La secretaria de Estado adjunta de EE.UU. para América Latina, Roberta Jacobson, dijo este viernes que confía en poder mantener en «un par de semanas» una nueva ronda de conversaciones destinadas a normalizar los lazos diplomáticos con Cuba, que tendrán lugar en Washington.
«No hemos fijado una fecha aún, pero esperamos que puedan tener lugar en el próximo par de semanas», dijo Jacobson en una entrevista con la cadena de televisión estadounidense CNN desde La Habana, donde asistió a la primera ronda de ese diálogo. «Hay un deseo en esta Administración de tener esta conversación lo más rápido posible», agregó.
Jacobson aseguró que su delegación ya ha «invitado a Washington» de manera informal a los diplomáticos cubanos, pero aún es necesario «fijar una fecha».
La diplomática es la responsable estadounidense de mayor rango que visita Cuba en décadas, y encabezó la delegación estadounidense en el diálogo que este jueves iniciaron los dos países para restablecer relaciones diplomáticas, tras el deshielo anunciado por ambos Gobiernos el 17 de diciembre pasado.
Por delante quedan asuntos «complicados» de resolver, como la reapertura de las embajadas o la libertad de movimiento de los diplomáticos estadounidenses en Cuba, declaró Jacobson a la CNN.
50 años de aislamiento
Washington solo cambió de táctica, pero estratégicamente el objetivo es impulsar un cambio de modelo en Cuba que se parezca más al de Estados Unidos, dijo este viernes la secretaria adjunta de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson.
«Queremos superar 50 años de dificultades de aislamiento de los dos países, de los dos pueblos, pero el fin de ese proceso es el mismo que antes, pero la táctica tiene que cambiar», indicó la funcionaria de mayor rango en viajar a Cuba tras el anuncio del restablecimiento de relaciones en diciembre de 2014.
Jacobson y su contraparte cubana sostuvieron conversaciones los últimos dos días que incluyeron temas migratorios, la búsqueda de cooperación de interés común y sentaron las bases para el restablecimiento de las relaciones bilaterales y la normalización de los nexos.
Según la funcionara, el objetivo de su gobierno es «empoderar al pueblo cubano con el fin de tener un país tan cerca de los Estados Unidos que es libre y democrático».
Las relaciones entre los dos países se rompieron en la década de 1960 tras el triunfo de la revolución cubana. Estados Unidos impuso severas sanciones a Cuba para presionar por un cambio de modelo, pero el presidente estadounidense Barack Obama reiteró esta semana que se trató de una política fracasada.
El presidente cubano Raúl Castro y su colega estadounidense anunciaron en forma simultánea el 17 de diciembre de 2014 su interés de relanzar las relaciones diplomáticas y abrir embajadas, como un primer paso a la reanudación de los nexos.
Obama flexibilizó la semana pasada las sanciones y permitió más viajes de estadounidenses, el envío de remesas y algunas exportaciones, pero el grueso de las sanciones continúan vigentes. (I)
Disidencia
La funcionaria estadounidense se reunió hoy con miembros de la disidencia cubana, y reconoció en la entrevista que «algunos de ellos no creen necesariamente» que la decisión de EE.UU. de normalizar las relaciones con Cuba «sea la adecuada».
«Pero no hay nada como escuchar directamente de ellos, sobre el terreno, cuáles son los retos, para ver cómo podemos trabajar en el futuro», indicó Jacobson.
Entre los asistentes a la reunión con Jacobson estuvieron los opositores José Daniel Ferrer, Elizardo Sánchez, Héctor Maseda, Guillermo Fariñas, Marta Beatriz Roque, Antonio González-Rodiles y Miriam Leiva, según precisó a Efe en La Habana esa última activista, una de las fundadoras del grupo Damas de Blanco.
Una de las ausentes fue la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, quien explicó a Efe en La Habana que decidió no participar por estar en desacuerdo con la falta de «diversidad» de opiniones en la lista de invitados.
Washington solo cambió de táctica, pero estratégicamente el objetivo es impulsar un cambio de modelo en Cuba que se parezca más al de Estados Unidos, dijo este viernes la secretaria adjunta de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson.
«Queremos superar 50 años de dificultades de aislamiento de los dos países, de los dos pueblos, pero el fin de ese proceso es el mismo que antes, pero la táctica tiene que cambiar», indicó la funcionaria de mayor rango en viajar a Cuba tras el anuncio del restablecimiento de relaciones en diciembre de 2014.
Jacobson y su contraparte cubana sostuvieron conversaciones los últimos dos días que incluyeron temas migratorios, la búsqueda de cooperación de interés común y sentaron las bases para el restablecimiento de las relaciones bilaterales y la normalización de los nexos.
