Al menos 92 personas murieron en el sur de Yemen en las últimas 24 horas en bombardeos de la coalición liderada por Arabia Saudí y en enfrentamientos entre partidarios del presidente Abd Rabo Mansur Hadi y sus oponentes, según fuentes gubernamentales, militares y médicas.
Solo en Adén y en la vecina provincia de Lahj, 46 rebeldes murieron, en combates y en los ataques aéreos que se prolongaron durante 12 horas, hasta la mañana del sábado, señaló una fuente militar. También en Adén, un funcionario informó de la muerte de ocho milicianos partidarios del presidente Hadi, y de otros 32 heridos.
La fuente militar y milicianos pro-Hadi dijeron a la AFP que en los bombardeos también habían participado buques de guerra de la coalición dirigida por Riad.
Entre los objetivos golpeados en Adén, se encontraba el palacio presidencial controlado por los rebeldes, último refugio de Hadi antes de refugiarse en Arabia Saudí a finales de marzo, afirmaron las mismas fuentes.
En Lahj, los bombardeos aéreos también se dirigieron contra la base aérea de Al Anad, ocupada por los insurgentes. La base albergaba previamente a militares estadounidenses, y en ella se llevaban a cabo ataques con drones contra Al Qaeda, antes de que los combates obligaran a vaciar las instalaciones.
Residentes de la provincia afirmaron que los rebeldes habían capturado a «docenas» de civiles a los que acusaban de ofrecer información a la coalición sobre los insurgentes.
Además de Adén y Lahj, responsables gubernamentales ofrecieron un nuevo balance de 38 víctimas mortales en choques en Daleh y Loder, también en el sur del país. Previamente, estas fuentes habían estimado que los muertos en estos choques eran al menos 27. (I)
Unos 200 estudiantes kenianos se manifestaron este martes para pedir al gobierno que proteja a la población, traumatizada por la matanza de 148 personas a manos de los insurgentes islamistas shebab.
Los estudiantes, con carteles que decían «147 no es sólo un número» y coreando la consigna «Usted no está seguro», marchaban por la principal avenida de Nairobi.
La cifra 147 alude al número de víctimas de la matanza de Garissa, aunque ahora el balance de muertos es de 148, de los cuales 142 fueron estudiantes.
«El gobierno no hace nada» contra la inseguridad, dijo a la AFP Maureen Mucheri, 21 años, una estudiante de ingeniería, que dejó de ir a los centros comerciales y a la iglesia debido a la falta de protección.
«Estamos de luto por la pérdida de nuestros camaradas», agregó Mucheri, al recordar la matanza en el campus universitario de Garissa la semana pasada.
Al anocher, al terminar el tercer y último día de duelo decretado por el gobierno, está prevista una gran velada en el centro de Nairobi.
Mientras tanto, la aviación keniana bombardeó el lunes y destruyó dos bases de los rebeldes shebab en el sur de Somalia.
«Bombardeamos dos bases shebab en la región de Gedo», dijo a la AFP el portavoz del ejército David Obonyo sin dar ningún balance de víctimas en esta región, fronteriza con Kenia.
«Dos objetivos fueron alcanzados y extraídos, los dos campamentos fueron destruidos», afirmó.
Obonyo precisó que estos dos objetivos ya estaban en el punto de mira del ejército keniano antes de la matanza del jueves pasado.
Bombardeo de objetivos islamistas
El ejército keniano ha bombardeado en varias ocasiones objetivos islamistas en Somalia.
A finales de octubre del 2013 destruyó un campamento de entrenamiento de los islamistas, a unos 300 km de Mogadiscio, asegurando que el comando que atacó el centro comercial Westgate de Nairobi en el que murieron 67 personas un mes antes, se había entrenado en el mismo.
La matanza de la universidad es la más grave en Kenia desde el ataque en 1998 contra la embajada estadounidense en Nairobi, perpetrada por Al Qaeda, en el que murieron 213 personas.
En la universidad, las aulas están vacías, pero todavía son visibles los regueros de sangre seca que hacen pensar en la lenta agonía de los estudiantes heridos.
