contra la mutual judía AMIA, cuyo cadáver fue encontrado en su domicilio de Buenos Aires horas antes de tener que comparecer en el Congreso para explicar una denuncia presentada contra Cristina Fernández por presunto encubrimiento a terroristas iraníes.
Aunque las primeras pericias descartaron la intervención de terceras personas, el suicidio no ha sido confirmado y las contradicciones y cabos sueltos aumentan la confusión respecto a la eficacia de la investigación.
Tras no haber encontrado restos de pólvora en la mano de Nisman, la fiscal del caso, Viviana Fein, se encuentra a la espera del cotejo del ADN y del examen balístico para determinar definitivamente si la bala que mató a Nisman salió del arma calibre 22 encontrada junto al cuerpo.
El arma había sido facilitada por un colaborador, Diego Lagomarsino, quien visitó el domicilio del fiscal un día antes de la muerte y no fue registrado por los policías encargados de la custodia de Nisman.
A pedido de la jueza de la causa, Fabiana Palmaghini, una custodia del cuerpo de Gendarmería nacional protege desde anoche a Lagomarsino, a quien ayer se le prohibió la salida del país.
También se cuestiona la distancia a la que se realizó el disparo, ya que si bien inicialmente se había apuntado que se realizó apoyando el arma sobre la cabeza o a escasos centímetros, nuevas pericias podrían indicar que la bala salió a unos 15 centímetros del cráneo, según informaron fuentes judiciales al diario Clarín.
Además, se revisan las cámaras de seguridad del exclusivo edificio donde vivía Nisman y las llamadas telefónicas realizadas y recibidas en los días previos al deceso.
Declaraciones de la exesposa
Por su parte, la exmujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, que ayer declaró durante más de ocho horas y pidió presentarse como acusación particular en nombre de sus dos hijas, menores de edad, se plantea pedir una segunda autopsia, según informaron allegados a medios locales.
Su testimonio es clave para aclarar los motivos por los que el fiscal interrumpió precipitadamente sus vacaciones en Europa el pasado día 12 y regresó a Buenos Aires, donde dos días después presentó una denuncia contra Cristina Fernández, el canciller Héctor Timerman y otros dirigentes oficialistas.
En su demanda, Nisman acusa a la presidenta de orquestar un plan de encubrimiento a los supuestos terroristas iraníes responsables del atentado contra la mutual judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994, a cambio de presuntamente intensificar las relaciones comerciales con Irán. (I)
El gobierno argentino «no estuvo involucrado» en la muerte del fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, hallado este domingo último con un disparo en la sien, dijo este viernes el ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman.
«El gobierno de Argentina no estuvo involucrado. Además, nadie quería más que el señor Nisman viviera y contestara las preguntas que la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) y yo», dijo hoy el funcionario en una entrevista con el canal estadounidense CNN, reproducida en el país por la agenciad de noticias Télam.
Kirchner y Timerman, junto al diputado nacional peronista Andrés Larroque y otras cinco personas, algunas de ellas dirigentes oficialistas y presuntos agentes de inteligencia, fueron denunciados el pasado 14 de enero por Nisman acusados de liderar un «plan delictivo destinado a dotar de impunidad a los imputados de nacionalidad iraní acusados» de atentar contra la mutual judía en 1994.
Ese mismo día Timerman aseguró que la denuncia de Nisman era una «mentira» y que el gobierno no buscaba desligar del caso a los iraníes.
El fiscal tenía previsto presentar los fundamentos del dictamen ante una comisión legislativa en el Parlamento, pero un día antes de hacerlo fue hallado muerto, con un disparo en la cabeza, en un departamento que habitaba en el barrio de Puerto Madero, una de las zonas más custodiadas del país.
Hasta el momento las investigaciones realizadas en el lugar de la muerte indicaron, según dijo la fiscal Viviana Fein, que fue Nisman quien disparó el arma utilizada, aunque una prueba realizada en sus manos no permitió hallar restos de pólvora.
Otros estudios, en tanto, tampoco detectaron indicios para afirmar que una segunda persona estuvo con el fiscal en el momento del disparo, pero en un pasillo contiguo donde se ubican los equipos de aire acondicionado, y que tiene acceso a la vivienda, se encontraron huellas dactilares y marcas de pisadas.
