El presidente venezolano, Nicolás Maduro, agradeció hoy a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) su apoyo para apuntalar redes de distribución de alimentos para combatir el desabastecimiento y censuró la reacción opositora ante ello.
Se creará «una comisión especial» de la Unasur «para apoyar a Venezuela» y ante ello la reacción de algunos opositores fue «como si le hubieran mostrado un crucifijo a un vampiro y empezaron a pegar gritos, chillidos y a protestarle al secretario general (de la Unasur, el expresidente colombiano) Ernesto Samper», expresó Maduro.
«Cómo es eso que Suramérica va a venir a ayudar a Venezuela?», agregó en una cadena nacional obligatoria de radio y televisión al sintetizar expresiones críticas de opositores al anuncio de Unasur tras una visita de cancilleres efectuada a Caracas este viernes.
«Ustedes pueden entender que alguien se oponga a que nos ayuden?», preguntó Maduro a sus conciudadanos.
La reacción opositora «solo es un tema de mezquindad y malos sentimientos», añadió en una alocución a propósito de la inauguración de un supermercado estatal construido con ayuda brasileña.
El apoyo de Unasur ayudará al Gobierno «a vencer la guerra económica», dijo el gobernante, que denuncia «un desabastecimiento y una inflación inducida» dentro de un plan para derrocarlo e incluso asesinarlo, y cuya autoría le atribuye a sus opositores y al Gobierno de EE.UU., país que ha rechazado reiteradamente tal acusación.
Al respecto, la ministra de Exteriores, Delcy Rodríguez, repitió hoy en una entrevista sabatina con el canal internacional Telesur, con sede en Caracas, que «la política exterior estadounidense es belicista e imperialista» y rechazó las que llamó «constantes acciones injerencistas de EE.UU. contra Venezuela».
Tras sostener que Unasur actúa en previsión de acciones militares estadounidenses como la invasión a Libia en 2011, la canciller advirtió que podría ocurrir lo mismo en América Latina y el Caribe «si las pretensiones contra Venezuela llegasen a concretarse».
«De allí las expresiones de solidaridad de los organismos de integración, como la Unasur, a favor del pueblo y del Gobierno legítimo y constitucional de Venezuela», remarcó.
La presencia de una comisión de la Unasur en Venezuela «realmente fue algo muy positivo» y sus integrantes «pudieron tener las pruebas (…) de que se pretendía derrocar al Gobierno constitucional y legítimo de Venezuela, incluso asesinar al presidente, y con ello lograr una escalada de violencia sin límite», añadió Rodríguez.
La comisión de la Unasur la integraron Samper y los cancilleres de Brasil, Mauro Vieira; Colombia, María Ángela Holguín, y Ecuador, Ricardo Patiño.
La comisión de la Unasur pidió al Gobierno y a la oposición resolver sus desavenencias en las parlamentarias que el organismo regional dijo se celebrarán en septiembre próximo para renovar la totalidad de los escaños de la unicameral Asamblea Nacional (AN, Parlamento), cuya mayoría es actualmente afín a Maduro.
Samper indicó haber recibido con «preocupación» la información sobre supuestos planes golpistas contra Maduro y advirtió que «todos los Estados de Unasur sin excepciones (…) rechazan y rechazarán cualquier intento de desestabilización de la democracia».
«El señor Samper al parecer vino aquí a montar una provocación contra la oposición venezolana para producir nuestra inasistencia» a la reunión que además sostuvo con algunos opositores, comentó el secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, quien no asistió al encuentro.
Lo hicieron, en cambio, entre otros, el dos veces candidato presidencial por la MUD Henrique Capriles, quien escribió en Twitter que se trató de una «reunión informal» en la cual él expuso «la verdad de la situación en Venezuela, empezando por la separación de poderes que NO existe».
El Tribunal Supremo de Justicia venezolano (TSJ) aseguró a la delegación de la Unasur que el poder Judicial actúa dentro del marco constitucional y afirmó que en el país existe «plena autonomía e independencia de los Poderes del Estado».(I)
La Secretaría General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) informó este sábado que los comicios parlamentarios en Venezuela se celebrarán en septiembre próximo y remarcó que esas elecciones se presentan como el mejor escenario para dirimir la controversia política en ese país.
Este año se debe renovar la totalidad de los escaños de la unicameral Asamblea Nacional (Parlamento) de Venezuela, cuya mayoría actualmente es oficialista.