En la alambrada que rodea el campus todavía se aprecian restos de carne, cabellos y jirones de ropa.
El presidente keniano, Uhuru Kenyatta, ha prometido «una respuesta lo más severa posible» a esta «matanza medieval bárbara».
Las autoridades kenianas ofrecen una recompensa de unos 200.000 euros por la captura del supuesto cerebro del ataque, Mohamed Mohamud, alias ‘Kuno’, un antiguo profesor de una escuela coránica de Garissa, que hace años se integró en las filas de los islamistas somalíes.
Hasta ahora cinco personas han sido detenidas por su implicación en el ataque de Garissa, dos en la universidad y otras tres que presuntamente «coordinaron» la matanza y estaban huyendo hacia Somalia.
El ejército keniano entró en octubre del 2011 en Somalia para combatir a los shebab, que desde entonces han multiplicado los ataques en Kenia. Más tarde se incorporó a la fuerza de la Unión Africana que lucha contra los islamistas.
Antes de la matanza de Garissa, los shebab habían reivindicado sobre todo el ataque de Westgate, los atentados en la región costera de Lamu en junio de 2014 y las ejecuciones a sangre fría de 28 pasajeros de un autobús, y de 36 trabajadores, a finales de 2014 en Mandera, en el extremo noreste del Kenia.
Más de 400 personas han perdido la vida en Kenia desde mediados de 2013 en los ataques reivindicados por los shebab, afines a Al Qaeda, o que se les han atribuido.
El sábado amenazaron con una «larga y horrible guerra» y de un «nuevo baño de sangre» a menos que Kenia retire sus tropas en Somalia.
Los shebab fueron expulsados en agosto del 2011 de Mogadiscio y después del conjunto de sus feudos del sur y del centro de Somalia.
Pero siguen controlando amplias zonas rurales y multiplican los atentados en particular en Mogadiscio.
Los shebab han elegido Kenia, país fronterizo, socavado por la corrupción, donde una minoría musulmana joven y marginada constituye el caldo de cultivo del islamismo radical, para realizar ataques espectaculares, destinados a demostrar su osadía, estiman los observadores. (I)
Al menos 21 personas han muerto tras un atentado en el hotel Maka al Mukarama, informan autoridades de Somalia.
Abed Rabbo Mansur Hadi huyó de su casa ante el avance de los rebeldes chiíes en las cercanìas de Aden.
Los rebeldes chiíes exhortaron a tomar las armas para combatir a las fuerzas del presidente de Yemen, al tiempo que efectivos de EEUU evacuaron una base.
Estados Unidos inició la retirada de las últimas tropas que quedaban encargadas de operaciones antiterroristas.
Está acusado de unirse a una célula que planeaba viajar a Afganistán e integrarse al grupo terrorista Al Qaeda.
Planeaban llevar a cabo ataques con explosivos en diversos sitios emblemáticos de la ciudad de Nueva York.
El enviado de Naciones Unidas a Siria afirmó el martes que ha recibido un compromiso por parte del gobierno sirio de suspender los ataques aéreos contra la ciudad de Alepo por seis semanas para permitir probar un plan propuesto por la ONU de «congelar» las hostilidades en la ciudad más grande del país.
Staffan de Mistura informó al Consejo de Seguridad en sesión cerrada de sus más recientes informes para encontrar una solución a la guerra civil. No hubo indicativos de cuándo iniciaría la suspensión de bombardeos, pero el enviado dijo que volvería a Siria «lo más pronto posible» para valorar si es posible el compromiso del gobierno y anunciar una fecha de inicio.
Definió esta noticia como un rayo de esperanza y mantuvo el énfasis en una solución política al conflicto de casi cuatro años.
Pero persisten las dudas. De Mistura ahora debe recibir el apoyo de la oposición para el plan. Y el embajador de Siria ante Naciones Unidas no emitió comentario tras la junta de consejo.