Según la funcionara, el objetivo de su gobierno es «empoderar al pueblo cubano con el fin de tener un país tan cerca de los Estados Unidos que es libre y democrático».
Las relaciones entre los dos países se rompieron en la década de 1960 tras el triunfo de la revolución cubana. Estados Unidos impuso severas sanciones a Cuba para presionar por un cambio de modelo, pero el presidente estadounidense Barack Obama reiteró esta semana que se trató de una política fracasada.
El presidente cubano Raúl Castro y su colega estadounidense anunciaron en forma simultánea el 17 de diciembre de 2014 su interés de relanzar las relaciones diplomáticas y abrir embajadas, como un primer paso a la reanudación de los nexos.
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Un grupo de legisladores más pragmáticos desertaron en una votación sobre inmigración, y forzaron a los líderes a suavizar una legislación sobre el aborto.
Entre lágrimas la madre del periodista Kenji Goto señala: “Mi hijo no es enemigo del Estados Islámico”.
Roberta Jacobson y Josefina Vidal encabezan las negociaciones que ponen fin a cinco décadas de hostilidades.
Los líderes mundiales «no han estado a la altura» en sus condenas al caso de los 43 estudiantes desaparecidos en México, poniendo sus intereses económicos y políticos por encima de la defensa de los derechos humanos, opinó hoy la directora para América de Amnistía Internacional, Erika Guevara.
«Un caso como el de Ayotzinapa, la desaparición de 43 estudiantes, pone a prueba a los líderes globales y hasta ahora su pronunciamiento ha sido muy limitado», dijo en una entrevista con Efe, en la que explicó que en casi todos los casos el mensaje del exterior ha sido de apoyo al presidente Enrique Peña Nieto.
Aunque en un inicio algunos países se pronunciaron sobre el tema «como una de las grandes tragedias que se viven actualmente en el mundo», hoy «sabemos que hay intereses detrás, económicos y políticos», de que el tema pase a un segundo plano, apuntó.
«El Gobierno de México forma parte de núcleos de poder político globalmente que busca tener una imagen internacional que atraiga inversiones extranjeras, pero también atraiga poder político», agregó.
Por ejemplo, en el caso de EE.UU., país vecino y socio comercial, el presidente Barack Obama exigió una investigación profunda, pero siempre ha mostrado apoyo a su homólogo mexicano.
«Creo que los Estados tienen una responsabilidad y un compromiso internacional por la defensa de los derechos humanos (…) que tienen que llevar a cabo hasta sus últimas consecuencias, aun cuando eso implique un daño en sus intereses económicos en un país determinado, en este caso México», comentó Guevara.
En una conferencia de prensa, Amnistía Internacional pidió hoy a la fiscalía que explore «exhaustivamente» todas las líneas de investigación, al considerar que las pesquisas en torno a la desaparición forzada de los estudiantes en el sur de México hace casi cuatro meses está lejos de ser concluyente.
En opinión de la organización, el fiscal mexicano, Jesús Murillo, no ha examinado todas las posibles líneas de investigación, como es la de la posible complicidad de las Fuerzas Armadas y de otras autoridades en la desaparición.
Los padres de los 43 estudiantes han denunciado que integrantes del Ejército podrían estar involucrados en la desaparición de sus hijos el pasado 26 de septiembre en Iguala tras un ataque a tiros perpetrado por policías locales y han pedido la apertura de una línea de investigación al respecto.
Además, han solicitado al Gobierno que les permita buscar a los jóvenes en cuarteles militares, lo que ya fue aceptado, aunque las autoridades rechazan tajantemente la participación de las fuerzas federales en la noche violenta del 26 de septiembre.
Según Guevara, el hecho de que la fiscalía esté barajando este caso como un delito de secuestro y no como desaparición forzada es una muestra de que no hay interés de abrir una investigación para conocer la verdadera implicación de funcionarios estatales e incluso federales.
«Para nosotros es de gran preocupación que nuevamente se quieran ocultar las graves violaciones a los derechos humanos, la crisis de seguridad que existe en el país, porque el ocultamiento es un paso para no atender estas problemáticas y dejar a las víctimas nuevamente sin verdad y sin justicia», apuntó.
Guevara habló también de la importancia de «no dejar que este caso quede en el olvido», algo que es «una responsabilidad de la sociedad», que no puede dejar de exigir verdad y justicia.
«Estas graves violaciones a los derechos humanos tienen un patrón común, el hecho de que en un inicio causan un clamor popular para que se busque la verdad y la justicia», pero luego «hay un desgastamiento de las sociedades» como la mexicana, que «ha normalizado la violencia en la vida cotidiana de las personas y eso es un espacio que aprovechan los Estados», explicó.