En un comunicado oficial, la Unasur enfatizó sobre la importancia que tiene para el grupo el hecho de que «las próximas elecciones, previstas para septiembre, lleguen a feliz término».
Hasta ahora se desconocía la fecha de los comicios legislativos.
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, dijo el pasado 25 de febrero que en las «próximas semanas» se daría a conocer la fecha de las legislativas e informó que las primarias para la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se realizarán el 17 de mayo y para el oficialista Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) el 21 de junio.
En el comunicado difundido hoy en Quito, sede de su Secretaría, la Unasur no precisa el día de septiembre en que se celebrarán los comicios legislativos, aunque destaca la importancia de los mismos.
El texto oficial de la Unasur recoge declaraciones del secretario general de la Unión, el colombiano Ernesto Samper, que preside una comisión del organismo integrada también por los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador, que visita Caracas para apoyar un proceso de «diálogo y paz» en Venezuela.
Samper dijo que para la Unasur los comicios legislativos se presentan como «el mejor escenario para que se confronten las diferencias políticas y se diriman las controversias».
«Hacemos un llamado a la oposición para que ejerza a través del proceso democrático su legítimo derecho al disentimiento», agregó el secretario de la Unasur.
Insistió en que es «esencial para Unasur que las diferencias se tramiten de una manera democrática, pacífica y dentro de la Constitución y la ley».
Samper también reiteró la preocupación que ha generado en el grupo las informaciones sobre aparentes intentos desestabilizadores en Venezuela, ante lo cual recordó que los tres principios capitulares del grupo son «mantener a la región como una zona de paz, la preservación de los derechos humanos y la defensa de la democracia».
«Hemos recibido una importante información sobre hechos de orden nacional e internacional que están amenazando la estabilidad democrática de Venezuela, que registramos con preocupación», agregó Samper, quien se reunió ayer con el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
«Todos los Estados miembros de Unasur, sin excepción, en desarrollo del Tratado Constitutivo, rechazan cualquier intento de desestabilización democrática de orden externo o interno en el hermano país», enfatizó Samper y dijo que los doce países del grupo cierran filas «con la defensa de la continuidad democrática en Venezuela».
Samper encabeza la comisión de Unasur en Venezuela que también está integrada por los cancilleres de Brasil, Mauro Vieira; de Colombia, María ngela Holguín, y de Ecuador, Ricardo Patiño.
Además de reunirse con el Gobierno y la oposición, dicha comisión ha sostenido encuentros con diversos poderes públicos, como el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el Ministerio Público (MP) y el Consejo Nacional Electoral (CNE), organismos cuya actuación ha centrado muchas de las quejas de grupos opositores. (I)
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se reunió este viernes en Caracas con una delegación de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), que se propone apoyar la reactivación del diálogo entre el gobierno y la oposición.
Maduro recibió en la sede de la Cancillería al secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, y a los cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín; de Brasil, Mauro Vieira, y de Ecuador, Ricardo Patiño.
La comisión tiene también previsto reunirse con representantes de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), con la cual el gobierno intentó el año pasado un diálogo, que se suspendió sin resultados ante el rechazo del ejecutivo a aceptar algunas peticiones de la oposición.
El encuentro con la Unasur tiene lugar después que Maduro denunciara a mediados de febrero pasado un intento golpista, planeado por supuestos oficiales de la Aviación, según dijo, con apoyo de Estados Unidos y presuntos vínculos con la oposición política.
Samper dijo antes de ingresar a la reunión que «no hay ninguna posibilidad que Unasur avale la ruptura de procesos democráticos» en la región.
Agregó que el propósito de la comisión es examinar con Maduro la situación política coyuntural de Venezuela.
Sin embargo, dejó claro que «aquellos que quieren desestabilizar la democracia en Venezuela alteran el orden constitucional y obtienen nuestro más firme rechazo».
Mientras, Holguín dijo que la Unasur busca que el gobierno y la oposición puedan avanzar en un nuevo intento de diálogo, a fin de que devolver la tranquilidad al país. «Lo que Unasur ha querido siempre es que los venezolanos resuelvan la situación entre ellos», indicó.
La oposición espera plantear a los delegados la situación de persecución y encarcelamiento de varios de sus dirigentes, incluyendo el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, acusado de conspiración y preso en una cárcel militar.
El arresto del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, el jueves, enturbió el panorama político de Venezuela, sumida en una profunda crisis económica.