«Seamos honestos. No me hago ilusiones», señaló De Mistura a la prensa. «Basándome en experiencias previas, es un tema difícil de alcanzar».
Este fue el primer informe de De Mistura ante el consejo desde que explicó su plan de congelamiento en octubre, y los miembros del Consejo de Seguridad querían saber qué clase de apoyo, de existir, recibió por parte del presidente Bashar Assad en su reunión con De Mistura este mes.
Alepo está dividida entre el oeste controlado por los rebeldes y el este gubernamental. De Mistura quiere una «zona de congelamiento» monitoreada por Naciones Unidas que calme la violencia, permita el acceso de ayuda humanitaria y actúe como el primer paso hacia una solución del conflicto. «Nuestra esperanza es que Alepo pueda ser una señal de buena voluntad, una medida para construir confianza que pueda facilitar el reinicio del proceso político», señaló el mes pasado en Ginebra.
Pero los activistas de oposición con base en Alepo han expresado temor de que el gobierno explote la tregua para reunir más tropas y combatir en otro sitio, y han cuestionado cómo un cese al fuego funcionaría con los rebeldes del grupo Estado Islámico en la región. Y el Frente Nusra, afiliados a Al Qaeda en Siria, recientemente rechazaron la propuesta de De Mistura por considerarla una conspiración que le permitiría al gobierno de Siria y sus tropas reagruparse para más ataques.
Abogados de víctimas de los ataques aseguran tener evidencia de que agentes de ese país apoyaron el atentado.
Abogados de víctimas de los ataques aseguran tener evidencia de que agentes de ese país apoyaron el atentado.
Las autoridades analizan el video en el que aparece un militante de ISIS con acento británico decapitando a un hombre.
Las autoridades analizan el video en el que aparece un hombre con acento británico decapitando a un hombre.
Jordania se mostró este miércoles dispuesta a liberar a una mujer yihadista a cambio de un piloto jordano retenido por el Estado Islámico (EI), informó hoy un ministro del gobierno, sin mencionar al rehén japonés que permanece en manos del grupo extremista.
El EI dio el martes un nuevo ultimátum de 24 horas a Ammán para que liberara a Sayida al Rishawi, presa por terrorismo, amenazando con matar al piloto militar jordano Muath al Kasaesbeh, caído en manos de los yihadistas el pasado diciembre, cuando su avión se estrelló en territorio sirio en el marco de un ataque aéreo.
Se cree que la misma suerte amenazaría también al japonés Kenji Goto, rehén del EI, que aparece en un video publicado por el EI junto a un mensaje de audio en el que asegura que tenía sólo 24 horas de vida. La web Site, que analiza este tipo de mensajes, confirmó su autenticidad.
Tras el ultimátum, Japón se mostró dispuesto a cooperar con Jordania para solucionar la situación. «Seguiremos ofreciendo apoyo al gobierno jordano para una pronta liberación de Goto», dijo hoy el ministro de Exteriores nipón, Fumio Kishida, citado por medios locales en Tokio.
La islamista Al Rishawi está encarcelada en Jordania tras fracasar en un intento de atentado suicida en 2005.
La mujer tiene un valor especial para el EI pues se cree que es hermana de uno de los fundadores del grupo yihadista, concretamente de un alto asesor de Musab al Zarqawi, líder de Al Qaeda en Irak, que después se convirtió en el actual Estado Islámico.
Nacida en 1965, formaba parte de la red terrorista que perpetró ataques en Ammán en noviembre de aquel año contra hoteles frecuentados por extranjeros, dejando unos 60 muertos.
Sin embargo sobrevivió al fallar su chaleco cargado de explosivos en su intento de atacar el hotel Radison SAS, según funcionarios jordanos. Su marido, Ali Hussein Ali al Shamari, sí que se inmoló matando a 38 personas, la mayoría invitados a una boda. Los miembros de la célula tenían ciudadanía iraquí.
Al Rishawi fue condenada a muerte en 2006, pero está en marcha un proceso de apelación. (I)
El Gobierno japonés afirmó que desconoce en qué estado se encuentran los dos ciudadanos japoneses secuestrados por el grupo yihadista ISIS.
