El Gobierno de EE.UU. y el nipón investigan las amenazas recibidas por la embajadora estadounidense en Japón, Caroline Kennedy, que las autoridades de Washington se toman «en serio», informaron este miércoles fuentes del Departamento de Estado.
«Nos tomamos en serio cualquier amenaza a diplomáticos estadounidenses», aseguró la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, que agregó que su Gobierno dará «todo paso posible para proteger» a su personal diplomático.
La Policía japonesa anunció el martes que investiga una serie de llamadas telefónicas recibidas el mes pasado por la embajada de Estados Unidos en ese país, en las que se amenazaba de muerte a la embajadora, hija del difunto presidente de Estados Unidos John F. Kennedy, con el fin de averiguar su origen.
Las llamadas supuestamente las hizo un hombre y en inglés, según fuentes de la investigación citadas por la agencia nipona Kyodo.
«Estamos trabajando con el Gobierno de Japón para garantizar que se aplican las medidas (de protección) necesarias», agregó Psaki, que, no obstante, rehusó comentar acerca de «detalles específicos sobre cualquier amenaza o sobre los pasos para afrontarlas».
Según las informaciones procedentes de Japón, la Policía también investiga llamadas telefónicas con amenazas de muerte contra Alfred Magleby, el cónsul general de EE.UU. en la ciudad de Naha, capital de la prefectura de Okinawa.
Esa región del sur nipón alberga la mayor base militar de EE.UU. en Japón, por lo que las autoridades japonesas consideran que las amenazas podrían tener que ver con el antimilitarismo y el rechazo a la presencia de tropas de EE.UU. en ese país.
La divulgación de estas amenazas coincide con la visita en solitario que la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, comenzó hoy a Japón, en una gira asiática de cinco días que la llevará también a Camboya.
El caso de las amenazas ha salido a la luz también casi dos semanas después de que el embajador de EE.UU. en Corea del Sur resultara herido en un ataque con cuchillo por un activista radical que dijo estar en contra de las maniobras conjuntas que Washington y Seúl realizan en territorio surcoreano. (I)
La tercera reunión entre Estados Unidos y Cuba dirigida a restablecer relaciones diplomáticas tras medio siglo culminó el lunes en La Habana en un clima constructivo, pero antes de reabrir las embajadas deberán resolver algunos temas pendientes, informaron ambas partes este martes.
Estados Unidos mantiene viva la idea de reabrir las embajadas antes de la Cumbre de las Américas, que se realizará en Panamá en abril, «pero para eso es necesario que haya progresos en asuntos específicos y acuerdos sobre lo que debe ser hecho», dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
«Continuaremos trabajando en esto», añadió Psaki, quien recordó que ni Cuba ni Estados Unidos «hemos puesto un plazo» para concluir las conversaciones.
En este encuentro a puertas cerradas y rodeado de gran reserva participaron la jefa de la diplomacia estadounidense para América Latina, Roberta Jacobson, y la directora de Estados Unidos de la cancillería cubana, Josefina Vidal.
«El 16 de marzo, tuvo lugar en La Habana, un encuentro entre delegaciones de Cuba y los Estados Unidos, para intercambiar sobre temas específicos relacionados con el proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países», señaló la cancillería cubana en un escueto comunicado.
Agregó que «al finalizar el encuentro, que se desarrolló en un clima profesional, las dos delegaciones acordaron mantener la comunicación en el futuro como parte de este proceso».
«La discusión de ayer fue positiva y constructiva, y fue sostenida en una atmósfera de respeto mutuo. Estuvo enfocada en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la reapertura de embajadas», dijo Psaki.
Encuentros
Esta fue la tercera reunión desde que ambos países anunciaran hace exactamente tres meses su decisión de restablecer relaciones diplomáticas, saludada por el mundo entero.
Los anteriores encuentros se desarrollaron en La Habana en enero y en Washington en febrero, también encabezados por Jacobson y Vidal.
A diferencia de los dos encuentros anteriores ninguna de las dos funcionarias habló con la prensa el lunes en La Habana.