Cientos de adversarios de Maduro se congregaron pacíficamente ayer en una plaza del este de Caracas para condenar el arresto del alcalde, que catalogaron de “secuestro”, y exigieron la liberación de Ledezma. En el acto intervinieron varios líderes opositores, entre ellos la exdiputada María Corina Machado, investigada desde el año pasado por su presunto vínculo con un plan para asesinar a Maduro denunciado por el oficialismo.
Se espera que Ledezma sea llevado en las próximas horas a tribunales para su audiencia de presentación. Su abogado, Omar Estacio, dijo que aún no le han informado de los cargos en su contra.
La esposa de Ledezma, Mitzy Capriles, dijo: “Su abogado y yo pudimos verlo, me abrazó profundamente y me dijo ‘dile a todos los que esperan recobrar la libertad y recobrar la democracia, que el único modo de hacerlo es estar en la calle, no abandonemos la calle’”.
En ese sentido, la coalición opositora convocó a un plan nacional de movilizaciones que no implicará grandes concentraciones, sino el acercamiento directo a la población y visitas casa por casa para estimular al electorado de cara a las elecciones parlamentarias de este año. “Nosotros vamos al encuentro con el pueblo”, dijo el secretario ejecutivo de la coalición, Jesús Chuo Torrealba.
Estacio precisó que Ledezma “no fue golpeado ni acusa lesiones de naturaleza corporal”, pero que fue sacado a “empellones” sin que hubiera ofrecido ninguna resistencia.
Relató que “reventaron las puertas de vidrio que rodean la oficina” y que todo el procedimiento ocurrió sin que “mostraran una orden de allanamiento”. La coordinadora de la comisión de Derechos Humanos de la opositora Mesa de la Unidad Democrática, Delsa Solórzano, coincidió en que se violaron procedimientos.
“La orden debe ser debidamente mostrada… Lo esposaron y lo montaron en un vehículo. Por eso no hablamos de una detención, sino de un secuestro”, aseguró.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró ayer que con actuaciones como la detención del alcalde de Caracas están “desmantelando un golpe continuado” promovido desde el gobierno de EE.UU., al que acusó de salir “en defensa de los golpistas”.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, calificó de “ridícula” la acusación y señaló que “el Departamento del Tesoro y el Departamento de Estado están controlando de cerca esta situación y consideran herramientas que puedan estar disponibles que encaucen al Gobierno de Venezuela en la dirección hacia la que ellos creen que debería dirigirse”.
Durante dos años, desde que asumió el poder, Maduro ha denunciado reiterados intentos de golpes y magnicidios, sin mostrar pruebas.
El portavoz del gobierno chileno, Álvaro Elizalde, dijo que “existe preocupación por que el cuadro de polarización en Venezuela se transforme en un obstáculo significativo para el diálogo entre el Gobierno y la oposición para el fortalecimiento democrático”.
“Esperamos que (Ledezma) cuente con todas las garantías para un debido proceso”, manifestó el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. (I)
REACCIONES
Los cancilleres de la Unasur celebrarán un encuentro extraordinario, aún sin fecha, para analizar la situación de Venezuela.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, insistió en que “se aclaren las denuncias” y también “se respeten las garantías del debido proceso”.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que “confía en que todas las partes redoblen sus esfuerzos para avanzar” en un proceso de diálogo.
Dos alcaldes del sur de la Florida, Luigi Boria y Tomás Regalado, anunciaron que enviarán miles de cartas dentro y fuera de EE.UU. para que se repudie la situación de Venezuela y se exija la liberación de los presos políticos.
El Partido de la Social Democracia Brasileña criticó el silencio que mantienen sobre el caso Ledezma los gobiernos del Mercosur.
Human Rights Watch exigió la liberación del líder opositor ante lo que considera una detención “arbitraria”.
El presidente Nicolás Maduro dijo que el mercado marginal de divisas que su gobierno anunció el martes es un “ensayo” que por ahora atenderá un máximo de 10% de las necesidades de dólares de la economía, pues el grueso de los dólares se venderán a través de las tasas de cambio fija de 6,3 bolívares y un precio del dólar que advirtió “se va a mover” desde los 12 bolívares por dólar en el sistema Sicad.
“Maduro devalúa a 40 (bolívares), me pedían (…). Se van a quedar esperando, si creen que Maduro va a traicionar al pueblo”, comentó el mandatario.
Reiteró que va a conseguir los recursos en dólares para mantener el ritmo de las asignaciones a la economía venezolana, aunque reconoció que la caída abrupta de los precios del petróleo ya redujo en 60% los ingresos del país.