El dirigente de Al Qaeda en la península Arábiga (AQPA), Ali bin Nasr al Ansi, ha instado a los yihadistas que viven en Occidente a que atenten en esos países, en lugar de viajar a los focos de conflicto.
El líder yihadista explicó en un video, emitido en los foros radicales, que el objetivo es dañar a los países «hostiles con los musulmanes», entre los que puso de ejemplo a Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Canadá.
Asimismo, consideró que los ataques del «yihadismo individual», perpetrado por los llamados lobos solitarios, en los países occidentales es más dañino que la incorporación de estas personas a la «yihad» (guerra santa) en sitios conflictivos.
No obstante, añadió Al Ansi, los yihadistas pueden optar por viajar a los focos de conflicto si no tienen la habilidad para perpetrar ataques en los países occidentales donde viven.
El líder yihadista tamnién pidió a los simpatizadores de su grupo que financien sus actos terroristas, ya que cada vez necesitan más dinero para perpetrar ataques, y reveló que un solo ataque suicida con coche bomba cuesta 60.000 riales saudíes, unos 16.000 dólares.
Además, su grupo «está haciendo esfuerzos a nivel de las operaciones en el exterior» (fuera del Yemen) y está acechando a los «enemigos de Alá».
La semana pasada, Al Ansi aseguró en otro vídeo que su grupo es el responsable del atentado que causó doce muertos el pasado 7 de enero en la redacción del semanario satírico francés «Charlie Hebdo» en París por publicar caricaturas consideradas insultantes a Mahoma.
En esa alocución amenazó con más ataques contra los países occidentales mediante «lobos solitarios». (I)
Luego del discurso que dio el presidente Obama, los miembros del partido republicano emitieron sus impresiones.
Un ciudadano estadounidense fue sentenciado este martes a 15 años de cárcel, después de declararse culpable de conspirar para proveer ayuda material a la red terrorista Al Qaeda, según informaron fuentes judiciales.
Wesam El Hanafi, nativo y residente en Brooklyn (Nueva York), se había declarado culpable hace más de dos años de apoyar a ese grupo terrorista y hoy fue sentenciado por la juez federal Kimba Wood, según detalló la Fiscalía en un comunicado.
Las autoridades dijeron durante el juicio que El Hanafi viajó a Yemen en febrero de 2008 para reunirse con dos miembros de Al Qaeda, a la vez que juró lealtad a esa organización terrorista y recibió instrucciones sobre cómo operar con seguridad y le asignaron tareas.
El Hanafi, de 39 años, y otro de los acusados, Sabirhan Hasanoff, hablaron en mayo de ese mismo año en Brooklyn con otra persona, a la que las autoridades no quisieron identificar, para que este se incorporara también a la organización terrorista.
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Por esas fechas, El Hanafi compró también una suscripción para un programa informático que le permitía mantener comunicaciones seguras a través de internet y en abril de 2009 adquirió siete relojes digitales a través de internet para Al Qaeda.
El Hanafi y Hasanoff fueron acusados por las autoridades de un delito de conspirar para proveer apoyo material a una organización terrorista extranjera y se enfrentaban a una pena máxima de 20 años de cárcel, según recuerda la prensa local.
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En junio de 2012, El Hanafi se declaró culpable de donar a la red Al Qaeda unos 67.000 dólares, además de proveer a ese grupo terrorista de videocámaras, computadores, programas de encriptado y vehículos a control remoto que podían convertirse en bombas.
«Estaba viviendo el sueño americano pero optó por darle la espalda a su país y juró ser leal a nuestros mayores enemigos», dijo tras conocerse la sentencia el asistente de la Fiscalía John Cronan, en un comunicado.
El otro de los acusados, Hasanoff, fue sentenciado a 18 años de cárcel por la misma magistrada en julio de 2012. (I)
El papa Francisco condenó el ataque a Charlie Hebdo pero dijo que no se puede «burlar» de la religión.