El presidente estadounidense, Barack Obama, busca la reapertura de las embajadas antes de la Cumbre de las Américas, el 10 y 11 de abril en Panamá, a la que Cuba ha sido invitada por primera vez, pero las sanciones adoptadas la semana pasada por Washington contra Venezuela podrían frustrar esos planes.
La Habana se apresuró a salir en defensa de su estrecho aliado político y económico (que le suministra el 60% del petróleo), acusando a Washington de intervenir en asuntos internos de Caracas, al tiempo que calificó esas sanciones de «arbitrarias y agresivas» y «sin fundamento alguno».
Fidel Castro afirmó este martes que Venezuela está preparada tanto en el terreno diplomático como militar para enfrentar «la insólita política» de «amenazas e imposiciones» de Estados Unidos, en una carta dirigida al presidente Nicolás Maduro.
Venezuela «ha declarado de forma precisa que siempre ha estado dispuesta a discutir de forma pacífica y civilizada con el gobierno de Estados Unidos, pero nunca aceptará amenazas e imposiciones de ese país», señaló Castro en la misiva, la segunda que envía a Maduro en una semana.
Más allá del tema venezolano, Jacobson y Vidal deben superar ciertos desacuerdos, principalmente sobre la presencia de Cuba en una lista estadounidense de países que apoyan el terrorismo. La Habana ha exigido ser retirada de la lista como requisito para la reapertura de embajadas.
Washington ya inició la revisión del caso, pero no hay fecha para su conclusión.
Los dos países tienen previsto reunirse nuevamente a fines de marzo para abordar, por primera vez, el sensible tema de los derechos humanos.
El presidente sirio, Bashar al Asad, dijo el lunes que espera «actos» de Estados Unidos, después de que el secretario de Estado, John Kerry, afirmara que Washington debe negociar con el régimen.
«Seguimos escuchando las declaraciones, debemos esperar los actos y entonces decidiremos», afirmó Asad, citado por la agencia oficial Sana.
Kerry dijo este fin de semana que «al final, habrá que negociar» con Al Asad para poner fin al conflicto sirio, interrogado por la cadena CBS.
La portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, matizó este lunes las declaraciones de Kerry, y precisó que estos comentarios no indican un cambio en la política estadounidense y que «no hay futuro para un dictador brutal como Asad en Siria».
«Como llevamos tiempo diciendo, se necesitan representantes de Asad en el proceso» de paz, pero no estará «el propio Asad, y no es eso lo que quería decir Kerry», explicó.
El líder sirio dijo que cualquier cambio en la política de la comunidad internacional sobre su país debe pasar por poner fin al «apoyo político a los terroristas», término con el que habitualmente se refiere a los que apoyan a la oposición siria.
Más de 215.000 personas murieron en Siria desde que se inició el conflicto en marzo de 2011, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que cuenta con una amplia red de informantes en el país.
El gobierno de Estados Unidos aseguró que no está al tanto de ninguna amenaza “creíble” a centros comerciales del país, después de que las amenazas emitidas en un video de la milicia radical islámica somalí Al Shabab provocaran el aumento de medidas de seguridad en un establecimiento del estado de Minnesota, informó el sitio www.elnuevoherald.com.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, al igual que la del Departamento de Estado, Jen Psaki, llamaron a la calma después de conocerse que el centro comercial Mall of America, ubicado en Minesota, ha ampliado sus medidas de seguridad a raíz de las amenazas de Al Shabab sobre ataques dirigidos a varios grandes centros de los Estados Unidos. (I)
Estados Unidos teme un hundimiento de la Autoridad Palestina producto de fondos insuficientes, a raíz de que Israel rechaza pagarle impuestos recaudados para ésta y que los donantes no entregaron todos los fondos que prometieron para reconstruir Gaza.
Washington lleva a cabo conversaciones sobre estos temas con los dirigentes de la región así como con otros países para intentar obtener más fondos, indicó la noche del jueves la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
«Estamos muy preocupados por la viabilidad de la Autoridad Palestina si ésta no recibe fondos rápidamente», declaró.
Esto supone entre otros, añadió, que Israel reanude la transferencia de impuestos que recauda en nombre de la Autoridad Palestina.