“Si venden 70% de las divisas a 6,3 bolívares, será una devaluación menor a la que el país necesita y el mercado esperaba”, advirtió el analista para América Latina de la firma Barclays, Alejandro Grisanti. “Pero es posible que terminen haciendo una devaluación escondida”, añadió.
Los inversores generalmente interpretan devaluaciones de forma positiva porque dejan al gobierno con más divisas disponibles para cumplir con el servicio de la deuda.
La alianza opositora venezolana Mesa de la Unidad Democrática rechazó ayer las modificaciones del sistema cambiario y las calificó de “insuficientes y contraproducentes”, al tiempo que afirmó que la tasa de cambio a 6,30 bolívares por dólar mantiene las “mafias” del oficialismo.
Las autoridades no precisaron cómo se alimentará el sistema marginal y si habrá un límite para las operaciones de compra de divisas a través de bonos de deuda y transferencias bancarias que se realizarán en las agencias bancarias y los operadores de valores.
En las casas de cambio se permitirán transacciones en efectivo de hasta 300 dólares.
El sistema marginal entrará en vigencia en los próximos días, luego de la publicación en la Gaceta Oficial. (I)
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Bolívares por dólar cotiza el mercado paralelo.
La oposición venezolana se manifestó ayer en Caracas para protestar por la escasez de productos y por la inflación y para pedir un cambio del modelo económico al Gobierno de Nicolás Maduro.
Los sectores adversos al gobierno del presidente Nicolás Maduro llamaron a los venezolanos a salir a las calles en la denominada “marcha de las ollas vacías” para expresar el descontento generado por la inflación y el creciente desabastecimiento, que ha llevado a miles de personas en las últimas semanas a realizar largas filas afuera de los supermercados para adquirir alimentos y productos básicos.
Por su parte, Maduro enfiló nuevamente sus críticas contra los opositores, a quienes acusó de estar en la calle “buscando disturbios, violencia… desestabilización”, y promoviendo una “guerra económica”.
Aunque caiga el precio del petróleo “la revolución social va a seguir”, agregó el mandatario durante una visita a un gran mercado callejero instalado por el gobierno en la av. Bolívar.
La actividad se repitió en otros 524 operativos en todo el país. Desde ahí, el presidente también conminó a usar la tarjeta de abastecimiento, con la que, aseguró, “el pueblo podrá tener más acceso a viviendas, carros, alimentos y bienes y servicios esenciales”.
En medio del malestar generado por la crisis económica, el oficialismo realizó el viernes en la capital una marcha multitudinaria para conmemorar el aniversario de la instauración de la democracia en el país.
Venezuela enfrenta una crisis económica con una inflación de más del 64%, problemas de escasez y una recesión de 2,8%.
En la “marcha de las ollas vacías” la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) varios dirigentes hicieron acto de presencia saludando a la multitud.
La exdiputada María Corina Machado manifestó que los problemas que aquejan al país solo se resolverán cuando los venezolanos tengan un gobierno “eficiente”.
“El régimen está en su fase terminal y eso lo reconocen las fuerzas democráticas”, dijo.
El secretario general de la MUD, Jesús Torrealba, señaló que “la molestia de la escasez hay que transformarla en energía de cambio”.
El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, logró llegar a la tarima situada en la av. Casanova, desde donde expresó que la bancada opositora debe dejar sus discrepancias. “Debemos organizarnos y tener una agenda común. Debemos dejar las diferencias y unirnos ante un gobierno corrupto”, acotó.
La Policía y la Guardia Nacional (GN) bloquearon el acceso en Caracas a la Plaza Venezuela por la Torre La Previsora, uno de los puntos de salida.
Usuarios de Twitter reportaron la presencia de tanquetas de la GN en Altamira. (I)
El dirigente opositor y excandidato presidencial venezolano Henrique Capriles propuso hoy una serie de medidas para que Venezuela supere la crisis económica, entre ellas acabar con los «regalos petroleros», y anunció un plan para activar manifestaciones con el fin de pedir un «cambio de modelo».
«Los venezolanos tenemos que exigirle al Gobierno que se paren de inmediato los regalos petroleros, nosotros no podemos seguir regalando el petróleo a ningún país del planeta», dijo Capriles al tiempo que aseguró que la última cifra que maneja sobre estos «regalos» asciende a 7.000 millones de dólares anuales.
Asimismo, propuso que Venezuela aumente su producción petrolera, que, aseguró, es «la misma» que se produce desde hace 40 años, cerca de tres millones de barriles al día, y apuntó que de la caída de los precios del crudo que existe en la actualidad se benefician los países que más producen.
