Ronny Santos, defensor manabita de 19 años, fue adquirido por el Deportivo Independiente de Medellín (DIM), según confirmó Javier Álvarez, gerente deportivo del club colombiano.
En una publicación emitida ayer por diario El Colombiano se manifestó que el zaguero, que al momento juega con Ecuador el sudamericano sub-20 en Uruguay, no será refuerzo para el primer semestre de este año sino que su transferencia es una “inversión a futuro”.
El presidente Juan Manuel Santos ordenó a los negociadores de paz iniciar lo más pronto posible las discusiones.
La guerrilla de las FARC volvió hoy a acusar a las fuerzas militares colombianas de poner en riesgo la tregua unilateral que los rebeldes declararon en diciembre, en medio del proceso de paz con el gobierno.
«El asedio militar contra las unidades guerrilleras en tregua se intensifica en los Llanos Orientales y en el Cauca (en este y suroeste del país)», señaló la delegación de paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana.
Los insurgentes también reclamaron al gobierno que sea «consecuente» en sus hechos con el proceso de paz y pidieron al Frente Amplio por la Paz, un bloque de actores de la izquierda política en Colombia, que se pronuncie sobre las acciones militares.
Las FARC, que declararon un cese del fuego unilateral a partir del 20 de diciembre «por tiempo indefinido», ya habían acusado el sábado al gobierno de poner en «serio riesgo» la tregua con una «insensata hostilidad».
En su comunicado de hoy, enumeraron cinco acciones militares de las fuerzas del Estado desde el pasado 24 de diciembre.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, expresó recientemente su intención de poner en marcha medidas para «desescalar» el conflicto debido a los avances del diálogo de paz con las FARC.
El mandatario, sin embargo, matizó que ello no implica el final de las operaciones militares contra la guerrilla. Desde que empezó el diálogo de paz en octubre de 2012, el gobierno ha rechazado siempre una tregua bilateral hasta que el proceso ya esté encauzado.
Santos ha argumentado siempre que las FARC aprovecharon en el pasado las treguas para reagruparse.
El gobierno colombiano y las FARC, la principal guerrilla del país y la más antigua del continente americano, negocian desde noviembre de 2012 en Cuba para intentar poner fin a más de 50 años de conflicto armado.
Ambas partes han alcanzado desde entonces acuerdos parciales en tres de cinco puntos de la agenda de paz. La próxima ronda de negociaciones debe empezar el próximo 26 de enero en La Habana.
Más de 220.000 personas han muerto en más de medio siglo de guerra civil en Colombia. El conflicto ha dejado también millones de desplazados.
La guerrilla comunista de las FARC rechazó este domingo una ley firmada por el presidente colombiano Juan Manuel Santos para refrendar un eventual acuerdo de paz en las conversaciones de La Habana.
«Este proceso de refrendación no pueda ser tratado de manera unilateral, tiene que ser decidido en la mesa (de negociaciones de paz de La Habana) por las partes», dijo la negociadora Victoria Sandino en un video divulgado en el sitio pazfarc-ep.org.
Santos firmó el martes la norma 1745 que fija los referendos constitucionales para que la ciudadanía se pronuncie sobre un eventual acuerdo de paz en la Habana, como resultado de las pláticas que iniciaron las dos partes en noviembre de 2012.
«El referendo que planea el presidente Santos no es viable para los acuerdos, solo por mencionar el cúmulo que había que aprobar no sería procedente», añadió Sandino.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) piden la realización de un proceso constituyente que termine en una gran Asamblea Nacional integrada por todos los sectores del país, que debe refrendar el eventual acuerdo.
«A mi modo de ver debe ser la constituyente», dijo por su parte el negociador de la guerrilla Jesús Santrich, pero no descartó «alguna manera de que puedan coincidir los dos mecanismos».
«En todo caso, la idea es que la participación del soberano (el pueblo) sea el protagonista», añadió.
Sandino estimó que el balance de más de dos años de negociaciones «es positivo» pues se ha llegado a tres acuerdos parciales de los seis puntos de la agenda, aunque varios asuntos de ellos quedan pendientes.
Santrich coincide, pero añadió que, en definitiva «lo que hay hasta ahora es un cúmulo de promesas. Hay acuerdos parciales, pero no hay ningún elemento que por el momento indique que van a tener realización y no podemos confiar solo en la palabra del gobierno».
Indicó que paralelamente a las negociaciones, el gobierno está impulsado iniciativas legales, como la referente al tema agrario (133 del 2014), que «sin dudas va atropellar los intereses de los campesinos y de la población rural».
Dijo que la permanencia del paramilitarismo y de la «guerra sucia» bajo la doctrina de la seguridad nacional, son también escollos para las pláticas de paz, que se reiniciarán dentro de una semana en la Habana tras un receso de fin de año.