Estas transferencias cesaron en enero, cuando Israel se rehusó a pagar los 106 millones de euros mensuales en represalia por el pedido de adhesión de los palestinos a la Corte Penal Internacional (CPI) – lo que les permite iniciar acciones judiciales contra Israel por crímenes de guerra.
Esta medida de Israel se suma a una ayuda internacional mucho menor que la prometida para la reconstrucción de Gaza, luego de 50 días de guerra el verano boreal pasado. En El Cairo en octubre, los donantes habían garantizado 5.400 millones de dólares, de los cuales la mitad tenía que servir para la reconstrucción, pero el dinero no fue entregado y la ONU anunció el miércoles que, ante la insuficiencia de fondos, dejaría de realizar sus pagos.
Ayuda Adicional
Sra Psaki advirtió que si la Autoridad Palestina dejaba de cooperar con Israel podría desatarse una crisis grave.
Responsables estadounidenses mantuvieron discusiones sobre este tema con sus pares de la Unión Europea, de la ONU, de Rusia y la Liga Árabe.
Como están las cosas, indicó Psaki, «no parece posible que el Congreso (estadounidense) autorice una ayuda adicional a la Autoridad Palestina».
Si la situación actual se mantiene «cientos de miles de escolares y estudiantes podrían quedar sin profesores, los hospitales podrían dejar de funcionar… El costo, tanto para palestinos como para israelíes podría ser enorme, no sólo en términos financieros sino también humanos», advirtió. (I)
Separatistas y unidades del gobierno del este de Ucrania se acusaron este jueves mutuamente de violar el alto el fuego en le este del país, al tiempo que los rebeldes prorrusos aseguraron haber iniciado la acordada retirada de armas pesadas de la región en crisis.
El Ejército ucraniano atacó varias posiciones, informaron los insurgentes de Donetsk, mientras el Ejército denunció ataques por parte de los grupos prorrusos, sin detallar el número de posibles víctimas.
La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) habló recientemente de varios tiroteos en la zona en conflicto, pero evitó responsabilizar a una de las partes.
Los rebeldes prorrusos aseguraron haber iniciado la retirada de armas pesadas de la región en crisis. «Seguiremos cuando la cúpula de Kiev también muestre esfuerzos», dijo el líder separatista Denis Pushilin.
Tras la conquista de la estratégica Debaltsevo, un estratégico nudo de comunicaciones entre Donetsk y Lugansk, por parte de los rebeldes, también aumenta la presión a Rusia para que mantenga a los rebeldes a raya. Si Rusia y los separatistas no implementan los acuerdos de Minsk y combatiente y armas siguen entrando a Ucrania desde Rusia, Moscú tendrá que pagar por ello, advirtió la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jen Psaki.
Mientras tanto, los insurgentes nombraron al separatistas Alexander Afendikov como alcalde de Debaltsevo, sin elecciones previas. El funcionario anunció el traslado de técnica pesada a la ciudad para reparar los daños dejados por los combates. De los 25.000 habitantes de la ciudad unos 20.000 huyeron, señaló.
Las fuerzas separatistas en el este de Ucrania, respaldadas por los rusos, lanzaron ayer intensa ofensiva para capturar una central ferroviaria estratégica antes del cese de fuego pactado para mañana y por lo menos murieron 25 personas en la región.
La lucha aparentemente se intensificó desde que se convino un acuerdo de paz el jueves en Minsk, Bielorrusia, entre los líderes de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia.
Pero la inminente aplicación del cese de fuego solo pareció provocar un esfuerzo de último momento por conquistar más territorio. La ciudad de Debaltseve, donde está la central ferroviaria, fue cañoneada en el periodo de 24 horas posteriores al acuerdo de Minsk, dijeron los militares ucranianos.
“El Ejército ruso ha desplegado una gran cantidad de artillería y sistemas de lanzacohetes múltiples alrededor de Debalzevo, desde donde bombardea posiciones ucranianas”, aseguró la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.(I)
Las relaciones con Venezuela se tornaron más hostiles cuando EEUU impuso nuevas restricciones de visas a funcionarios.
Estados Unidos rechazó este sábado la oferta de Corea del Norte de suspender sus futuros ensayos nucleares si Washington cancela sus maniobras militares con Corea del Sur, al considerarla «una amenaza implícita».