Indicó, además, que el Gobierno de Nicolás Maduro debe «dejar de amenazar» a las empresas privadas del país pues mientras no exista producción nacional no habrá manera de superar una crisis que se manifiesta en un descenso de PIB en 2014 y en una inflación interanual del 63%.
«Mucha gente dice ¿por qué hay esta escasez? (…) el Gobierno ha destruido la producción nacional», y consideró que, si no hay producción, el Estado se ve en la necesidad de importar más «y las importaciones se pagan en dólares».
Divisas
Dijo que las filas que hoy hacen los venezolanos en los supermercados para poder adquirir productos de primera necesidad que están escasos son «consecuencia de la política irresponsable del despilfarro» y de la corrupción gubernamental.
En este sentido, pidió «que se acabe el secreto de la asignación de divisas» en el marco del control de cambio que rige en el país desde el año 2003, lo que, a su juicio, «ha sido el antro de corrupción más grande en la historia de Venezuela».
El también gobernador del céntrico estado de Miranda señaló que estas propuestas se pueden «hacer realidad» con la presión del «pueblo» y pidió exigir, en principio, que el Gobierno respete la Constitución del país.
«Esto es un cambio de modelo, este modelo es insostenible y llegó el momento de tomar acciones», indicó tras reiterar que el Gobierno, cabeza de «lo que llaman revolución», está en «fase terminal».
«Es la hora que el pueblo active su voz, es la hora que el pueblo hable, están dadas todas las condiciones para el pueblo hable y hable con contundencia, que el pueblo se exprese para que en Venezuela se den los cambios que queremos hoy la mayoría de los venezolanos», dijo.
Informó, en este sentido, que tiene un plan de acciones de calle que presentará a «todo el liderazgo» de la oposición integrado en la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y que será el vocero de esta coalición quien informará sobre este programa de protestas «en las próximas horas».
«Es una mentira de Nicolás Maduro decir que aquí hay una guerra económica, aquí hay una economía de guerra, los venezolanos estamos en una economía de guerra y frente a la economía de guerra tenemos necesariamente en este momento que tomar acciones y a eso venimos hoy, a plantear acciones», reiteró. (I)
El vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, amenazó hoy con cárcel a quienes intenten alterar el orden en el país, en medio de la intranquilidad provocada por las largas filas de compradores en los supermercados por el desabastecimiento de bienes de consumo masivo.
Arreaza advirtió que «en Ramo Verde todavía hay bastantes celdas disponibles para aquellos que se atrevan a volver a vulnerar la paz de la república con violencia política».
En la cárcel militar de Ramo Verde, en la vecina ciudad de Los Teques, está recluido el dirigente opositor Leopoldo López, acusado de instigar las protestas contra el gobierno que estallaron en febrero de 2014.
Arreaza señaló que si algún alborotador quiere «hacerle compañía al señor que está en Ramo Verde (López), allá tienen los espacios disponibles».
Afirmó que la oposición está en un plan para reiniciar las protestas de entre febrero y mayo del año pasado, que dejaron 43 muertos y más de 800 heridos.
«No sean descarados, no tengan tanta desfachatez, no insulten al pueblo de esa manera. Reconozcan que ustedes estaban en ese plan de las guarimbas (protestas) y los tenemos vigilados», aseveró en un acto en Caracas.
Arreaza dijo que en la huelga general de diciembre de 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez se registraron largas filas de compradores en los supermercados por la paralización de producción de empresas privadas que se sumaron a la huelga.
«Los mismos que provocaron esas filas son los mismos que están tratando de provocar al pueblo y no lo van a lograr», alegó.
Insistió en que hay sectores de oposición llamando a una huelga general para este lunes, aunque la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática rechazó haberse hecho eco del rumor.
Rumores
El dirigente opositor y alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, negó que la MUD haya convocado una huelga nacional y afirmó que el rumor es una provocación del gobierno.
«El gobierno está tratando de culpar a sectores de la Unidad de que estamos atrás de este tipo de movimientos. El que ha paralizado el país es el gobierno y lo que tiene que hacer en estas circunstancias es tratar de reactivar la economía nacional. Nadie de la Unidad está promoviendo a escondidas acciones de violencia, ni buscando atajos que pudieran terminar siendo un salvavidas para un régimen que está atrapado en sus propias locuras», señaló.
Ledezma indicó que el gobierno no puede decir que las largas filas de compradores en los supermercados en busca de alimentos son ficticias.