Amnistía hizo el balance de la investigación de la fiscalía dos días después de que se anunciara que forenses austríacos no habían logrado identificar 16 restos calcinados que se cree pueden corresponder a los estudiantes, por lo que recurrirán a otra técnica que puede tardar unos tres meses.
Hasta ahora, solo uno de los 43 jóvenes ha sido identificado por el laboratorio de la Universidad de Innsbruck a partir de los restos hallados en un vertedero de basura en el municipio de Cocula, vecino a Iguala, donde miembros del cártel Guerreros Unidos dijeron haberlos asesinado e incinerado.
AI indicó que este caso ha puesto de relieve la terrible situación de los derechos humanos en México, donde -según datos oficiales- han muerto violentamente más de 100.000 personas desde que comenzó la guerra contra el narcotráfico en 2006 y han desaparecido al menos 23.000.
La imagen que data de 2005, revela que el hijo de un contratista de la Presidencia es compadre de Peña Nieto.
El Departamento de Justicia recomendará que no se le adjudiquen cargos por derechos civiles a Darren Wilson, según The New York Times.
El Gobierno de Estados Unidos se alista para solicitarle a México la extradición de quien fuera el líder del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán.
Luego del discurso del Estado de la Unión que dio el presidente Barack Obama, las reacciones no se hicieron esperar.
Rusia acusó el miércoles a Estados Unidos de querer «dominar el mundo», a raíz del discurso sobre el estado de la Unión pronunciado el martes por el presidente Barack Obama.
«Estados Unidos ha elegido el camino de la confrontación» y quiere dominar el mundo, consideró el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, en una rueda de prensa.
El discurso de Obama muestra que «en el centro de la filosofía estadounidense, sólo hay una idea: ‘Somos el número uno’ y todos deben reconocerlo», aseguró.
El ministro ilustró su afirmación señalando que Washington se había jactado varias veces de haber «impuesto» a sus socios europeos las sanciones económicas contra Rusia, a la que Occidente acusa de apoyar militarmente a los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania.
En el discurso del estado de la Unión, el presidente estadounidense afirmó que «en la actualidad, es Estados Unidos quien permanece fuerte y unido a sus aliados, mientras que Rusia se encuentra aislada y su economía, hecha pedazos».
Pero esa situación «va a cambiar», afirmó Lavrov. Los estadounidenses terminarán por «darse cuenta de que no pueden mantener esta postura para siempre», añadió el ministro ruso, instando a Washington a adoptar «la filosofía de la cooperación y no la de la dictadura».
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, cargó contra Occidente en una entrevista, asegurando que quiere «derrocar» a toda costa al presidente ruso, Vladimir Putin. «Si no hubiera sido Crimea o el este de Ucrania, habrían encontrado otro motivo», declaró al semanario Argumenty i Fakty.
Según Peskov, la economía rusa está «bajo control», si bien reconoció que Rusia atraviesa una fase de turbulencias debido a su «confrontación con Occidente». «Una confrontación política, ideológica, mediática y diplomática, pero afortunadamente, no militar», subrayó. (I)
Hoy se reúnen funcionarios de ambas naciones para iniciar conversaciones del histórico deshielo diplomático.
La lista de invitados al palco de honor de la Primera Dama resume buena parte de los temas que Obama suele abordar.
Durante su discurso del Estado de la Unión, Obama apostó por medidas que benefician a la clase media, pero olvidó el tema migratorio.
El portal de seguros médicos del gobierno estadounidense estaría pasando datos personales de los consumidores a portales externos.
En una carta, el legislador hizo énfasis en derechos humanos, extradición de prófugos y el retorno de propiedades a ciudadanos de EEUU.
Esta noche, Obama hará un llamamiento a los republicanos para trabajar juntos en temas como economía y Cuba.
Los legisladores concluyeron una visita a la isla un mes después de la reconciliación entre ambos países.
En el discurso del Estado de la Unión del año pasado, el presidente Barack Obama declaró que 2014 sería un «Año de Acción».
Alan Gross, un contratista que pasó cinco años detenido en Cuba y fue liberado el 17 de diciembre, será invitado de honor a acompañar al presidente Obama.
La NSA se puso a interrumpir los sistemas informáticos del país considerado como un objetivos impenetrable.
Funcionarios de ambas administraciones deberán trazar la hoja de ruta de la nueva etapa en sus relaciones.
El presidente Barack Obama tendrá a una ‘dreamer’ entre sus invitados especiales cuando pronuncie el discurso del Estado de la Unión.
Legisladores de ambas cámaras discutieron a puertas cerradas el plan de reconquista de la presidencia.