Pyongyang relacionó «de forma inapropiada» los ejercicios militares de rutina entre Washington y Seúl con la posibilidad de llevar a cabo una prueba nuclear, declaró la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
«Un nuevo ensayo nuclear sería una clara violación de la obligación de Corea del Norte respecto a numerosas resoluciones de Naciones Unidas», aseguró Psaki, durante una escala en Múnich, a un grupo de periodistas que viajaba a India junto con el secretario de Estado, John Kerry.
La propuesta de Corea del Norte se transmitió a Estados Unidos mediante un «canal relevante» el viernes, según la agencia norcoreana KCNA.
El mensaje pedía a Washington que ayudara a aliviar las tensiones en la península coreana suspendiendo todos los ejercicios militares anuales en Corea del Sur «y sus alrededores».
Psaki afirmó que Washington «seguía abierto al diálogo con» Corea del Norte, pero que las conversaciones deben ir dirigidas a conseguir la desnuclearización de la península coreana.
«Exigimos a Corea del Norte que cese inmediatamente todas sus amenazas, reduzca las tensiones, y dé los pasos necesarios hacia la desnuclearización necesaria para retomar negociaciones creíbles», dijo.
Estados Unidos, que tiene a cerca de 30.000 soldados estacionados en Corea del Sur, realiza cada año una serie de maniobras militares conjuntas con su aliado asiático.
Psaki aseguró que los ejercicios eran «transparentes, de carácter defensivo, y se han llevado a cabo abiertamente desde hace cerca de 40 años».
El Departamento de Estado de EEUU confirmó que ya fueron puestos en libertad algunos de los 53 prisioneros.
El gobierno de Cuba liberó a algunos de los 53 detenidos que Washington considera presos políticos, dijo este martes el Departamento de Estado norteamericano, cuando ambos países se encaminan hacia la normalización de relaciones diplomáticas.
«Ya han liberado a varios de esos detenidos», dijo Jen Psaki, portavoz de la cancillería estadounidense. «Obviamente, nos gustaría ver que ese proceso se complete en un futuro próximo, y se trata de un tópico sobre el que volveremos a concentrarnos», añadió.
Psaki, sin embargo, no informó cuántas personas fueron liberadas ni cuando, pero dijo que formaban parte de una lista que Washington presentó a La Habana.
Cuando Washington y La Habana sorprendieron al mundo en diciembre al anunciar el inicio de un proceso de normalización de sus relaciones, el Departamento de Estado mencionó que los acuerdos incluían la liberación de 53 personas de una lista de detenidos que Washington considera presos políticos.
«Continuaremos pidiendo al gobierno de Cuba que implemente sus compromisos», dijo Psaki.
De acuerdo con Psaki, esa lista «no debe ser vista como el final de nuestras discusiones sobre derechos humanos con el gobierno de Cuba. Es parte de ello, sin duda, y vemos que el gobierno de Cuba ha dado un paso al que se había comprometido no sólo con nosotros sino también con el Vaticano».
Por ello, añadió, Washington «exhorta» a los cubanos «a que continúen implementando» esos compromisos de liberar detenidos.
Al ser consultada si las personas que había sido incluidas en la lista eran «realmente presos políticos», Psaki se limitó a comentar que «es la forma en que yo los describiría», sin aportar otros detalles.
La portavoz de la cancillería estadounidense buscó minimizar una relación entre la liberación de estos detenidos y el éxito de las primeras conversaciones de alto nivel que los dos países mantendrán en medio siglo, cuando se reúnan en La Habana a fines de este mes.
«Hay muchos componentes en la forma en que este nuevo abordaje a Cuba ayudará a la sociedad civil, activistas por los derechos humanos en Cuba. Sentimos que la liberación de los prisioneros es importante. Tener un diálogo, abrirse a la capacidad de comunicarse también son pasos que consideramos importantes», comentó.
La subsecretaria de Estado para América Latina, Roberta Jacobson, encabezará la delegación estadounidense que mantendrá esa primera ronda de diálogo para normalizar las relaciones bilaterales. De acuerdo con Psaki, ese viaje aún no tiene una fecha definida porque «aún estamos ultimando detalles». (I)