«El gobierno no puede decir que las colas son una fantasía y mucho menos meterle el dedo en el ojo a la gente diciendo que quienes están en las colas son ‘hijitos de papá’, como para descalificar a las mujeres y hombres que han convertido a Venezuela en el país de las filas», aseveró. (I)
En medio de la tensión interna en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro llegó este sábado a Arabia Saudí como parte de su gira por países miembros de la OPEP para buscar frenar la caída en los precios del petróleo.
Procedente de Irán, Maduro arribó por primera vez a Arabia Saudí desde que asumió la presidencia para reunirse con el príncipe Salman Bin Abdulaziz.
Durante la gira, que inició el domingo pasado, el mandatario intenta acordar con las naciones productoras de petróleo algunas medidas para estabilizar el mercado del crudo, del cual depende el grueso de la economía de Venezuela.
La gira continuará en Catar y Argelia, informó la Agencia Venezolana de Noticias.
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Mientras, los ánimos en Venezuela siguen caldeados por una supuesta convocatoria a un paro nacional el próximo lunes 12 de enero, de la cual la oposición se ha deslindado.
El llamado haría eco al malestar causado por la escasez de productos de primera necesidad, lo que ha abultado las filas de gente a las afueras de los supermercados desde el inicio del año.
Para evitar desmanes, las autoridades policiales han tenido que aumentar el número de efectivos alrededor de las principales tiendas del país.
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En un comunicado, el partido opositor Voluntad Popular consideró impertinente un llamado a paro, pues le daría al oficialismo una «excusa» para desentenderse su «responsabilidad en la escasez, el desabastecimiento y la aguda crisis económica y social que atenta cada minuto» contra los venezolanos.
La economía venezolana afronta una profunda recesión una inflación que en noviembre alcanzó un 63,6% anual, entre otras cosas.
Gobierno amenaza con cárcel a alborotadores
El vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, amenazó con cárcel a quienes intenten alterar el orden en el país, en medio de la intranquilidad provocada por las largas filas de compradores en los supermercados por el desabastecimiento de bienes de consumo masivo.
Arreaza advirtió que «en Ramo Verde todavía hay bastantes celdas disponibles para aquellos que se atrevan a volver a vulnerar la paz de la república con violencia política».
En la cárcel militar de Ramo Verde, en la vecina ciudad de Los Teques, está recluido el dirigente opositor Leopoldo López, acusado de instigar las protestas contra el gobierno que estallaron en febrero de 2014.
Arreaza señaló que si algún alborotador quiere «hacerle compañía al señor que está en Ramo Verde (López), allá tienen los espacios disponibles».
Vicepresidente señala a la oposición
Afirmó que la oposición está en un plan para reiniciar las protestas de entre febrero y mayo del año pasado, que dejaron 43 muertos y más de 800 heridos.
«No sean descarados, no tengan tanta desfachatez, no insulten al pueblo de esa manera. Reconozcan que ustedes estaban en ese plan de las guarimbas (protestas) y los tenemos vigilados», aseveró en un acto en Caracas.
Arreaza dijo que en la huelga general de diciembre de 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez se registraron largas filas de compradores en los supermercados por la paralización de producción de empresas privadas que se sumaron a la huelga.
«Los mismos que provocaron esas filas son los mismos que están tratando de provocar al pueblo y no lo van a lograr», alegó.
Insistió en que hay sectores de oposición llamando a una huelga general para este lunes, aunque la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática rechazó haberse hecho eco del rumor.
Oposición niega convocatoria
El dirigente opositor y alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, negó que la MUD haya convocado una huelga nacional y afirmó que el rumor es una provocación del gobierno.
«El gobierno está tratando de culpar a sectores de la Unidad de que estamos atrás de este tipo de movimientos. El que ha paralizado el país es el gobierno y lo que tiene que hacer en estas circunstancias es tratar de reactivar la economía nacional. Nadie de la Unidad está promoviendo a escondidas acciones de violencia, ni buscando atajos que pudieran terminar siendo un salvavidas para un régimen que está atrapado en sus propias locuras», señaló.
Ledezma indicó que el gobierno no puede decir que las largas filas de compradores en los supermercados en busca de alimentos son ficticias.
«El gobierno no puede decir que las colas son una fantasía y mucho menos meterle el dedo en el ojo a la gente diciendo que quienes están en las colas son ‘hijitos de papá’, como para descalificar a las mujeres y hombres que han convertido a Venezuela en el país de las filas», aseveró. (I)