La Justicia investiga si se trató de un suicidio motivado por razones personales o si Nisman había sido amenazado o presionado psicológicamente el último tiempo.
En una carta hecha pública el jueves, la presidenta Kirchner se mostró «convencida» de que el fiscal no se suicidó y sostuvo que su misteriosa muerte es una «verdadera operación contra» su gobierno.
Argentina es un país sumido bajo la conmoción después que el fiscal Alberto Nisman fuera encontrado muerto. Aquí las preguntas y respuestas de su caso.
Tras la muerte del fiscal Alberto Nisman, que acusó el miércoles pasado a la presidenta argentina de encubrir a Irán en la causa por el atentado antisemita de 1994, Cristina Fernández, jueces y ciudadanía reclaman aclarar un fallecimiento investigado como suicido o «instigación al suicidio».
El lunes, mientras el país digería la sorpresiva muerte del fiscal, por un disparo en la sien derecha con un arma prestada -según la investigación- y horas antes de explicar al Congreso su grave denuncia contra Kirchner y su canciller Héctor Timerman, la Presidenta guardó silencio que rompió en la noche con una carta.
Antes, la Presidencia anunció la desclasificación de información de Inteligencia relacionada con la investigación del atentado contra la mutual judía AMIA de 1994, solicitada la semana pasada por Nisman.
Grupos de oposición convocaron a miles de personas en varias ciudades del país, especialmente en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno, que con el lema «Yo soy Nisman», pidieron justicia y «fin a la impunidad K» (K, en referencia al gobierno Kirchner).
Cacerolazos y bocinazos de autos se escucharon en otros barrios de la capital, casi a la misma hora en que Kirchner divulgó una larga carta en Facebook y Twitter, las redes donde corrieron cadenas y hashtag durante la jornada llamándola #CFKasesina, entre otros insultos.
«AMIA. Otra vez: tragedia, confusión, mentira e interrogantes», tituló Kirchner en una carta crítica al fiscal Nisman.
«No se debe permitir que una vez más se intente hacer con el juicio de encubrimiento lo que ya se hizo con la causa principal», dijo en referencia a la causa por el ataque a la mutual judía AMIA, que dejó 85 muertos y 300 heridos y lleva 20 años sin esclarecerse.
Desclasificación de información
La Presidenta argentina se preguntó quién «ordenó» a Nisman interrumpir sus vacaciones en España y presentar una denuncia de 350 hojas -«¿su escrito?»-, que tal vez «debía tener preparadas con anterioridad» o «tal vez alguien se las dio cuando volvió».
Así como el gobierno ordenó desclasificar material que pedía el fiscal difunto, el juez Ariel Lijo, que recibió la denuncia de Nisman, también dispuso medidas urgentes para preservar las escuchas telefónicas en las que se basa el pedido de indagatoria de Kirchner.
La semana pasada, cuando la denuncia de Nisman sorprendió a los medios y enojó al gobierno, se indicó que Lijo estaba de vacaciones hasta febrero y su reemplazante, la jueza María Servini de Cubría, consideró no tomaría el caso.
Lijo dispuso «medidas urgentes» para incautar más de 300 discos compactos con las grabaciones telefónicas obtenidas con la intervención de líneas telefónicas de un ciudadano iraní y hombres cercanos al gobierno.
Las organizaciones judías AMIA y la DAIA convocaron a un acto para el miércoles en Buenos Aires al que invitan a todas la ciudadanía bajo el lema «verdad y justicia».
El gobierno insistió en que se trató de un suicidio, aunque dirigentes oficialistas y de oposición también hablaron de un «suicidio inducido».
El diputado oficialista Andrés Larroque, que está imputado en la causa, dijo que hay que investigar «quien empujó al fiscal a esta decisión».
La fiscal que lleva la investigación de la muerte de Nisman, Viviana Fein, dijo que «se podría hablar de un suicidio».
«El cuerpo no fue golpeado ni sometido a maltrato, no descarto una instigación. No decimos que esté resuelta la causa» y aclaró que resta el examen toxicológico del cuerpo.
«La causa está caratulada como muerte dudosa», afirmó la fiscal, que también informó que «el arma que se encontró con él no era propiedad del fiscal Nisman, era de un colaborador, lo estamos corroborando».
La firma en enero de 2013 de un memorándum de entendimiento con Irán -denunciado como «inconstitucional» por la AMIA y otras organizaciones judías- tensó las relaciones entre el gobierno kirchnerista y esta comunidad, la mayor de América Latina.
El gobierno ha defendido el acuerdo bilateral con Irán para investigar a los acusados de planificar el ataque. Cinco exfuncionarios iraníes, entre ellos un expresidente, actuales ministros y dirigentes religiosos locales, tienen pedido de captura internacional de Interpol a solicitud de la justicia argentina.
Desde marzo de 2012, espera fecha un juicio contra el expresidente Carlos Menem (1989-1999) acusado de «encubrimiento agravado» de la llamada «conexión local», que dio la logística para perpetrar el atentado. (I)
Un disparo realizado con un arma de fuego calibre 22 milímetros que ingresó a la altura de la oreja derecha causó la muerte del fiscal Alberto Nisman, que hace una semana denunció por encubrimiento a la presidenta argentina, según se supo hoy a raíz de los primeros datos de la autopsia al cadáver.
«En un 99 por ciento» el proyectil que provocó el fallecimiento de Nisman fue disparado por una pistola similar a la que fue hallada junto al cuerpo sin vida del fiscal, revelaron fuentes judiciales citadas por la agencia de noticias estatal Télam.
Según estas pruebas, la bala ingresó por el parietal derecho, a pocos centímetros de la oreja.
Nisman fue hallado muerto en la noche del domingo por su madre en su apartamento en el barrio de Puerto Madero de la ciudad de Buenos Aires.
La autopsia al cuerpo fue realizada esta mañana y todos sus resultados serán difundidos por la fiscal a cargo de la investigación, Viviana Fein, hasta que se incorpore al caso la jueza Fabiana Palmaghini, que se encontraba de vacaciones.
Por su parte, la Procuración General de la Nación ofreció «protección y custodia» a los secretarios de la fiscalía especial que lideraba Nisman y que investigaba desde hace una década el atentado terrorista a la AMIA, cometido en 1994 y que causó 85 muertes.
Además, confirmó al fiscal Alberto Gentili como subrogante de la fiscalía especial de la causa AMIA, tal como lo había designado el propio Nisman antes de morir, hasta el 31 de enero próximo. Gentili permanecerá en la fiscalía hasta fin de mes y luego la Procuración designará a un sustituto definitivo para la causa.
Nisman denunció la semana pasada a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, el canciller Héctor Timerman, el diputado kirchnerista Andrés Larroque y los dirigentes políticos Luis D’Elía y Fernando Esteche por encubrimiento en la causa judicial sobre el atentado de la AMIA.
El fiscal que investigaba el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina de Buenos Aires en 1994, Alberto Nisman, fue hallado muerto este lunes en su departamento, en circunstancias aún por aclarar, informaron fuentes judiciales.
«Hallaron muerto al fiscal Alberto Nisman en su departamento de Puerto Madero», tituló diario Clarín, indicando que «el cuerpo sin vida del fiscal que hoy debía declarar ante la Comisión de Legislación Penal, fue encontrado en el baño de su vivienda. Hay hermetismo respecto de qué fue lo que pasó».
Mientras, La Nación -sin mencionar el deceso de Nisman, alertó sobre un «fuerte operativo policial frente al departamento del fiscal» .
«Hay un vallado de seguridad, móviles de la Policía Federal, de la Policía Científica, de la División Homicidios», detalló La Nación.
Finalmente, Infobae aseguró que «el secretario de Seguridad, Sergio Berni, el jefe de la Policía Federal, Román di Santo, y la fiscal Viviana Fein se encuentran en el edificio» donde vivía el fiscal.
Nisman iba a exponer este lunes ante el Congreso su denuncia contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por supuesto encubrimiento en la causa. La audiencia iba a ser a puerta cerrada para que pueda brindar información secreta de los servicios de inteligencia, en medio del escándalo político que generó la denuncia.
Nisman denunció a Fernández por supuesto “encubrimiento” y pidió su declaración indagatoria, sospechada de “negociar un plan de impunidad y encubrir a los prófugos iraníes acusados de la voladura a la mutual judía”. (I)